Acercándose como objetivo primordial alcanzar la neutralidad climática para 2050, Bizkaia ha comenzado a trabajar en el diseño e implementación de mecanismos que le permitan alcanzar esta meta. En un intento por aglutinar la diversidad biológica y paisajística con los aspectos socioeconómicos y culturales de la región, la Diputación Foral se encuentra actualmente perfilando uno de sus proyectos más ambiciosos hasta la fecha: erigir para el territorio histórico de Bizkaia una Infraestructura verde-azul.
Esto es, una red ecológica que integre zonas naturales, seminaturales y otros elementos ambientales para contribuir a mejorar la calidad ambiental de la región y los paisajes que la conforman.
"Se trata de una inversión de futuro en los ecosistemas que promete contribuir a la adaptación del territorio a los efectos climáticos, asegura Carlos Garrido, técnico de la Dirección General de Medio Ambiente de la DFB.
Aunque el proyecto se encuentra aún en su fase inicial, hay que destacar iniciativas como las desarrolladas en el marco del proyecto europeo Urban Klima 2050, como la recuperación del entorno de Tonpoi, en Bermeo; la adaptación del río Estepona para la gestión de inundaciones en Bakio o la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza en Punta Zorrotza en Bilbao.