Plegado el peñón, el Penone, enroscada la carretera, repleta la montaña de terrazas de suelo permeable de dolomita calcárea, donde crece la alegría vinícola, Geraint Thomas, campeón del Tour de 2018, experimentado, con larga vida, charló con Romain Bardet, que sugirió una bajada con riesgo para romper con todo. El francés, vencedor del Tour de los Alpes dos años atrás, miraba al futuro a partir de la valija diplomática.
Trataba Bardet de seducir con su discurso a Thomas, de enredarle. El galés se llevó el dedo al oído y comenzó su charla con el coche de equipo. No quería interrupciones del galo, que le conminaba a que colaborase. Le ordenaron que no contribuyera a la revolución francesa. Se acomodó Thomas como si estuviera en un chester, en el patio trasero del grupo.
Esperaba a Tobias Foss, un rodador portentoso, campeón del Mundo de contrarreloj en 2022, que se apuró en el Penone. El noruego enlazó tras el descenso y descorrió la llegada de Cortina con un triunfo sobre Harper y Chaves, a los que derrotó en el final de un grupo escaso, de apenas once dorsales.
Antes de las maniobra de Thomas era minúsculo, con Bardet, Tiberi, Chaves, Harper y el propio galés. Thomas, que creció en la pista, sabía que le faltaba chispa, que a su edad baja el reprís. Diésel, de aliento largo, Thomas aguardaba la potencia de Foss, que sometió a todos.
Esa fue la respuesta de Thomas a la arenga de Bardet, un tipo eléctrico que deseaba una llegada favorable para sus intereses para embocar en Cortina. El galés manejó la crisis, el choque de deseos, con paciencia y determinación. Vino a decirle al galo que él no iba a secundar su planteamiento, que tenía otros planes.
Asier Etxeberria, en fuga
En ese tiempo de consultas, los que se quedaron colgados del alero de la montaña, se adhirieron a la vanguardia, surgida en la bisagra del Penone después de que se agitara la subida una vez cauterizada la fuga en la que Asier Etxeberria dejó su sello con el impulso propio que mueve a los aventureros.
La bandera del Euskaltel-Euskadi, a media hasta por la retirada de Ibai Azumendi del ciclismo debido a problemas cardíacos, era suya hasta que la realidad la arrió. O’Connor, Thomas y Bardet compartieron el final con la primera selección del Tour de los Alpes, carrera que lidera Foss tras el impulso de Thomas.