"Si Sánchez pone pegas al avance de derechos, supondrá abrir la puerta a la extrema derecha"

Pese a perder su escaño en el Congreso, asegura que está muy ocupada construyendo la confluencia de “fuerzas políticas de la izquierda vasca transformadora” para las autonómicas en Euskadi.

El ministro de Asuntos Exteriores ha dicho que Ione Belarra no es una “voz autorizada” para hablar de política exterior tras la polémica con la embajada israelí. ¿Pueden hablar de este tema o no?

Podemos tiene un proyecto propio y una de nuestras señas de identidad siempre será la defensa de los derechos humanos. En ese sentido, creo que ha sido muy acertado que nuestra secretaria general se posicionara de manera firme y contundente para presionar a Israel para que pare el genocidio contra los palestinos y las palestinas.

Proponen aplicar una serie de medidas de presión a Israel.

Sí, hay que poner ya encima de la mesa todos los instrumentos tanto desde el Estado como desde la UE, porque cada día estamos viendo bombardeos masivos y un castigo colectivo a los palestinos. Hablamos de sanciones económicas, de embargar armas y, desde luego, poner en marcha todos los mecanismos diplomáticos para parar a Israel y que no continúe la masacre. 

Sobre la investidura de Sánchez, se habla sobre todo de la amnistía pero sigue la negociación con el resto de fuerzas, como Podemos.

Ahora mismo se está trabajando para conseguir los votos necesarios para conformar ese gobierno de coalición y que sea progresista y plurinacional. Podemos ha insistido mucho en que debe tener una agenda social ambiciosa. Las familias lo están pasando mal, cada vez cuesta más llegar a fin de mes y hay que tomar medidas para bajar la cesta de la compra, contener la subida de las hipotecas, congelar los alquileres, subir el SMI a 1.500 euros... Eso tiene que estar en el centro de las negociaciones y Podemos va a intentar que así sea. 

Belarra ha asegurado que, de cara a la investidura, los votos de Podemos no están directamente vinculados a los de Sumar. ¿Es posible que partan peras en este asunto?

Podemos lo que está reivindicando es que ese gobierno no solo se dedique a temas que pueden ser importantes como la amnistía o los conflictos territoriales. En el centro de las negociaciones tiene que estar, insisto, una agenda social ambiciosa que responda a las necesidades urgentes de la ciudadanía.

Entre esas exigencias de Podemos, ¿está que Irene Montero continúe como ministra de Igualdad en la nueva legislatura?

El avance en derechos feministas también es una seña de identidad de nuestra fuerza política. De hecho, aquí en Euskadi tenemos una convocatoria de huelga para el 30 de noviembre por el movimiento feminista que desde luego vamos a acompañar y a apoyar. Es muy importante que el gobierno de coalición, además de esa agenda social ambiciosa, tenga una hoja de ruta de avance en derechos feministas.

Podemos es el socio de Sumar que marca mayor perfil propio. Al mismo tiempo, Podemos Euskadi ha sido desde el principio uno de los principales valedores de la coalición de Yolanda Díaz. Parece que navegan entre dos aguas.

No, en su momento Podemos fue quien decidió que Yolanda podía ser la líder de nuestro espacio político, y no es más o menos reivindicativo que otras fuerzas políticas, ahí no me meto. Lo que sí entendemos es que somos un instrumento de transformación social y nuestro objetivo prioritario es poder avanzar en derechos y transformar una sociedad, la vasca en este caso, cada vez más desigual. Por lo tanto, hay que articular nuevas políticas que respondan a esas necesidades. 

¿Será posible articular la Ley de Amnistía que exigen Junts y ERC para dar su apoyo a Sánchez?

Desde luego hay que sentarse a dialogar, siempre hemos apostado por la desjudicialización del conflicto catalán, que es un conflicto político y por tanto tiene que tener una solución política. En ese sentido, vamos en la buena dirección y espero que se llegue a un acuerdo. 

¿Existe el riesgo de que Sánchez sea investido pero que su Gobierno tenga unos cimientos tan débiles que no pueda perdurar?

Tiene que ser un Gobierno estable y que perdure, pero también debe tener una hoja de ruta clara de avance de derechos para las mayorías sociales. Ahora hemos parado a la extrema derecha pero, si el señor Sánchez pone pegas o tiene dudas en ese avance de derechos, supondrá abrir la puerta a la extrema derecha. Por eso es tan importante esa agenda social ambiciosa con medidas que respondan a las urgencias de las mayorías sociales que tienen que ver con el día a día, con el ámbito laboral, con pagar la casa a través de una hipoteca o un alquiler, con ir al supermercado y poder llenar la cesta de la compra, etc. 

Ha dicho que, en cualquier caso, será una legislatura más complicada porque en la anterior había una mayoría de izquierdas y ahora entran en juego otros actores.

