“Sin nanotecnología no habría la vacuna del covid, ahora es el turno de la tecnologías cuánticas”

El CIC nanoGUNE refuerza su actividad con la creación de un nuevo grupo de investigación y un acuerdo de colaboración con la empresa gacela británica Quantum Motion, referente en el desarrollo de hardware cuántico. Se construirá una nueva torre –The Quantum Tower– para dar cabida a los laboratorios del nuevo grupo de investigación, liderado por el físico navarro Fernando González-Zalba, y personal de Quantum Motion. El objetivo del laboratorio es el diseño y desarrollo de ordenadores cuánticos, los cuales prometen ayudarnos a resolver problemas de alta complejidad computacional como son el diseño de nuevos fármacos o la producción de nuevos materiales sostenibles. Con este nuevo grupo, nanoGUNE apuesta directamente por el desarrollo de esta tecnología revolucionaria que puede tener un gran impacto en la sociedad y en el ecosistema local. Qué mejor manera de conocer los entresijos del nuevo laboratorio y de la ciencia que estudia la manipulación de la materia a nanoescala que de la mano del director general de este centro de investigación puntero, Jose María Pitarke

El CIC nanoGUNE da un nuevo paso en su consolidación como referencia mundial en nanociencia. ¿Qué aportará el nuevo laboratorio? 

Es un laboratorio en el que se van a diseñar y producir chips cuánticos, es entrar en la carrera del diseño del hardware para la computación cuántica. 

Supongo que es consciente que a la gente de pie se le escapa conceptos como hardware cuántico, ¿cómo lo traduciría a escala mundana? 

Con el término hardware nos referimos a los chips, a los procesadores, como los que hacen funcionar los dispositivos electrónicos que manejamos a diario, un teléfono móvil, el ordenador, los coches... Nuestro objetivo es diseñar esos procesadores pero no con la tecnología actual sino con una nueva tecnología basada en ciertos principios de la física cuántica, lo que nos permitirá dar un salto cualitativo en computación, por ejemplo, también en sensórica. Mientras que en la computación actual todo se basa en el bit, que puede ser 0 o 1, en las tecnologías cuánticas todo se basa en el cubit o bit cuántico que de alguna manera se puede encontrar en una superposición de ambos (0 y1). En resumen, lo que vamos a hacer en nanoGUNE son los chips cuánticos que permitirán construir esos ordenadores cuánticos llamados a dar un salto cualitativo en la carrera actual de la electrónica y la computación.

Y hablando es escala, se dice que el futuro en cierto modo vendrá dado por los avances que se produzcan en el control de la materia. ¿Qué ha aportado ya la nanociencia?

La nanociencia y la nanotecnología están ya presentes en todas las áreas de nuestras vidas, es totalmente transversal. Los dispositivos electrónicos que tenemos hoy en día habrían sido impensables sin la nanotecnología. En nanomedicina, en la que también trabajamos, se están dando muchos avances, aunque sigue siendo una apuesta a largo. La vacuna contra el covid es pura nanotecnología. También se está avanzando mucho en la liberación controlada de fármacos y en el desarrollo de diminutos nanorobots que se introducen en el cuerpo humano para realizar diagnósticos o aplicar terapias personalizadas, entre ellas contra el cáncer. En almacenamiento de energía, en materiales.... Y otro ejemplo es lo que estamos haciendo ahora, aprovechar la capacidad que tenemos de manipular la materia a la nanoescala para desarrollar los cimientos de las llamadas tecnologías cuánticas. 

En 2004 se dijo que el descubrimiento del grafeno por Geim y Novoselov lo cambiaría todo. ¿Cuán mágico ha sido realmente este material?

