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AZTI realiza un estudio génico del atún rojo que analiza por primera vez las tres zonas de puesta y su conectividad

La investigación, financiada por el Gobierno vasco y la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) para favorecer la conservación del atún rojo como recurso con un alto valor en el mercado, ha revelado un panorama esperanzador
Banco de atún rojo.
Banco de atún rojo.

El centro tecnológico AZTI ha analizado el ADN de más de 500 atunes rojos y ha revelado que hay conectividad entre sus distintas poblaciones y que la costa noreste de Estados Unidos es utilizada como zona de puesta por individuos provenientes del Mediterráneo y del Golfo de México.

La investigación, financiada por el Gobierno vasco y la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) para favorecer la conservación del atún rojo como recurso con un alto valor en el mercado, ha revelado un panorama esperanzador para la especie y se ha publicado en la revista Molecular Ecology.

Los resultados aportan "un conocimiento esencial sobre la conectividad de las poblaciones del atún rojo" que podrá aplicarse en las estrategias de gestión para mejorar la explotación pesquera y la conservación de la especie.

Representa la primera investigación que tiene en cuenta como zona de puesta la costa noreste de Estados Unidos, descubierta en 2016, y ha estudiado su conectividad en relación a las zonas conocidas hasta ahora, el Golfo de México y el Mediterráneo.

El estudio genético con más de 500 individuos de estos atunes en las principales zonas de puesta en el Atlántico buscaba averiguar cuántas poblaciones de atún rojo hay y cómo estaban conectadas entre sí.

"Durante todos estos años hemos supuesto que, a pesar de ser capaz de realizar grandes desplazamientos migratorios dentro del océano Atlántico, el atún rojo es fiel a la hora de realizar la puesta en la misma zona donde ha nacido", ha afirmado Natalia Díaz-Arce, investigadora de genética pesquera de AZTI.

Sin embargo, recientemente se encontró actividad de puesta en una zona cercana a la costa noreste de Estados Unidos que no había sido incluida en estudios genéticos previos y cuyo origen se desconocía.

Por tanto, se ha hecho el primer análisis genético del atún rojo del Atlántico que incluye todas las zonas de puesta conocidas hasta la fecha, con el reto de descubrir el origen de los individuos que ponen en el noreste americano y actualizar la información sobre los 'stocks' pesqueros.

El estudio ha revelado que la zona de puesta ubicada cerca de la costa noreste de Estados Unidos es escogida por ejemplares del Mediterráneo y del Golfo de México.

También se han identificado en el genoma del atún rojo de origen mediterráneo trazas del genoma del atún blanco que aluden a una antigua hibridación entre las dos especies.

"Al igual que los humanos tenemos un pequeño porcentaje de ADN del neandertal, el atún rojo del Mediterráneo también porta en su genoma una huella genética de una especie cercana, el atún blanco", explica Díaz-Arce.

Antes se creía que había "dos stocks o poblaciones aisladas reproductivamente" en el Mediterráneo y Golfo de México y, el estudio ha concluido que "tienen tendencia a volver a realizar la puesta en el lugar donde han nacido", pero también "están mezcladas demográficamente" y existe además una zona de puesta al noreste de Estados Unidos donde se reproducen entre sí.

Además, el descubrimiento de la conectividad de la zona del Mediterráneo con las otras dos áreas de puesta podría implicar en un futuro "la homogeneización genética de todo el atún rojo a nivel mundial y un efecto en la capacidad de resiliencia del atún rojo a cambios ambientales", ha concluido la investigadora.

2023-12-13T10:21:03+01:00
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