¿Una secta destructiva y peligrosa?

Ostracismo social a los exmiembros que provoca consecuencias psicológicas graves, ocultación de abusos sexuales... la asociación de víctimas de los Testigos de Jehová, formada por “apóstatas” o exmiembros de la congregación religiosa acusan de secta “peligrosa” a la misma, por la normativa interna, y el excesivo control sobre sus miembros.

Acusaciones que han provocado una guerra judicial con la Organización religiosa. Y es que los Testigos de Jehová han interpuesto un total de cuatro demandas contra la asociación. La primera de todas acabó con una sentencia del Juzgado de 1ª Instancia número 1 de Torrejón de Ardoz (Madrid), que condenó al secretario de la asociación, Enrique Carmona, al pago de 5.000 euros.

Aunque el juez avaló muchas de las palabras que habían ofendido a los religiosos, sí consideró que las palabras “secta peligrosa” y “la peor de las sectas” para referirse a la confesión eran “claramente desproporcionadas y manifiestamente injuriosas” y suponían una intromisión ilegítima en el derecho al honor. Sin embargo, otra de las sentencias sí avala el derecho de los “apóstatas” a llamar secta, o secta destructiva a los Testigos de Jehová, ya que considera que los ampara el derecho a la libertad de expresión, y tilda los hechos que denuncian como veraces. De hecho, la magistrada hace hincapié en que muchas de las acusaciones, según apunta el abogado de la asociación de víctimas, son “hechos delictivos”.

La organización religiosa, que declinó dar su valoración a este periódico, refleja en su propia página web que “no dejamos de tratarnos con quienes, tras haberse bautizado como testigos de Jehová, dejan de predicar y de reunirse con la congregación. Al contrario, nos esforzamos por reavivar su espiritualidad y por animarlos a regresar”.

Sin embargo, la asociación de víctimas rechaza esa afirmación y sostiene que “los familiares Testigos y los amigos cultivados a lo largo de los años tienen orden de dejar de hablar con esa persona expulsada. Por lo tanto, es víctima de ostracismo social y familiar. La pena por violar esta norma es sufrir un comité igualmente. La persona pierde todos sus afectos o apegos, llevándola al borde de un precipicio emocional”, una acusación a la que la sentencia da la razón al confirmar que se trata de veraz.

Transfusiones

El amparo en la libertad de expresión para tildar de secta a los Testigos de Jehová no es el único aspecto de la organización religiosa que ha llegado a los tribunales en los últimos meses. Y es que una mujer Testigo ha interpuesto una denuncia contra España en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos porque un hospital madrileño le realizó transfusiones de sangre en contra de su voluntad con el aval de un juzgado de guardia.

Los médicos, al enterarse de que era testigo de Jehová, contactaron con el juez de turno para recibir instrucciones. El magistrado desconocía la identidad de la paciente y sus deseos, y autorizó los procedimientos médicos que fueran necesarios para salvar su vida, motivo por el cual ha decidido acudir a los tribunales europeos. Y es que la organización religiosa rechaza las transfusiones, “porque la Biblia manda abstenerse de la sangre”. Sostienen además que “siempre hay alternativas en Sanidad a una transfusión” “y que si alguien se muere, es porque el médico tarda en ofrecértelas”.