Navarra

Se abre el telón en Navarra: comienza Tdiferencia

La cooperativa teatral de mujeres produce y difunde cultura entre los rincones y recovecos de los pueblos navarros desde hace más de diez años
De izquierda a derecha, Conchi Redín, Iciar Irurtia, Ainhoa Ruiz y Maite Redín. Posan junto al atrezzo que almacenan.

El teatro, decía García Lorca, es “poesía que sale del libro para hacerse humana”. En esta ocasión, Ainhoa Ruiz, Iciar Irurtia y Conchi y Maite Redín son las mujeres que han hecho una compañía errante por Navarra, Tdiferencia.

Con un nombre que nació entre la casualidad y el aburrimiento, estas cuatro mujeres montaron en 2010 esta cooperativa de mujeres dedicadas a las artes escénicas, aunque con el tiempo, asegura Maite, “se ha ido convirtiendo en una gestora cultural”.

A pesar de tener una nave repleta de las escenografías que dibujan los recuerdos de Tdiferencia, las cuatro se sientan en una mesa blanca para organizarse: Ainhoa y Maite, la producción teatral (además Ainhoa se centra en los proyectos en euskera); Iciar, la comunicación y Conchi, la contabilidad.

“Desarrollamos proyectos de formación cultural propuestos por nosotras que se difunden por toda Navarra”, comenta Maite. Los tres pilares que componen la compañía son “producción teatral adulto, familiar e infantil, tanto en euskera como castellano, gestión cultural y trabajos a medias para instituciones públicas y privadas”.

Entre las bambalinas de Navarra han encontrado su vocación, la igualdad. “Tenemos un compromiso con las mujeres. Además, estamos en un momento de madurez que creemos poder servir como lanzadera de compañías de artistas jóvenes. Es nuestra obligación”. TDiferencia supone, para muchos, un paraguas para proteger a los artistas que viven en el mundo del teatro, que en ocasiones resulta inestable. “Queríamos que en Navarra nuestro oficio se considerara una profesión digna y queremos protegernos las unas a las otras”, comenta Maite.

“El teatro es una herramienta transformadora”. De esta manera, esperar transgredir los límites de la sociedad navarra, provocar “un antes y un después”. Para ello, todas aseguran que deben ser “esponjas” de todo lo que sucede en el mundo.

A la hora de producir obras, siempre se van a decantar por la comedia porque “creemos que la comedia es la verdadera forma de calar en las personas. Cuando se ríen y disfrutan, se abren y los mensajes se reciben con el corazón abierto y la mente relajada. A través del llanto nos podemos bloquae y dejamos de recibir información”. Y lo logran, aunque los temas que traten sean tan peliagudos como la violencia, desigualdad o violaciones. “No es algo fácil, pero es nuestra apuesta”.

KULTURA ERRANTE 

Actualmente, la compañía está trabajando en KUL, un proyecto que tiene como objetivo acercar la cultura al entorno rural; de ahí que el lema sea “cultura en el corazón del pueblo”. “Se trata de llevar la cultura que no son culturales”, comenta Iciar. Los tres escenarios en los que actualmente se encuentra Kul son una bodega en San Martín, una terraza en Sansol y un centro polivalente en Burgi.

Lo que han pretendido ha sido “convertir lugares de trabajo en espacios culturales durante el tiempo que no se utilizan para lo primero porque el medio rural no tiene espacio escénico”. Además, comenta Ainhoa, hay que destacar que “es el trabajo de las personas que apuestan por quedarse en espacios aislados”.

“Nos han abierto las puertas en todas partes. Por ejemplo en San Martín nos dieron hasta las llaves”, ríe Ainhoa. Por fortuna, el público ha entendido el propósito de Tdiferencia, que no es solo que los habitantes del pueblo en concreto pueda acceder a la cultura, sino que la gente se mueva y vaya a conocer los pueblos de Navarra. Tal y como señala Maite, “si yo hago un esfuerzo por irme a tomar una cerveza o comer en un restaurante a tres kilómetros, ¿por qué no hacerlo para disfrutar de la cultura?”.

Con fajas y a lo loco es una obra que cuenta con más de 250 funciones y pretende prevenir la violencia sexista en las edades tempranas. “Habla de los celos, de la relación entre madres e hijas, del amor mal entendido... una comedia loquísima y divertida con un mensaje muy importante. Para nosotras es un orgullo porque nos representa muy bien”, asegura Maite. Las cuatro se miran y sonríen. Es el estandarte de la compañía.

Además de las representaciones de la comedia, que tienen lugar los fines de semana, el proyecto KUL se completa semanalmente con muestras de pintura y fotografía de artistas del medio rural. “Cada tres semanas va rotando la exposición y recorren los tres espacios”, explica Iciar.

Desde Semana Santa han estado trabajando en los colegios de las tres zonas en representaciones que sirvieran como apertura de cada uno de los escenarios. Ainhoa cuenta que “durante una hora a la semana, los niños han tenido una actriz como profesora de teatro”. Aunque por circunstancias no ha podido concluir en lo que ellas esperaban, sí que han servido como muestra de fin de curso. “Queríamos que los niños se sintieran artistas de estos proyectos porque lo son y pueden serlo”.

El 30 de diciembre de este año (y 2 de enero en euskera) volverán al telón habitual en el teatro Gayarre con Las aventuras de Onín, una obra inspirada en la saga de Ibon Martín que ha nacido “de la cabeza de Maite”, comenta Ainhoa con modestia porque todas ellas son un “tándem creativo”.

Tdiferencia ha logrado su Ikigai, aunque, como ellas dicen, “habla más de nosotras lo que hacemos que lo que podamos decir”. Se abre el telón; que comience el espectáculo.

26/07/2023