Sí, por eso es tan importante tejer complicidades y acuerdos entre todas las fuerzas políticas. Ahora en el Congreso no hay una mayoría de izquierdas porque fuerzas políticas democráticas que van a apoyar supuestamente esa investidura son conservadoras, liberales y de derechas. En ese sentido, va a ser más difícil sacar adelante medidas que supongan avances en derechos y, sobre todo, acabar con ciertos privilegios para las élites económicas. 

El PP demostró la semana pasada que está dispuesto a utilizar su mayoría absoluta en el Senado para ejercer de contrapoder.

Ya estamos acostumbradas a que el PP haga un uso partidista y privativo de las instituciones. Lo ha hecho con el CGPJ no renovando sus cargos, lo tiene secuestrado, hay que decirlo así de claro, y en el Senado hizo lo mismo, un uso totalmente partidista para hacer de ariete contra el Gobierno y la amnistía.

El partido de Feijóo también ha recuperado las protestas en la calle. ¿Teme que la crispación se instale en la sociedad?

La crispación está ahí, la vemos cada día y hay partidos políticos, como el PP y Vox, que constantemente están azuzándola en las instituciones y en la calle. Una diputada del PP en el Parlamento extremeño se dirigió el jueves a la parlamentaria de Podemos para amenazarla, cosa que ya está denunciada. Es un ejemplo de cómo quieren asustarnos y de cómo nos acosan, y desde luego no hay que dejar que este tipo de actuaciones se normalicen. 

El mundo de la cultura está en estado de alarma por los continuos recortes de libertades por parte de Vox como consecuencia de sus pactos de gobierno con el PP.

Como muchas otras cosas me parece una barbaridad. Vox es un peligro para la democracia y la libertad de expresión, y la protección de nuestra cultura en toda su diversidad es algo fundamental en un estado democrático. 

La Ley de Educación de Euskadi sigue su camino tras el rechazo de las enmiendas a la totalidad presentadas, entre otros, por su grupo parlamentario. ¿No hay ningún resquicio para el acuerdo?

Lo que se escenificó en el Parlamento es que el pacto que siempre ha existido entre el PNV y EH Bildu para proteger la privatización del sistema de educación vasco es el que importa, y a eso desgraciadamente también se ha sumado el PSE. Es una ley que trata lo privado y lo público de igual manera, confundiendo, y por lo tanto, preservando los intereses de la escuela privada. Nosotras no vamos a estar ahí, queremos para las próximas generaciones una Euskadi cohesionada, no una Euskadi a dos velocidades. Y esta ley lo que hace es perpetuar esa desigualdad entre nuestros niños y niñas, ahí está la segregación escolar.

La intención declarada del consejero de Educación, Jokin Bildarratz, es que la ley no se apruebe solo con el PNV y el PSE.

El trabajo que se hizo con el pacto educativo, donde realmente nosotros hicimos un gran esfuerzo, fue tejer y ampliar los contenidos para que respondiera a las necesidades educativas, poniendo a la escuela pública y la lucha contra la segregación escolar en el centro. Pero finalmente ha vuelto a imponerse el pacto entre el PNV y EH Bildu que prioriza la escuela privada y concertada y donde cada vez hay una mayor segregación escolar, y eso es un grave problema que van a sufrir los niños y las niñas.

De cara a las elecciones autonómicas de 2024, ¿concurrirán como Elkarrekin como en las municipales y forales, o dentro de la marca Sumar, como en las generales?

El proceso de Sumar se dio antes aquí con Elkarrekin al sumar a todas las fuerzas políticas de la izquierda vasca transformadora, en eso fuimos pioneras y de manera bastante exitosa. Entonces, lo que toca es proteger ese espacio político, consolidarlo y si puede ser, ampliarlo.

Hay partidos que se están dando prisa en elegir a su candidato a lehendakari. ¿Y en su caso?

Todavía no sabemos cuándo van a ser las elecciones autonómicas, está en manos del lehendakari. Lo que sí confirmamos es que las viejas recetas que se están aplicando no sirven, vemos cómo están nuestros servicios públicos y así no podemos seguir, necesitamos revitalizar la sanidad, la educación, los servicios sociales, cuidar nuestro territorio y el medio ambiente.

Desde el Gobierno vasco se considera que el nivel de huelgas y protestas en la calle no se corresponde con la situación económica y lo achaca a intereses partidistas.

Es una interpretación sesgada y nada respetuosa. Cuando un trabajador o trabajadora va a una huelga, con todo lo que supone, es porque realmente se ha intentado negociar y mejorar sus condiciones laborales y no ha sido posible. Es un instrumento de presión que además es un derecho fundamental y desde luego hay que respetarlo. El lehendakari se equivoca, debería sentarse a escuchar y buscar una respuesta porque esas movilizaciones son la expresión de un malestar social.

La expresión de rechazo tras el ataque a la tumba de Fernando Buesa ha sido enorme, da la impresión de que un acto así es impensable y no cabe en la sociedad actual.

Desde luego, es una actuación totalmente deleznable, un acto fascista donde todas las fuerzas democráticas vascas tenemos que ser firmes y denunciar este tipo de actuaciones que desde luego no nos representan como sociedad.