Un Mundial para trasnochar

Actualizado hace 2 minutos

La FIFA anunció ayer el calendario exacto de los 104 partidos que definirán el ganador de la edición número 23 del Mundial de fútbol. El campeonato disputado en Canadá, Estados Unidos y México arrancará con el partido entre México y Arabia Saudí a las 21 del horario español y concluirá el 19 de julio en el 'MetLife Stadium' a la misma hora. Una inauguración y clausura nocturna para el público europeo que, sin embargo, no esconde uno de los grandes temas del torneo: los horarios locales y el impacto del clima en pleno verano norteamericano.

El máximo organismo de fútbol ha presentado los horarios en una gala que ha tenido invitados de lujo como Francesco Totti, Ronaldo Nazario o Hristo Stoichkov, entre muchos otros. El brasileño levantó las sonrisas del público presente con su atrevido inglés y habló de lo que significa esta competición para él: "El Mundial es una competición especial para los fans y para mí", declaró. El '9' es una de las figuras más recordadas en las Copas del Mundo por su doblete ganador en la final en 2002 frente a Alemania.

Pero más allá del brillo del evento, lo que realmente ha acaparado la atención es la particular estructura horaria del Mundial más grande jamás organizado. La ampliación a 48 selecciones y la celebración simultánea en tres países con husos horarios distintos provoca que, para los aficionados españoles, los partidos se repartan en diferentes franjas horarias, algunas de ellas a altas horas de la madrugada.

Esto se explica por el baile de relojes en Norteamérica. Las sedes del Este de Estados Unidos —como Nueva York, Filadelfia o Boston— han programado muchos de sus encuentros a primera hora de la tarde local.

En lo que respecta a la Selección Española, la FIFA también confirmó los horarios definitivos de sus tres encuentros de la fase de grupos. España debutará el 15 de junio a las 18:00 hora peninsular frente a Cabo Verde en Atlanta —12:00 del mediodía en horario local—, un horario cómodo para el aficionado español y que, además, evita las horas de mayor bochorno en esa zona del sureste estadounidense. Seis días después, el 21 de junio, repetirá escenario y también franja horaria en un duelo ante Arabia Saudí que puede resultar clave para encarrilar la clasificación. Sin embargo, el horario del cierre del grupo será mucho más exigente: 'La Roja' se enfrentará a Uruguay el 26 de junio a las 03:00 de la madrugada, en Guadalajara, México, que corresponden a las 20:00 de la hora oficial en la sede.

Por su parte, Francia y Argentina, dos de las máximas favoritas al campeonato, jugarán todos los partidos en Estados Unidos. Los galos jugarán en Nueva Jersey, Philadelphia y Boston, mientras que los actuales campeones del mundo jugarán uno de sus encuentros en Kansas y dos en Dallas.

La idea de Tuchel contra el calor

Si bien el mundo del fútbol tendrá unos anfitriones a la altura con estadios equipados con la última tecnología, el calor y la humedad serán las principales amenazas del torneo, como ya se vio en el Mundial de Clubes disputado este mismo verano.

Tal es la preocupación, que algunos seleccionadores ya planean ideas para combatir este 'hándicap'. Thomas Tuchel, seleccionador de Inglaterra, reconoció en una reciente entrevista que está preocupado por las temperaturas extremas que podrían registrarse en varias sedes, con temperaturas que podrían superar los 40 °C y una humedad cercana al 90 % en pleno julio norteamericano.

Ante estas condiciones, el técnico alemán señaló que evaluará mantener a algunos suplentes en el vestuario hasta el último momento, evitando que se expongan demasiado al calor antes de saltar al campo. Además, su equipo prepara estrategias para aclimatar a los jugadores, incluyendo entrenamientos específicos que simulan el calor y la humedad que se esperan en las ciudades sede. Tuchel advirtió que este factor no solo influirá en la condición física de los futbolistas, sino también en el ritmo de los partidos y la táctica. Con todo esto, las pausas de hidratación volverán al ruedo y serán una de las claves de esta edición.

Además del calor y la humedad, los equipos deberán adaptarse a largas distancias de desplazamiento entre sedes, lo que sumará un factor de fatiga extra.