Hay libros que despiertan curiosidad. Otros que remueven conciencias. Y algunos, como Cuando la vida animal se convierte en espectáculo inhumano... hacen ambas cosas a la vez.
Luis Miguel Domínguez es un naturalista, activista, incansable, comunicador y divulgador.
Ha dedicado su vida a observar, comunicar, proteger y denunciar, utilizando la palabra como "arma para la conservación y la denuncia". Es un defensor de quienes no tienen voz. Ha recorrido los caminos de la naturaleza y los medios, trabajando en las ondas de Radio Nacional de España y escribiendo libros.
Y hoy le tenemos en nuestro programa para hablar de su obra más reciente es "Cuando la vida animal se convierte en espectáculo inhumano".
Luis Miguel Dominguez: autor, comunicador activista y naturalista
Además de una denuncia, su libro es una invitación a mirar de frente una verdad incómoda: la de los animales exhibidos, encerrados, enfrentados y en muchos casos, destrozados en su esencia.
La exhibición animal tiene raíces antiguas. Lo que hoy se conoce como zoológicos comenzó siendo símbolo de poder en manos de la realeza. Las colecciones de fauna exótica en palacios como el de Versalles eran más trofeo que pedagogía. Domínguez lo define como la fase inicial de lo que serían los modernos parques zoológicos.
Su propia conciencia se encendió en la infancia, al ver un oso polar atrapado en una jaula de la antigua Casa de Fieras del Retiro. Aquella imagen, marcada por el dolor y el desequilibrio emocional del animal, le dejó claro que la cautividad rompe más que encierra: despoja al animal de su paisaje, de su rutina y hasta de su dignidad.
Con el fin de aportar matices, también se refiere a que algunas formas de domesticación, como la imagen de un canario en una jaula, tan propia de las familias que emigraban del campo a la ciudad, buscaban vincular emocionalmente a esas familias a un pasado rural que se negaban a olvidar.
Durante esta charla, no duda en denunciar cómo la industria zoológica ha mutado en negocio, en un comercio disfrazado de educación.
España, con su historia única, jugó un papel importante en esta evolución. Al mantenerse al margen de conflictos bélicos que devastaron otras regiones, sus zoológicos llegaron a brillar. Pero también se dieron episodios tan crueles como surrealistas: animales enfrentados en peleas como parte del espectáculo, como aquella elefanta que tuvo que lidiar, literalmente, con toros.
Aunque la sociedad ha avanzado, Domínguez subraya que aún queda mucho camino. Los cotos de caza ocupan gran parte del territorio (80%), y el ruedo sigue siendo escenario de sufrimiento convertido en aplauso. Lamenta que muchas decisiones políticas aún estén teñidas por intereses rurales que poco tienen que ver con la ética o la ciencia.
Sí celebra avances como la reciente Ley de Protección Animal, aunque admite que aún queda margen de mejora. La ve como un paso necesario para proyectar una imagen más justa y moderna.
Entre las causas por las que más ha luchado está la del lobo ibérico, al que ha dedicado gran parte de su vida. Le duele que siga sin una protección real en partes del país, señalando que detrás hay intereses políticos directos. En este sentido, Luis Miguel nos anuncia (y en este programa nos hacemos eco) de la movilización que tendrá lugar el próximo 22 de junio en Madrid en defensa del lobo.