Verifactu y la Fiscalidad: ¿Cómo Afecta a tu Declaración de Impuestos y la AEAT?

A partir de 2026, la forma en que miles de autónomos y empresas en Euskadi y el resto de España se relacionan con Hacienda cambiará de forma significativa. El sistema Verifactu, una nueva normativa antifraude, promete transformar la facturación y, con ello, la presentación de impuestos.

¿Imaginas que Hacienda te preparara un borrador de la declaración del IVA como ya hace con la Renta? Con Verifactu, ese futuro está más cerca.

Analizamos en el presente artículo las claves de este nuevo sistema: cómo funciona, qué implica para tu relación con la Agencia Tributaria (AEAT) y cómo puede simplificar (o complicar) tus obligaciones fiscales.

Un estándar para blindar la facturación

Verifactu no es un programa de facturación como tal, sino un conjunto de especificaciones técnicas que todos los programas deberán cumplir. Su propósito es evitar manipulaciones fraudulentas en las facturas y poner fin al uso de software de doble uso, es decir, aquellos que permiten llevar una contabilidad paralela o "caja B".

El sistema exige que cada factura incorpore dos elementos clave: un código QR que permite su verificación por parte del cliente, y una huella digital o hash, que encadena cada factura con la anterior, creando una cadena inviolable. De este modo, se genera un registro íntegro y seguro de todas las operaciones.

Tú eliges el nivel de comunicación con la AEAT

Una de las dudas más frecuentes entre profesionales y autónomos es si Hacienda tendrá acceso automático e inmediato a sus datos. La respuesta es que dependerá de la modalidad elegida. Verifactu contempla dos formas de cumplimiento:

• Sistema Verifactu (con envío voluntario): En esta opción, cada vez que se emite una factura, el software la envía automáticamente a la AEAT. Es una forma de comunicación proactiva que puede resultar beneficiosa para quienes buscan una relación más transparente con la Administración.
• Sistema con "declaración responsable" (sin envío): Aquí, el programa cumple con todos los requisitos técnicos (QR, hash, inalterabilidad), pero no envía los datos. La empresa o profesional simplemente certifica que utiliza un software conforme a la ley. Los datos se almacenan localmente y solo se presentarían en caso de requerimiento.

La decisión entre un sistema u otro es crucial y dependerá de cada negocio. Para ello, es indispensable contar con un programa de facturación homologado con el sistema Verifactu, como el de Holded, que ofrezca la flexibilidad de elegir y garantice el cumplimiento normativo en ambos casos.

Un dato clave, en este sentido, es que el envío de datos a Hacienda no es obligatorio. Se trata de una opción voluntaria, pensada para quienes prefieren mayor automatización y seguridad jurídica en su actividad.

La promesa de una fiscalidad más sencilla

La gran ventaja de Verifactu para quienes opten por el envío automático de facturas es la posibilidad de que la Agencia Tributaria prepare borradores de las declaraciones trimestrales de IVA.

Esto sería posible porque, al recibir las facturas emitidas por unos y las recibidas por otros, la AEAT contaría con una visión casi completa de las operaciones de un autónomo o pyme.

Los beneficios serían significativos:

• Reducción de errores: Menos posibilidades de equivocarse al rellenar modelos fiscales.
• Agilización de la gestión: La preparación trimestral del IVA sería más rápida y menos engorrosa.
• Menor carga administrativa: El tiempo dedicado a tareas contables se reduce notablemente.
• Menos requerimientos: Hacienda ya tendría las facturas, por lo que evitarías tener que enviarlas en una inspección rutinaria.
• Mayor seguridad jurídica: Al trabajar con un sistema validado, disminuyen los riesgos de sanciones por errores en la facturación.
• Transparencia comercial: El código QR facilita que el cliente final pueda verificar la autenticidad de la factura.

Es, en definitiva, un avance hacia una fiscalidad automatizada y más segura, tanto para el contribuyente como para la Administración.

Un calendario para no perderse

La implementación del sistema Verifactu será progresiva, aunque bastante inmediata si se considera el proceso de adaptación necesario.

A todos los profesionales y empresarios que emitan facturas, salvo los que ya operan bajo el Suministro Inmediato de Información (SII) o estén acogidos a determinados regímenes especiales.

Fechas clave que debes marcar en tu calendario:

• 1 de enero de 2026: Obligatoriedad para empresas que facturen menos de 8 millones de euros.
• 1 de julio de 2026: Inicio de la obligación para autónomos personas físicas.

Aunque las fechas parecen lejanas, la normativa establece que desde julio de 2025 los productores de software solo podrán comercializar programas que se ajusten al estándar Verifactu, es decir, la transición debe comenzar ya si se quiere cumplir a tiempo sin apuros de última hora.

Una nueva relación con Hacienda basada en la confianza digital

Verifactu no es solo una imposición técnica más, ya que supone un verdadero cambio de paradigma en la relación entre el contribuyente y la Administración.

La digitalización se convierte en la norma, y la transparencia en un valor añadido. Aquellos autónomos y pymes que entiendan las ventajas de esta nueva normativa podrán beneficiarse de procesos fiscales más simples, seguros y eficientes.

Pero más allá del cumplimiento, lo que está en juego es una transformación estructural del sistema tributario. La automatización, la trazabilidad y la comunicación directa con la AEAT no solo reducen riesgos, también permiten dedicar menos tiempo a gestiones administrativas y más a hacer crecer el negocio, algo que sin duda tendrá un fuerte impacto en la productividad y la optimización de los Recursos Humanos.

Euskadi, como siempre en la vanguardia fiscal, se prepara ya para un nuevo escenario donde la confianza digital no es una opción, sino el nuevo estándar sobre el que se construirá la relación entre ciudadanos, empresas y la Administración. Este modelo, basado en la trazabilidad y la transparencia, no solo combate el fraude, sino que impulsa una gestión más ágil, moderna y coherente con los tiempos.

Cuanto antes se abrace este cambio, más sencillo será aprovechar sus ventajas y minimizar sus fricciones, especialmente para quienes deseen enfocarse en hacer crecer su negocio sin sorpresas. En la nueva era fiscal, anticiparse también es una forma de avanzar, de adaptarse con inteligencia y de posicionarse con solidez frente al futuro.