Urkullu traslada al PSE que no busca que haya autonomías de primera y de segunda

El lehendakari, Iñigo Urkullu, trasladó ayer de forma indirecta a sus socios del PSE que con su propuesta de una convención constitucional no busca que haya autonomías de primera y de segunda, tratando así de calmar las críticas que algunos socialistas han mostrado ante la proposición del jefe del Ejecutivo autonómico.

Urkullu hizo pública en sus redes sociales una versión extendida del articulo que publicó El País en el que defendía dicha propuesta de convención constitucional en el Estado español. En este texto ampliado, el lehendakari aboga de esta manera por comunidades autónomas que estén en “igualdad de derechos”, pero que cada una pueda seguir su propio camino en la gestión y la ampliación de autogobierno.

“Hago esta propuesta desde Euskadi, que es la realidad que más conozco, pero siempre con todo respeto a las diversidades que existen en el Estado, que tienen sus propios caminos, sus propios tiempos y sus propias necesidades”, argumenta Urkullu en el mensaje publicado en las redes, en el que añade que la vía de la CAV es la de la foralidad: “Nuestro camino es el foral, actualizando y profundizando los Derechos Históricos amparados por la Constitución. Cada uno deberá buscar el suyo para encontrar su acomodo en un modelo territorial que, no cabe duda, debe ser nuevo”.

En opinión del lehendakari, los diferentes modelos de autogobierno no están reñidos con la igualdad de los ciudadanos en derechos. “Nadie es más que nadie, no hay comunidades de primera y de segunda, podemos ser iguales en derechos y dignidad y, a la vez, distintos en la forma de articular nuestro autogobierno y de relacionarnos con las instituciones del Estado. No es algo necesariamente contradictorio y hay que trabajar para superar esta aparente y no insalvable contradicción”, recoge.

Por ello, llama a no confundir “igualdad con uniformidad”, lo que cree que ha sido “perjudicial para la convivencia en un Estado consustancialmente diverso”. “El reto es difícil pero no imposible”, añade, antes de reclamar “diversidad sin discriminación y un marco jurídico para la institucionalización de cada realidad política y jurídica según sus propias características y necesidades”.

“Ni mejores, ni peores”

En otro pasaje de su reflexión, Urkulu reitera que los vascos “no somos ni mejores ni peores” que nadie, “pero queremos adoptar nuestras propias decisiones”. Acto seguido, defiende que “para avanzar en el bienestar, habrá que avanzar también en el autogobierno”.

Recuerda el lehendakari que el modelo territorial inicialmente diseñado a finales de los años 70 “era asimétrico pero no discriminatorio, porque las diferenciaciones no eran arbitrarias”; modelo que después “se intentó armonizar” con la LOAPA y el llamado café para todos.

Por último, Iñigo Urkullu lamenta que las dificultades “comienzan inmediatamente” siempre que se intenta redefinir o repensar el modelo territorial del Estado español. En cualquier caso, ve imprescindible su reforma, porque “el actual modelo, a pesar de sus avances, sigue sin conseguir un encaje de las distintas realidades nacionales en el Estado”.