Bizkaia

Boom de bodas en Bizkaia con el cubierto 30 euros más caro y un gasto medio de casi 55.000

El sector espera “facturaciones récord” y un 2023 “bueno” al sumarse los enlaces pospuestos en la pandemia
Itxaso Ruiz y Axel Calvín celebraron ayer en Loiu su boda, tras cancelarla dos veces por la pandemia, con sus dos hijos Maddi y Luka como testigos de excepción, familiares y amigos. | FOTO: JOSÉ MARI MARTÍNEZ
Itxaso Ruiz y Axel Calvín celebraron ayer en Loiu su boda, tras cancelarla dos veces por la pandemia, con sus dos hijos Maddi y Luka como testigos de excepción, familiares y amigos. | FOTO: JOSÉ MARI MARTÍNEZ

Bilbao

Algunos han cancelado su boda para siempre. Su porcentaje es ínfimo, menor del 2%. El resto la pospusieron por el coronavirus y andan recuperando el Sí, quiero perdido. De hecho, en el primer trimestre de este año ya se han incrementado un 33% los enlaces registrados en Bizkaia con respecto al mismo periodo del año anterior y el sector nupcial augura un auténtico boom. “Este año hemos vuelto ya no solo a niveles anteriores a la pandemia, sino que se han mejorado con creces”, avanza Alex Muñoz, presidente de la Asociación del Sector Nupcial del País Vasco EHESE/ASNPV.

Tal es la eclosión que el aumento de matrimonios del 33% constatado por el Eustat en los tres primeros meses se quedará corto para el resto del año. “Enero, febrero y marzo es un trimestre en el que suele haber muy pocas bodas y, además, todavía existía el miedo pospandémico. Se habían levantado restricciones, pero la gente aún estaba un poco renqueante. Donde se va a notar una mejoría abrumadora de los datos es a partir del segundo trimestre y, sobre todo, en el tercero, donde todos los proveedores del sector hemos estado trabajando a destajo y con las agendas completamente llenas. Se espera un nivel de facturación de récord”, estima Muñoz. Para muestra, su negocio de DJs. “Nosotros hemos duplicado nuestro mejor año de facturación”, afirma.

BODAS ACUMULADAS

La razón de que se estén sellando más relaciones sobre papel oficial no es otra que el cúmulo de las bodas canceladas durante la crisis sanitaria. “Se ha juntado todo lo que venía pospuesto con las parejas que han decidido casarse este año, con lo cual en muchos casos se ha producido un pequeño embudo, sobre todo con determinados profesionales o sectores, como pueden ser los fotógrafos, que trabajan con marcas personales y solo pueden hacer una boda al día. Ese embudo se sigue manteniendo muy fuerte para el próximo año”, apunta. De hecho, añade, si este ejercicio ha sido “muy bueno, se espera un año 2023 idéntico, de muchísima facturación. Después habrá que ver cómo evoluciona todo el panorama de la inflación, de la guerra, para ver cómo puede afectar para 2024”, plantea.

Pese al auge de los casamientos, no todos los profesionales del sector han podido levantar cabeza. “Hay compañeros que han arrastrado problemas desde la pandemia, muchos otros tuvieron que cerrar sus negocios, algunas sociedades limitadas tuvieron que entrar en concursos de acreedores... También ha habido gente que llevaba las cuentas muy saneadas y que ha sobrevivido bien”, comenta y aprovecha para recordar que “las ayudas específicas para el sector prometidas por el Gobierno vasco nunca llegaron”. “Eso no ayudó a la gente que estaba más justa económicamente, que igual traía de atrás deudas que coges cuando arrancas el negocio y muchos no consiguieron superar ese bache”, lamenta el presidente de EHESE/ASNPV, que agrupa a 148 profesionales de los tres territorios.

El menú sube de 120 a 150 euros

La invasión de Ucrania y el consiguiente incremento de precios también ha dejado su huella en estos negocios, sobre todo, en la hostelería. “Los restaurantes se han visto obligados a subir el menú por la subida de la materia prima y la electricidad. Muchos restaurantes de boda pagan entre 6.000 y 15.000 euros al mes de recibos de luz, dependiendo del tamaño y las estancias que tengan”, cuenta. Y esos incrementos se reflejan en el precio del cubierto. “Un menú que costaba en 2019 unos 120 euros este año ha estado en los 145 e incluso 150 euros”, detalla Muñoz.

Aunque “en mayor o menor medida casi todos los profesionales están subiendo” sus tarifas, dice, algunos son más reticentes, pese a la inflación. “Noto muchas veces el miedo a subir los precios pensando que eso te va a espantar a la clientela y ese miedo lo que va a hacer es ahogarte a ti como profesional. Hablo más de DJ, wedding planner, fotógrafos, que de primera mano no notan tanto la subida”, apunta, dejando claro que se trata de una opinión personal.

