Aunque vivimos en una sociedad muchísimo más concienciada en la lucha contra el acoso escolar, los casos del también llamado 'bullying' no hacen más que aumentar. El Instituto de Política Social ha denunciado el aumento vertiginoso, de un 35%, en los casos de acoso sexual y bullying en los centros escolares. Llama la atención que un 40% de colegios no tienen un protocolo claro de actuación.

¿Qué hacer, además, cuando ese acoso parte de personas adultas? Es lo que vivió Olaia, la hija de Susana Martínez, que narra en "Señaladas" la dura lucha que tuvo que emprender para defender a su hija de exclusiones, insultos, desprecios y vejaciones. Un caso singular, porque ese acoso lo iniciaron personas adultas, madres de otros niños del colegio que utilizaron a Olaia como un mero instrumento para dañar a su madre. El calvario empezó cuando la niña tenía 3 años, como nos ha contado Susana en Onda Vasca con Txema Gutiérrez: "Las madres no encajamos. Un día una chilló a mi hija y discutimos sin saber que ese día cavé la tumba de mi hija". Ahí empezó un calvario que se prolongó durante 5 años y que incluyó una consulta en Psiquiatría Infantil donde le dijeron que su hija "tenía la autoestima y la confianza rotas".

Terminaron cambiándose de colegio y mudándose a otra localidad. Lo vivido no se olvida, pero el dolor se ha calmado: "Mi mensaje para las familias que están sufriendo esto es que de esto se sale. Es una herida que no se olvida, pero no duele".