Economía

Seis trucos para pagar menos de luz si tienes radiadores eléctricos

Ahorrar en calefacción no es tan difícil si sigues estos consejos
Dos personas se calientan junto a un radiador eléctrico.
Dos personas se calientan junto a un radiador eléctrico.

Con la llegada de las bajas temperaturas los sistemas de calefacción de nuestras casas ya están a pleno funcionamiento para lograr calentar los domicilios y mejorar el confort de nuestras viviendas.

Muchos hogares disponen de calefacción individual con radiadores eléctricos, ya sea fijos o móviles. Tienen fama de ser caros (y más al precio al que está ahora la electricidad), pero también de ser una energía limpia y eficaz.

Como todo sistema, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre las primeras, que son radiadores baratos de comprar, que tienen una instalación fácil y rápida, ya que sólo necesitan un enchufe cerca, que ocupan poco espacio, y que proporcionan una energía constante sin problemas de suministro.

Entre los contras destacan que tienen una menor distribución uniforme del calor, que pueden consumir mucha energía y ser poco eficientes y que dependen en exceso de las variaciones del precio de la electricidad, constantes en los últimos años y disparados al alza.

Para impedir que se dispare tu factura de la luz si tienes este tipo de calefacción estos son algunos trucos fáciles de llevar a cabo y efectivos para pagar menos al final de mes.

Potencia adecuada

Dar a un radiador eléctrico la máxima potencia para intentar calentar una estancia cuanto antes no arreglará tu problema y si incrementará tu factura de la luz. Utiliza potencias intermedias y gradúalas paulatinamente. También comprueba que las capacidades caloríficas de tus radiadores sean los idóneos para el tamaño de la habitación.

Los radiadores eléctricos tienen un consumo generalmente elevado, que puede ser de hasta 2,5 kWh en pleno funcionamiento, pero si lo programas en funciones más bajas puede bajar a 1kWh y al estar encendida varias horas notarás un ahorro energético.

Controla el tiempo de encendido

Si quieres gastar menos en tu factura de la luz usando un radiador eléctrico, lógicamente lo ideal es tenerlo encendido sólo lo necesario. Para ello es conveniente contar con un radiador que te permita encenderlo a distancia o con una aplicación poco de entrar en la estancia y apagarlo minutos antes de salir de ella, ya que el calor se conserva un tiempo. Los más modernos cuentan ya con funciones de programación y temporización.

Además, si tienes contratada una tarifa eléctrica con discriminación horaria, probablemente te salga más a cuenta aprovechar esas horas más baratas para encenderla y mantener la estancia caliente.

Por la noche, salvo en casos muy excepcionales de temperaturas extremas, mejor apagar los radiadores.

Ubicación correcta

Muchas veces seguimos criterios estéticos o espaciales para colocar los radiadores. Buscamos comodidad, cercanía nuestro ligar de trabajo o descanso, un enchufe cercano, etc. Pero lo correcto desde el punto de vista de eficiencia energética es en una posición céntrica y alejada de puertas, ventanas y paredes, lo que permitirá que el calor alcance más área de forma más o menos homogénea y no derrochemos energía. También es aconsejable conviene evitar que haya objetos que puedan obstaculizar el flujo de calor, por ejemplo detrás del sofá o un mueble. Por supuesto nada de cubrir los radiadores con elementos decorativos.

Compara tarifas

Revisa las ofertas de las diferentes empresas comercializadoras para lograr tarifas de luz más baratas. Además de la tarifa regulada, cuyo precio está en alza en estos momentos, puedes comparar las distintas ofertas del mercado libre. En la siguiente tabla podrás ver cuáles son las tarifas del mercado libre más baratas a precio fijo, es decir, con un precio del kilovatio hora (kWh) que no cambiará en, al menos, un año. También es posible elegir dos potencias distintas, una para el periodo punta y llano (los más caros) y otra para el periodo valle (el más barato). Eso sí, asegúrate de que la potencia eléctrica que elijas es suficiente, ya que, si escoges una más baja de lo que necesitas, corres el riesgo de que se te salten los plomos.

Ventilación y puertas

Las estancias de nuestra casa necesitan un aislamiento eficaz y una venlitación correcta. En invierno debes ventilar a las horas con más temperatura exterior y con un máximo de 10-15 minutos si los termómetros están cercanos a los cero grados. Ventila mejor habitación por habitación, evitando corrientes de aire frías.

Si logras que la temperatura de la casa baje menos, menos necesitará el radiador para calentarla, lo que se traducirá en un apreciable ahorro.

Las puertas de estancias que no utilices, mejor cerrarlas para evitar fugas de calor.

Renovación

La evolución tecnológica en el sector es constante y puede ser que tengas un radiador ya obsoleto y que consume en exceso. Es mejor que eches cuantas y que con un profesional del ramo decidas si es conveniente renovar tus radiadores por otros más eficaces y con menor consumo. Los modelos de bajo consumo y conectividad salen rentables a medio y largo plazo.

2023-11-18T10:02:04+01:00
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