En Bizkaia las bodas suelen tener una media de 150 invitados. Si el cubierto se ha encarecido 30 euros, hasta alcanzar los 150, solo el banquete ascendería a 22.500 euros. Y suma y sigue, porque cada vez se invierte más en la fiesta y en decoración y las flores también han incrementado su coste. “El presupuesto medio de una boda rondaba antes de la pandemia los 35.000 euros y hoy día ha subido a casi unos 55.000, son 20.000 más”, destaca.

‘Festibodas’ de 6.000 a 15.000 euros

Cabría pensar que, tras una pandemia acompañada de una crisis, el personal podría optar por una celebración más comedida, pero la realidad es que a muchos les ha dado tiempo a ahorrar entre confinamiento y confinamiento y deciden tirar la casa por la ventana. “Se está invirtiendo mucho más en las bodas y en todo lo relacionado con el espectáculo visual. Se ha notado un incremento espectacular en los presupuestos de fiestas. De hecho, lo llamamos festibodas porque dan un peso muy importante a la fiesta con muchísima iluminación”, explica Muñoz, que recuerda tiempos más austeros. “Antes veías al típico DJ en una esquinita del restaurante con dos altavocitos. Hoy en día se montan escenarios y estructuras de aluminio para soportar todas las iluminaciones, se ponen robots de muchísima potencia de luz y se utilizan efectos especiales, como el megatrón (gas blanco) o las máquinas de fuego frío, buscando la espectacularidad y hacer una boda diferente. En esto se están dejando muchísimo dinero”, afirma.

LAS EDADES DE LOS NOVIOS

El auge festivo no va ligado a la juventud de los contrayentes. De hecho, en los enlaces registrados el primer trimestre en la CAV solo uno de cada diez era menor de 30 años. Cada vez más extendida, esta moda cuenta con presupuestos para casi todos los bolsillos. “Lo más sencillo, un montaje de iluminación bastante visual sin llegar a ser una festiboda, podría costar unos 3.000 euros. Por 15.000 sería una boda que casi parecería el famoso festival Tomorrowland”, compara Muñoz, quien aclara que lo mismo que “hay parejas que se vuelcan con la fiesta también hay otras que se dejan 10.000 o 15.000 euros en decoración floral”.

Otra tendencia al alza, si el Ayuntamiento de Bilbao, por ejemplo, está ocupado en la fecha elegida, es “firmar en el juzgado la boda real y después hacer una simulación en el restaurante con un oficiante”, explica Muñoz, quien desvela que “hay gente que firma ante notario el lunes después de la boda, en vez del viernes anterior, para ganar días de vacaciones”. También está “notando mucho las bodas de última hora”, dice. “La gente llama: que me caso el mes que viene. No había sitio para casarse en 2022, han visto que está todo lleno en 2023, y está empezando a realizarse mucha boda en noviembre, diciembre... Son bodas de interior y para el viaje buscan destinos en los que haga bueno en el otro hemisferio”. Un contigo al fin del mundo literal.

Las bodas en la CAV

l 1.041 en el primer trimestre. Durante el primer trimestre de 2022 se han celebrado 1.041 bodas en la CAV, un 21,6% más que en el mismo periodo del año anterior, según datos del Eustat.

l 37 parejas homosexuales. Un total de 1.004 matrimonios fueron entre personas heterosexuales y 37 entre personas del mismo sexo: 20 entre mujeres y 17 entre hombres.

l La mayoría, enlaces civiles. El 92,2% de los enlaces entre personas de distinto sexo fueron civiles. Sumando los matrimonios entre personas del mismo sexo, todos los cuales son civiles, el porcentaje total se eleva al 95,8%.

l Residentes en la CAV. En las 1.041 bodas celebradas contrajeron matrimonio 1.005 hombres y 1.003 mujeres residentes en la CAV, siendo el resto de los cónyuges personas que residían fuera.

l 380 divorciados y 20 viudos. Para 800 esposos (79,6%) este fue su primer matrimonio, mientras que 195 divorciados y 10 viudos volvieron a contraer nupcias. Las mujeres solteras que se casaron fueron 808 (80,6%), además de 185 divorciadas y 10 viudas.

l Nacionalidad extranjera. El 27,2% de las recién casadas y el 19,7% de los recién casados en el primer trimestre de este año tenían nacionalidad extranjera.

Menores de 30 años

11,8%

Solo el 11,8% de las personas que se casaron en el primer trimestre tenía menos de 30 años. Entre los esposos, el 89,8% tenía 30 años o más, mientras que, entre las esposas, este porcentaje baja al 86,6%.

2022-10-03T06:13:03+02:00
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