"Llegamos de tres derrotas. No estamos en nuestro mejor momento, pero hay que venir a trabajar al frontón y eso es lo que vamos a hacer", describe Aitor Aranguren. El Campeonato de Parejas es un maratón que no conoce de líneas rectas. Saborea dientes de sierra.
Así, Mikel Urrutikoetxea y el zaguero guipuzcoano comenzaron el Campeonato de Parejas con la vitola de ser una de las combinaciones que podía tener mayores dificultades a la hora de sumar. Quitaron la razón a todas esas voces en la primera vuelta con cuatro triunfos y la sensación de que se habían sacudido esa etiqueta de los hombros.
"Firmábamos estar aquí. Al principio, la gente no creía que íbamos a ganar tantos partidos. Esta mala racha tampoco concuerda con las sensaciones. Por ejemplo, en Getaria estuvimos a punto de llevarnos el partido –perdieron ante Peña II-Albisu por 20-22; los guipuzcoanos levantaron un 18-10–. En esos momentos finales no están costando", disecciona el joven de Aginaga.
GRIETAS EN EL CASTILLO DE NAIPES
El cambio llegó al iniciarse la segunda mitad de la competición. Se les está agrietando el castillo de naipes. Hace falta cemento. Acumulan tres derrotas consecutivas, todas ante rivales de su misma empresa, y es el momento de reaccionar si quieren acceder al play-off. Queda camino por recorrer: un mes a cara de perro, con los dientes apretados. La hora de la verdad. "Pocos confiaban en nosotros", evoca.
"Seguimos con opciones. De hecho, lo importante cuando empezó el campeonato era llegar hasta el final con posibilidades. Seguiremos peleando hasta el final. Con ganar dos partidos de cuatro podemos pasar", sostiene Aranguren. ¿Qué les está faltando? Aitor reflexiona que "hay veces que tienes la suerte de tu lado y otras en contra".
"En Getaria no aprovechamos nuestras oportunidades y nos dieron la vuelta; en Buñuel, un frontón para hacer rachas, ellos cogieron la ola buena, y en Azpeitia no jugamos bien. La pelota es así", manifiesta el guardaespaldas de Aginaga.
NUEVO EPISODIO: ANTE LAS PAREJAS DE ASPE
El Municipal de Etxebarri, una cita tradicional del Parejas, abre este domingo un nuevo episodio para Urrutikoetxea-Aranguren: los duelos contra Aspe. El descorche no puede ser más duro: Irribarria-Rezusta, instalados con seis triunfos en el segundo vagón del torneo, tras Elezkano II-Zabaleta.
Dos pegadores, campeones de 2017. Trabajo a raudales para un guardaespaldas trotón. "Nos quedan cuatro partidos. Con una racha buena podemos meternos en el play-off. Esto va por dinámicas y si enderezamos, a un solo partido podemos ser peligrosos. Estamos motivados", admite.
"VIENEN EN BUENA RACHA"
Urge un cambio. La reacción está en un ánfora sellada. La llave está en el compromiso de este domingo. Duelo de dinámicas contrapuestas. "Tengo un partido muy duro. Son dos pegadores y además vienen con muy buena racha –tres triunfos seguidos–. Me tocará trabajar mucho, pero sin trabajo no se consigue nada. Voy a intentar ayudar al máximo a Mikel para que coja pelota en los cuadros alegres", argumenta el aginagarra.
SEGUNDO PAREJAS
Se trata de su segundo Parejas como titular. Tiene aún 21 años y es el momento de dar guerra. La pasada campaña sufrió con Artola, lesionado, y esta temporada tampoco está siendo un camino de rosas.
"Quizás en esta dinámica mala bajas un poco emocionalmente, pero estoy bien. Todavía me queda mucho por aprender", finaliza.