Un Amorebieta sin pegada cae en Balaídos ante el Celta B

La Sociedad Deportiva Amorebieta volvió a caer derrotada en la jornada de ayer ante el filial del Celta en Balaídos por 3-1. Los de Julen Guerrero, que llegaron a igualar el tanto inicial de Fer López, fueron diluyéndose con el paso de los minutos en la segunda mitad. Primero Tincho tras la reanudación y después Jordi Escobar con el partido llegando a su fin dieron 3 puntos al conjunto de Fredi Álvarez que le sirven para salir de los puestos de descenso, sumar su primera victoria de la temporada en casa y dejar al Amorebieta en una situación delicada.

Sin mordida en ataque

Las acciones ofensivas de los azules se contabilizaron ayer a cuentagotas. La ocasión más clara del encuentro, y que además terminó en gol pero fue anulado por mano previa, llegó en el minuto 15 de encuentro. Julen Jon Guerrero se llevó un duelo aéro y envió de cabeza el balón hasta la posición de Álvaro Marín, que, desmarcado, se llevó el esférico pero ayudado con los brazos para batir por bajo en el mano a mano a Marc Vidal. El colegiado del encuentro anuló el gol y ahí se terminaron las opciones de peligro de los visitantes hasta el último minuto de choque.

Golpeó primero el Celta con un balón cruzado que se coló por debajo de las manoplas de Marino en una jugada en la que los visitantes pedían una falta previa. Con el resultado adverso creció el equipo de Guerrero, que sin opciones claras pero con más balón intentaron batir la meta rival. Antes del descanso, el Amorebieta redujo la distancia gracias a un gol en propia meta de Yoel, que introdujo el balón en su portería al intentar despejar un buen centro lateral de Hervías que buscaba de nuevo a la referencia de los zornotzarras. 

La segunda parte tuvo un claro color azul, aunque no el de los vizcaínos. Los celestes se hicieron con la manija del encuentro y no tardó en llegar el segundo del duelo para los locales. Con más corazón que cabeza intentaron los visitantes internarse en área rival, pero tampoco los cambios surtieron el efecto deseado. Con el partido llegando a su fin, Jordi Escobar controló el balón en la frontal del área y, con espacio, se perfiló para lanzar un zurdazo lejos de la posición de Unai Marino.