“Queremos que la Fiscalía investigue lo que ocurre dentro de los Testigos de Jehová”

¿Qué supone la sentencia que confirma por primera vez que se puede llamar secta a los Testigos de Jehová?

Lo que viene a decir es que la ciudadanía, y más los exfieles tienen derecho a decir que consideran a este grupo religioso una secta o secta destructiva porque hay veracidad en cuanto a que hay un control excesivo. Cuando se entra hay un desconocimiento sobre las normas y las evaluaciones sobre las que van a estar sometidos. La sentencia dice que las manifestaciones de la asociación están dentro de la libertad de expresión porque hay un parte fáctica, y es veraz. Y los medios de comunicación han venido diciendo lo mismo durante 20 años. Además, sus propios textos llevan a pensar eso.

Sin embargo, hay otra sentencia contradictoria.

El otro juez nos da la razón en 13 puntos. Los Testigos (de Jehová) habían reclamado que se había vulnerado el derecho al honor cuando Enrique Carmona manifestó que se practica el ostracismo a los exmiembros, que hay ocultación de abusadores sexuales, que el ostracismo social o muerte social provoca trastornos psicológicos o ideas suicidas. En eso ganamos. Pero este juez considera de forma incoherente que como es una religión debidamente inscrita no se puede decir que es una secta peligrosa.

¿Por qué?

Lo hemos recurrido, porque si el propio juez dice que hay ostracismo social, y eso causa trastornos, qué menos que se llegue a la conclusión de que es una secta peligrosa. Pero la jueza de la sentencia de Torrejón de Ardoz sí que aceptó que hay veracidad de que es una secta destructiva y extremista porque hay un excesivo control que se realiza sobre sus miembros.

¿Qué testimonios ha conocido en la asociación de víctimas de Testigos de Jehová? Afirmaba que han provocado trastornos psicológicos.

Tienen trastornos de ansiedad, depresión graves. Ideas suicidas, intentos de suicidio... cuando se les echa quedan en el limbo, toda la vida han aprendido que lo que está fuera de los Testigos de Jehová, o sea nosotros por ejemplo, somos para ellos los mundanos, y somos del mundo de Satanás. Y cuando les expulsan quedan en el limbo, porque no son capaces de relacionarse con nosotros, y por otro lado no pueden entrar en el mundo de Jehová porque se les ha echado.

Explíquese.

Todo su círculo social les deja de hablar. Es una muerte social, se quedan solos en el mundo. Y sin apoyo económico y moral, que es la base de todo. Y por eso estadísticamente muchos tienen trastornos graves, y además son gente humilde, sin recursos, porque los testigos no recomiendan ir a la universidad. Porque dicen que es perder el tiempo y que es mejor predicar la palabra de Jehová. Por lo tanto quedan aislados económica y socialmente. A mi personalmente me ha llamado más de uno diciendo que se iban a tirar por el balcón. Esto es público en su página web. Y la sentencia recoge los textos de los testigos donde se ordena el nulo trato con expulsados, apóstatas o desasociados, al objeto de limpiar el pueblo de Jehová, y entréguese el expulsado a Satanás.

Anunciaron una campaña para que todas las víctimas denuncien.

Claro, incluso la sentencia dice que muchas manifestaciones de las víctimas son hechos delictivos. Y más allá de eso se animó y se ha conseguido que muchas personas quieran emprender acciones legales.

Usted, además de ser el abogado de la asociación de víctimas de Testigos de Jehová es experto en sectas. ¿Diría que hay similitudes con otras?

Soy abogado de la asociación, y puedo reproducir lo que dicen ellos. Pero como experto me tengo que remitir a la sentencia, que dice que hay hechos probados del control excesivo. Eso tiene dos vertientes. Cuando uno se bautiza no se le informa de todas las normas que tendrán que cumplir. A partir de ahí hay control sobre su vida: por qué hablas con esa persona mundana, estás fumando demasiado, engordando... Expulsaron a un chico por fumar cachimba de sabores. El control es tan excesivo que es lo que más se parece a la secta en la tercera definición de la RAE. El ordenar que si han expulsado a tu hijo y te relacionas con él, cabe la expulsión contra ti. Es un control absoluto sobre sus miembros. Si leen la sentencia muchas personas harán un engrase lógico a que ese control excesivo es lo más parecido a una secta.

España no es el único país donde se está judicializando asuntos relacionados con la congregación. En Noruega ya no se les considera religión, se les ha quitado las ayudas económicas...

La jueza dice que una de las limitaciones de la libertad religiosa es que no quebrante el orden público, luego se refiere a que los poderes estatales tienen la obligación de proteger a la familia. Entonces el ostracismo y la entrada en Testigos de Jehová sin estar informados puede constituir una forma de ruptura de familias vinculado al quebrantamiento del orden público. En Noruega se les quitó el estatus de religión. Aquí nadie pretende que no practiquen actos litúrgicos, pero sí acomodar la aplicación de sus principios bíblicos a las normas democráticas y pluralismo del estado actual del derecho, que la gente esté informada de dónde entra. Cuando te echan te quedas sin familia. Nosotros, los mundanos, somos para ellos recuperables a través de la predicación, pero los expulsados o los que se van reniegan de Jehová y son apóstatas, lo más parecido a Satanás.

Denuncian el encubrimiento de abusos sexuales.

Al denunciar tienes que tener o la confesión del abusador, o dos testigos oculares, cosa que es imposible. La jueza dice que eso desanima mucho a denunciar. Las víctimas dicen que cuando denunciaron los ancianos les dijeron que lo dejaran en manos de Jehová.

Tras esta pionera sentencia, ¿cuál es el camino a seguir?

Queremos mantener una reunión con el ministro Félix Bolaños para que tenga conocimiento de las sentencia, y sepa lo que está pasando y que se ayude a las víctimas a tener una mejor sanidad, salud mental y que la Fiscalía investigue lo que está pasando dentro de los Testigos de Jehová. Han hablado solo algunos de los que han salido, pero hay otras que están dentro y no hablan por miedo a ser expulsados, se sienten coaccionados, para no perder a su familia.