Es una buena pregunta, porque parece que estamos lanzando cosas que lo van a cambiar todo y luego no cambian de un día para otro. Efectivamente, el grafeno se descubre en 2004, en 2010 Geim y Novoselov ganan el Nobel de Física y también en 2010 en nanoGUNE lanzamos la empresa Graphenea, líder mundial en la producción de grafeno y el desarrollo de tecnologías basadas en el grafeno. ¿Se están cumpliendo las expectativas? El grafeno ha entrado ya en el mercado, sobre todo de los materiales, si bien no se ha dado aún ese salto cualitativo que algunas voces auguraron hace diez años. Los grandes cambios no se dan de un día para otro, las cosas van poco a poco. Se está avanzando mucho y el grafeno sigue siendo un material prometedor. Por otra parte, a partir de su descubrimiento se han desarrollado otros materiales con una sola capa de átomos, es decir, lo más fino que uno pueda imaginar, un millón de veces más finos que una hoja de papel, y que también están permitiendo avanzar en varios frentes. El grafeno es parte de la nanotecnología y tiene aplicaciones en todo. ¿Nos ha cambiado el mundo? No, que yo sepa todavía no, pero se ha avanzado mucho.

El CIC nanoGUNE acaba de alcanzar su mayoría de edad. ¿Qué balance hace de estos 18 años? 

Efectivamente, el CIC nanoGUNE se constituyó en 2006 aunque se inauguró en 2009. El balance es claramente positivo porque hemos avanzado en todos los frentes. Uno es el frente de la investigación más fundamental, hemos logrado estar en la cresta de la ola de la investigación en nanociencia a nivel mundial, lo cual nos permitió en 2010 entrar en la carrera del grafeno con el lanzamiento de Graphenea y ahora nos está permitiendo entrar en la carrera de las tecnologías cuánticas en colaboración con Quantum Motion, una empresa británica ubicada en Londres, top mundial en el desarrollo de chips cuánticos.

Además de realizar investigación de frontera, nanoGUNE se ha convertido en un agente importante en la industria vasca e internacional. 

Contamos con más de una treintena de patentes, muchas de ellas ya licenciadas a empresas para su explotación, hemos lanzado siete start-ups, como Graphenea o BioTech Foods, una start-up fundada en 2017 con la misión de producir y comercializar carne cultivada. También estamos colaborando con muchas empresas a nivel internacional, como Intel, y a nivel local. Y hemos formado a un gran número de personas investigadoras que han accedido después al mundo académico y al mundo de la empresa de nuestro entorno. 

¿Cómo ve el centro en los próximos 18 años?

Difícil (se ríe). ¿Pensábamos en 2006 que en 2010 íbamos a entrar en la carrera de la producción de grafeno? No, no teníamos ni idea. ¿Íbamos a trabajar en ese campo? Sí, pero ¿que Graphenea se iba a convertir en líder mundial? Ni idea. ¿Cuándo inauguramos en 2009 pensábamos que íbamos a estar en la carrera de la computación cuántica? Pues ni idea, entonces se empezaba a hablar de estos temas, pero en 2009 no teníamos ni idea (ni nosotros ni nadie) de la apuesta mundial que se está haciendo actualmente por las tecnologías cuánticas. O sea, que es muy difícil predecir el futuro. Dicho esto, creo que dos grandes apuestas de los próximos años son la computación cuántica y la nanomedicina. Hemos contribuido ya en el campo de la nanomedicina, pero se trata de una apuesta a largo y es seguro que en la próxima década se darán grandes pasos, en liberación controlada de fármacos y nanobiorrobótica por ejemplo. 

Como sabe, el nuevo Gobierno vasco tendrá por primera vez con un Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación. ¿Qué opina?

Comparto totalmente la decisión del Gobierno, creo que es una muy buena noticia dada la relevancia que juega la ciencia en el desarrollo y bienestar de la sociedad. Se ha avanzado mucho en ciencia los últimos años, se han tomado grandes iniciativas en favor del desarrollo científico-tecnológico desde el Departamento de Educación, desde el Departamento de Desarrollo Económico, se creó el Consejo Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación, etc. La creación ahora de un Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación representa una gran oportunidad para el avance de la ciencia en el País Vasco. Veremos.