Vida y estilo

Diez rincones de tu cuerpo que sueles olvidar al darte la crema solar

Una mujer se echa en la mano crema solar.

El calor sigue siendo el protagonista en junio y cada vez está más cerca el día en el que pongamos definitivamente un pie en la playa o en la piscina. Las altas temperaturas de mayo hicieron que los más afortunados adelantaran su exposición al sol, mientras que, si eres de los que aún no han podido hacerlo, vete preparando ya todo lo necesario para disfrutar del calorcito con seguridad.

En tu kit playero o piscinero no pueden faltar el bolso o la mochila, la toalla, el bañador, el sombrero, las gafas de sol y, lo más importante, la crema solar.

Como se suele decir "más vale prevenir que curar" y, en este caso, la prevención es esencial, ya que los efectos secundarios de tomar el sol sin protección pueden ser muy graves. Puede producirte desde manchas, arrugas, flacidez y sequedad de la piel, hasta tumores benignos y melanomas.

Hay que tener en cuenta el factor de protección solar de la crema, los más recomendables son los de 30 y 50, aunque es más importante la frecuencia con la que nos la aplicamos. Debemos renovarla cada dos horas sin escatimar la cantidad de producto.

Muchas veces darse la crema no es una tarea fácil y debemos aplicárnosla a conciencia para cubrir bien toda la piel. Si nos olvidamos de algún rincón, el sol se encargará de dejarnos en evidencia con el correspondiente quemazo.

Un hombre se da protección solar en spray. Freepik

Lo cierto es que hay partes del cuerpo en las que no solemos reparar a la hora de aplicar la crema. Algunas de ellas son:

1- Orejas. Si tienes el pelo largo estarán más protegidas del sol, pero nunca está de más aplicarles un poco de crema. Son zonas delicadas y si se queman duelen. Asegúrate de cubrir la parte superior de las orejas, la parte posterior y el área que las rodea.

2- Manos. Estamos acostumbrados a hidratarlas, pero no a protegerlas. Las utilizamos para darnos la crema y, sin embargo, nunca reparamos en darles protección por el dorso. Si pasan mucho tiempo expuestas al sol, perderán colágeno, elasticidad y envejecerán antes.

3- Labios. Su piel es muy fina y es fácil que se sequen y se agrieten con el sol, el agua y el viento. Si no los hidratamos se producirá una descamación poco estética y dolorosa. Es imprescindible utilizar en verano protector labial.

4- Párpados. La piel de los párpados es muy fina, pero es una zona del cuerpo que está más protegida salvo que nos durmamos al sol. Aplícate un protector solar apto para esa zona y, a pesar de todo, protegerlos con unas buenas gafas.

5- Sien, mandíbula y línea del pelo. Tendemos a darnos la crema en la cara sin incidir esas zonas.

6- Cuero cabelludo. Seguro que alguna vez te has quemado la raya del pelo y has sufrido el consiguiente escozor. Al pelarse el cuero cabelludo se descamará y dará al pelo un aspecto poco estético. Tanto en este caso como si tienes poco pelo, lo más recomendable es cubrirte la cabeza con un sombrero o una gorra.

7- Cuello. Habitualmente nos olvidamos de darnos crema en los laterales y en la parte posterior del cuello, aunque son zonas muy expuestas al sol.

8- Pies. No hay que olvidar proteger la zona del empeine y del tobillo que tienen una piel más fina y sensible.

9- La línea del bikini o del bañador. Podemos sufrir quemaduras en esas zonas si la prenda se mueve de sitio y quedan al descubierto pequeños rincones en los que no hemos dado crema. También podemos evitar extender la crema hasta el límite de la ropa para no mancharla. Lo mejor es darse la crema un rato antes de vestirse.

10- Cicatrices y tatuajes. Cualquier porción de piel afectada por una cicatriz, una herida o un tatuaje es un área sensible. Por ellos debemos utilizar fotoprotectores de alto espectro en dichas zonas.

19/06/2022