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Al menos cuatro grupos mantienen interés por el área industrial de La Naval

El nuevo propietario del último barco del astillero, que quedó sin terminar, está desmontándolo para achatarrarlo.

El último gran astillero vasco ha iniciado ya las labores de adecuación del terreno para su nueva etapa, en la que compartirá los usos industriales con la actividad logística. La compañía belga VGP, que se adjudicó los terrenos de La Naval en el proceso de liquidación, está adecuando las instalaciones como paso previo a abrir contactos formales con las compañías que están dispuestas a lanzar sus negocios en los 123.500 metros cuadrados disponibles.

Fuentes consultadas conocedoras del proceso aseguran que al menos cuatro grupos industriales mantienen interés por participar en el proyecto. Hay un quinto aspirante que "está en duda" y no se descarta que otras compañías se sumen los próximos meses al proceso.

Mientras se perfila el futuro de las instalaciones de La Naval, que está condicionado por la obligación de destinar al menos un 51% a actividades manufactureras, el astillero ha iniciado ya su transformación.

La actuación más visible es el desmantelamiento de la draga Vox Alexia, que se estaba construyendo en el momento de la declaración del concurso de acreedores. Era la tabla de salvación de la compañía y ha sido durante años el emblema de su hundimiento. La compañía que se adjudicó el casco del barco en la subasta de liquidación lleva varias semanas sacando piezas, trasladándolas a Santurtzi y embarcándolas para su achatarramiento.

Por su parte, el armador holandés Van Oord, que había encargado el barco, está retirando los equipos electrónicos para destinarlos a otros proyectos. Y de forma paralela se están desmontando los talleres, dejándolos diáfanos de cara a realizar catas y determinar si los suelos están contaminados.

Será previsiblemente en ese momento cuando VGP se pondrá en contacto con las compañías que ya le han trasladado su interés y con las que pudieran llamar a su puerta a partir de ahora. De momento solo Marina Meridional y A&M, que pujaron en la subasta por los terrenos, han presentado un proyecto, que tendría como eje principal un astillero. La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, indicó hace unos meses que se podría estar gestando también una iniciativa ligada a la industria eólica offshore. No ha trascendido el nombre de la empresa que está detrás, que, como el resto de aspirantes a la sombra, está a la espera de conocer los detalles del proyecto de VGP para La Naval.

Zona protegida

Los condicionantes de la operación marcarán el camino al grupo belga. Además de la obligación de destinar más de la mitad del terreno a actividades manufactureras, los dos diques que protegen las instalaciones tienen declaración de zona protegida. De modo que solo pueden dedicarse a la construcción naval o tareas auxiliares del sector como la reparación de buques. La construcción de equipamientos para la eólica marina también entraría dentro de ese catálogo de producción.

De momento todo está en el aire. VGP maneja sus plazos y no quiere entrar en un debate público sobre el futuro de La Naval. Cuando haya algo concreto que contar lo hará, pero mientras apuesta por la discreción consciente de que el astillero sestaoarra es todo un símbolo de la economía vizcaina.

Lo cierto es que , aunque se trataba de una primera aproximación muy general, el nuevo propietario del astillero ha retirado de su web la infografía de su proyecto inicial. En él no había indicios de usos manufactureros o de espacio reservado para la construcción naval. Al contrario, el conjunto estaba compuesto de cuatro grandes bloques con apariencia de almacén logístico. VGP anuncia que el nuevo diseño del espacio estará "disponible pronto".

"Se sigue trabajando en Madrid y desde el Gobierno vasco para darle una continuidad a la industria naval en Sestao", garantizan las fuentes consultadas por DEIA, que dejan entrever que esa posibilidad cobra cada vez más fuerza. l

los proyectos

36

MILLONES DE EUROS. El grupo belga logístico ganó la subasta de liquidación de La Naval con una oferta de 36 millones de euros. Como es habitual en esa fase del proceso concursal, el administrador adjudicó el lote principal al mejor postor, sin tener en cuenta el proyecto que había detrás. La calificación del terreno obliga en cualquier caso a destinar al menos un 51% a usos industriales.

66

millones. Marina Meridional y A&M habían presentado por separado ofertas para hacerse con las instalaciones. Sin embargo, decidieron unir fuerzas tras la adjudicación y presentaron un proyecto con una inversión global de 66 millones. Su intención es comprar o alquilar parte de los terrenos con el fin de abrir un astillero, una planta de hidrógeno y un fábrica eólica 'offhore'.

17/05/2022