Vida y estilo

Cinco rutas de senderismo por Albacete que te harán querer volver

Panorámica general del Saladar de Cordovilla.

A veces hay que librarse de cierta pereza mental y abrir un poco la mente. Vaciarnos de tópicos y pensar que lugares que apenas se nombran pueden ser destinos de interesantes visitas y recorridos. Albacete es uno de esos sitios. Cuenta con infinidad de parajes espectaculares muy conocidos como las lagunas de Ruidera, que casi son de obligada visita, y otros menos famosos que no le van a al zaga.

Proponemos aquí cinco recorridos por senderos albaceteños que prometen recuerdos y ganas de volver a por más. Y es que Albacete es algo más que navajas y sabrosos miguelitos.

1. Ruta de los Calares del río Mundo y la Sima

El Parque Natural Calares del Mundo y de la Sima es uno de los espacios albaceteños protegidos más importantes. De los numerosos recorridos que se pueden hacer por él, el más espectacular es el de que lleva al nacimiento del río Mundo, en el paraje de la Cueva de los Chorros, en el municipio de Riópar.

Foto. Esteban Javier Millán

Es un camino de apenas un kilómetro y medio de longitud y bastante sencillo que parte desde el mismo aparcamiento. Tras un suave paseo se llega a una explanada con una espectacular vista sobre una cascada de 100 metros. Es el nacimiento del río Mundo, un afluente del Segura. Al llegar a la explanada, se puede observar una cascada enorme. Para mayor disfrute conviene elegir bien la época del año, ya que en primavera, con el deshielo, y en otoño, también con la lluvias, se produce lo que los lugareños han bautizado como el reventón, cuando el agua sale con más fuerza de la cueva y forma cascadas, saltos y pozas a lo largo de todo el recorrido.

2. Ruta del Parque Natural Lagunas de Ruidera

De obligada visita. Cada vez que se viaje a Albacete, hay que realizar alguno de los recorridos que discurren por el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, un paraje de grandes humedales que Albacete comparte con Ciudad Real.

Foto: Turismo Castilla-La Mancha

Las lagunas están unidas entre sí por saltos de agua, por lo que hay varios itinerarios para practicar tanto senderismo como para recorrerlos en bicicleta. La Cañada de las Hazadillas, la Laguna Blanca, los castillos de Peñarroya y de Rochafrida, la cueva de Montesinos, por ejemplo son algunos de los lugares que se pueden conocer.

3. Ruta del Zarzalar

Desde el pueblo de Nerpio sale un camino que lleva al cañón del río Taibilla. Es una sencilla y espectacular senda circular que empieza en la plaza Mayor de Nerpio y recorre algo menos de un kilómetro, por lo que es apta para toda la familia. 

Foto: Turismo Nerpio

Para no olvidar la impresión que da adentrarse en el cauce de río por la chopera encajada en la garganta y atravesar tramos de pasarelas sobre el río sujetándose a unas cadenas a modo de pasamanos engastado en la roca. Es una ruta sencilla donde solo hay que seguir el cauce del río y caminar a través de una chopera por el cañón. Superado este tramos, que es el final del recorrido, se vuelve al pueblo

4. Ruta del Saladar de Cordovilla

El saladar de Cordovilla es una microrreserva en la pedanía de Cordovilla, dependiente administrativamente del ayuntamiento de Tobarra. Este peculiar paraje es un sistema natural complejo en el que el suelo es muy salino y que parte del año está cubierto de agua.

Foto: José Ramón Sáez

De esta manera el entorno resulta cambiante y se alternan humedales con zonas secas de color blanquecino por las costras sal que se depositan sobre la tierra. Una ruta circular de alrededor de 5 kilómetros permitirá conocer un ecosistema repleto de maravillas geológicas, botánicas y faunísticas. Muy recomendable para hacer en familia.

5. Ruta del Pitón Volcánico de Cancarix

El Monumento Natural del Pitón Volcánico de Cancarix es el único volcán peninsular en el que la erosión ha sacado a la luz su chimenea mostrando un domo volcánico con impresionantes columnas basálticas verticales. Como en otros casos, hay dos diferentes rutas que acaban en la cima del volcán. Si acercarse ya provocaba asombro, las vistas desde el destino no desmerecen.

Foto: Turismo de Catilla-La Mancha

Ambas tiene su punto de partida en el panel explicativo de Cancarix en Hellín. Ir por una y volver por otra hacen una completa vuelta circular de casi 5 kilómetros totales. La primera, de unos 700 metros de longitud, lleva hasta el conducto lateral de salida del volcán. El segundo, de unos 4 kilómetros, asciende la ladera del cuerpo volcánico principal. Hay más paneles informativos a lo largo de la ruta.

21/05/2022