Veterinaria, etóloga y especialista en Intervenciones Asistidas con Perros, Belén Soto dejó una trayectoria consolidada en la clínica para recorrer un camino donde el poder del vínculo canino es la clave para ayudar a distintos colectivos.

Belén Soto encarna la unión entre vocación, ciencia y sensibilidad en el ámbito de las terapias asistidas con perros. El proyecto del que forma parte, Dogtor Animal, reúne a un equipo multidisciplinar que desarrolla programas en los que los perros se convierten en agentes de cambio, generando un impacto emocional y terapéutico real en las personas.

Nuestra invitada dejó su trabajo como veterinaria clínica para formarse como técnica en Intervenciones Asistidas con Perros y apostar de lleno por su sueño.

En su transición profesional, Belén contó con el acompañamiento de referentes del sector. Raúl García, de Empatican, fue uno de sus mentores durante la formación. 

Belen Soto en una sesión

Además, su formación en etología clínica (medicina del comportamiento animal) le permitió comprender en profundidad las emociones, motivaciones y límites del perro, una competencia clave en la práctica responsable de las intervenciones. 

"Entender al perro, su lenguaje y su bienestar es esencial. Solo así puedes garantizar que disfrute de lo que hace y que el trabajo sea realmente terapéutico para ambos, para el perro y el humano", nos explica Belén.

Terapias que cambian vidas

En Dogtor Animal, Belén y su equipo trabajan con todo tipo de colectivos, abarcando desde la infancia hasta la tercera edad. Los perros intervienen en programas destinados a:

• Personas mayores y pacientes con Alzheimer.

• Niños y jóvenes con diversidad funcional, Trastorno del Espectro Autista (TEA) o TDAH.

• Pacientes hospitalizados (UCI pediátrica y adultos), áreas de salud mental y oncología.

• Programas de acompañamiento en trastornos de la conducta alimentaria.

• Actividades de ocio asistido en centros educativos, universidades y empresas.

Uno de los programas más sensibles y de mayor impacto emocional es el apoyo a menores que deben testificar en los juzgados. En este contexto, el perro actúa como un apoyo emocional silencioso: recibe al niño desde su llegada, lo acompaña y permanece junto a él para reducir la ansiedad y los recuerdos negativos.

Belén Soto: Necesitamos perros equilibrados para ayudar a equilibrar a personas

"El perro no juzga, solo está contigo. Ese es su poder", remarca Belén, convencida de que el animal actúa como un puente de confianza y calma en entornos de alta carga emocional.Los Protagonistas de Cuatro Patas

Belén comparte su vida y su trabajo con tres Golden Retrievers, compañeros inseparables dentro y fuera de las sesiones terapéuticas:

Aunque el Golden Retriever es una raza común en este ámbito por su carácter sociable, Belén insiste en que la aptitud depende del individuo, no de la raza. "Lo importante es que el perro sea estable emocionalmente, sociable y predecible. Hemos trabajado con galgos, boyeros de Berna, labradores e incluso mestizos. Lo que cuenta es su equilibrio interior", subraya.

Belén es consciente de las críticas que a veces rodean a las terapias asistidas con animales, especialmente las relacionadas con el posible aprovechamiento del perro. Frente a ello, defiende una filosofía clara: "El perro de terapia trabaja porque disfruta. Si no le gusta, no trabaja."

En Dogtor Animal, se cuida con rigor el bienestar emocional y físico de cada perro. Se limita el número de sesiones, se garantiza el descanso y se prioriza su vida como perro: paseos diarios por el campo, juegos, baños, exploración y socialización libre.

"El mejor protocolo de bienestar es conocer a tu perro y entender su lenguaje. Necesitamos perros equilibrados para ayudar a equilibrar a personas", detalla Belén.

Una profesión con alma

Su historia es la de una profesional que decidió transformar su amor por los animales en una forma de mejorar vidas humanas, recordando que, a veces, la mejor medicina tiene cuatro patas, mirada noble y una cola que nunca deja de moverse.