Todos los tramos de la Y vasca estarán terminados en el primer semestre 2025. Así lo ha anunciado este miércoles el secretario de Estado de Transportes y exalcalde de Irun, José Antonio Santano, durante su intervención en el Forum Europa. Tribuna Euskadi. Este ha sido el marco escogido por el consejero vasco de Planificación Territorial, Vivienda y Transporte, el también socialista Iñaki Arriola, para confirmar que en 2026 comenzarán las obras del ‘supertúnel’ que unirá Basauri con la estación soterrada de Bilbao-Abando, merced al acuerdo suscrito a finales de noviembre de 2023 entre los gobiernos español y vasco. Asimismo, ha asegurado que el tramo guipuzcoano Hernani-Astigarraga concluirá esta legislatura, a la que le quedan ya pocas semanas.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) acaba de someter a información pública del estudio informativo del corredor de 6,2 kilómetros que permitirá el enlace soterrado desde el tramo Galdakao-Basauri que ya está ejecutado con la estación Bilbao-Abando por debajo de la AP-68 y el río Bolintxu, cuya fecha de ejecución continúa siendo una incógnita. La previsión es que las obras del supertúnel podrían estar completas en el año 2033 y costará 280 millones de euros. No obstante, queda pendiente conocer los plazos del proyecto para la nueva estación bilbaina que está redactando Idom, después de que el Ministerio aprobase en enero de 2023 el estudio informativo y la declaración de impacto ambiental.
Convenio entre Madrid y Gasteiz
El convenio suscrito el año pasado entre los ejecutivos de Madrid y Gasteiz es una pieza clave en la culminación de una infraestructura ferroviaria que supondrá una inversión global de 4.000 millones de euros sin contar los accesos y estaciones de Bilbao y Gasteiz, que sumarían otros 2.000 millones. Y es que habilita al Gobierno vasco para empezar a actuar en el territorio de Bizkaia. Los trabajos se realizarán de acuerdo con el estudio informativo aprobado en enero de 2023 por el Gobierno español y se centran en la creación del corredor de acceso en ancho estándar a la estación de la capital vizcaína.
La redacción de los proyectos se estima en 5,2 millones de euros (IVA incluido), y las obras en 208,02 millones de euros (IVA incluido). En total, el presupuesto aproximado para la parte que asumirá el Gobierno vasco, que además incluye la reposición de servicios afectados, los costes de integración ambiental, seguridad y salud entre otros, asciende a 226,52 millones.
Tramo guipuzcoano
Respecto a los tramos en los que trabaja el Gobierno vasco en Gipuzkoa, Arriola ha señalado que la previsión que maneja Eusko Trenbide Sarea (ETS) es que la obra del tramo Hernani-Astigarraga pueda estar finalizada “antes de que acabe la legislatura”, a la que le quedan pocas semanas. La última previsión era el primer semestre de 2024. El tramo, de 2,4 kilómetros de longitud, que supondrá una inversión de 94 millones de euros, consiste en la inserción de las vías de ancho internacional entre las ya existentes de ancho convencional, tras lo cual, continúan hacia la estación donostiarra de Atotxa, por la plataforma con el tercer carril, de ancho mixto. Se calcula que se culminará esta estación a finales del 2025.
Al contrario que en el caso de los trabajos de la nueva red ferroviaria vasca encomendados al Ejecutivo autonómico con anterioridad y que se concentran en el ramal guipuzcoano, los trabajos de este convenio no serán financiados vía Cupo, sino que formarán parte de los presupuestos de ADIF Alta Velocidad, que realizará los pagos de forma trimestral, conforme se vayan ejecutando los trabajos.
Adif Alta Velocidad, por su parte, será la encargada de la superestructura -vías, electrificación, instalaciones de seguridad y comunicaciones e instalaciones de seguridad no ferroviaria, con un coste estimado de 53,59 millones-, así como de la aprobación definitiva del proyecto constructivo, su supervisión y recepción de las obras. El convenio contará con una vigencia de diez años prorrogables otros siete y su cumplimiento será analizado a través de una comisión de seguimiento que se reunirá al menos una vez al año.
“Sociedad cansada y enfadada”
El consejero, al igual que Santano, ha reconocido que la ciudadanía vasca está "cansada, enfadada y suspicaz" con la duración de las obras de esta infraestructura, que comenzaron en 2006, y ambos han asegurado que "el horizonte está más despejado" y que "se alumbra el final". No obstante, ambos han admitido que "todavía quedan años" para que la gente pueda usar el tren.
En este punto, Arriola ha criticado al PP por "apremiar" al Gobierno español con el fin de las obras y mantuvo que los ‘populares’ han hablado mucho de la alta velocidad vasca pero han “hecho poco cuando gobernaban en España". Según ha dicho, el "interés" del PP con el TAV se puede apreciar en las "bajas cantidades presupuestadas" durante sus mandatos, mientras que cuando ha gobernado el PSOE dichas cantidades "se incrementaban considerablemente". "Mejor que se callen", ha recalcado para añadir que "ha habido momentos durante estos años en los que el Gobierno Vasco invertía más en la encomienda del tramo guipuzcoano que el ministerio en el resto del trayecto".
Iñaki Arriola también ha salido al paso de quienes critican que el TAV estará en marcha sin que esté construida la conexión en alta velocidad entre la capital alavesa y Burgos, y mantuvo que, aún así, se reducirán los tiempos del viaje a Madrid porque "en algunos tramos ya existe la línea de alta velocidad".