El cadáver localizado el pasado viernes en un parque en la inmediaciones del tanatorio de la M-30 de Madrid es el del presunto homicida del portero de un edificio del barrio de Pueblo Nuevo de la capital español, que se suicidó después de haber cometido el crimen.
Según han confirmado a EFE fuentes policiales, la autopsia ha corroborado las sospechas de la Policía Nacional, cuyos agentes sospechaban desde el viernes que el cuerpo era el del supuesto homicida.
Además el examen forense ha determinado que el hombre, Alfredo, de unos 60 años, se suicidó poco después de presuntamente cometer el crimen.
No ha trascendido exactamente cuándo se suicidó, dado que el juzgado que instruye la causa ha decretado el secreto de sumario.
La Policía buscaba a este hombre desde la madrugada del pasado jueves después de que los agentes encontrasen el cuerpo sin vida del conserje en el interior del domicilio de su presunto homicida, que vivía en el primer piso del bloque donde trabajaba el portero, Esteban, en el número 366 de la calle Alcalá.
Familiares y amigos de Esteban habían denunciado su desaparición días antes.
Las pesquisas policiales llevaron a pensar que podría encontrarse en el domicilio de dicho vecino y tras obtener la correspondiente orden judicial bomberos del Ayuntamiento de Madrid entraron por el balcón.
Fue entonces cuando encontraron el cuerpo sin vida de Esteban con heridas provocadas por un arma blanca y comenzó la búsqueda del morador de la vivienda.
En menos de 24 horas agentes de la comisaría de Ciudad Lineal localizaron el cuerpo del presunto homicida en un parque cercano al tanatorio de la M-30, a pocos minutos del lugar del crimen.