Javier Eguzkiza Aretxabaleta (Bilbao, 1940 – 2018), elaboró durante décadas las estadísticas más rigurosas sobre las expediciones al Himalaya. Más conocido por su apodo "Kartajanari" (el Comedor de mapas), Eguzkiza fue una figura clave para entender el alpinismo de las grandes cumbres, aunque su trabajo permaneciera en el anonimato y nunca concediera una entrevista. "Era un especialista o se hizo un especialista en la historia del Himalaya y por extensión del Karakorum, de toda esa cadena en la que están concentrados todos los 8 miles del mundo", afirma Antton Iturriza, amigo de Eguskiza y miembro de la Fundación EMMOA.
A través de largos cuestionarios telefónicos con los alpinistas, Eguzkiza tomaba nota de los detalles de la expedición hasta tal punto de convertirse en un gran conocedor de la zona, "era capaz de visualizar qué es lo que les estaban contando y si era real o no", afirma Iturriza.
Kartajanari recopilaba "los datos fundamentales de la ascensión, la cumbre, la hora, etc, los años que tenía en protagonostia, y todo esto lo recogía en una ficha de cartón, de estas tradicionales que se guardaban en los archivos" en las que figuran nombres como Messner, Kukuczka, Ueli Steck, Edurne Pasaban o Juanito Oiarzabal.
Su legado, sin embargo, va más allá de estas fichas, ya que Kartajanari, donó a EMMOA más de 4.000 libros, "presumimos que es de las mejores bibliotecas, por lo menos europeas que hay sobre el Himalaya", a lo que hay que añadir una colección de sellos centrada en el tema montañero "extraordinariamente ordenados y muy muy vistosa".