Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, Imanol Pradales no se está tomando este momento político con filosofía, como si solo quedase dejar que el tiempo corra y que el árbitro pite el final. El recién investido lehendakari ha sacado la agenda del cajón, ha comenzado a llamar a partidos y agentes sociales de Euskadi con la intención de reunirse con ellos en poco más de una semana, en la semana del 8 de julio, y también ha tenido ya una primera conversación con el presidente español, Pedro Sánchez, que en principio iba a ser protocolaria y de pura felicitación por parte del socialista, pero que Pradales aprovechó para llevar a su terreno y pedirle que ambos gobiernos se sumerjan ya en las tareas pendientes, como la negociación de la veintena de transferencias que quedan para cumplir el Estatuto de Gernika.
El lehendakari ha aportado este jueves a la noche estas claves en las dos primeras entrevistas que ha concedido tras acceder al cargo. Como suele ser tradición en el PNV, se las concedió a la televisión pública vasca, primero a la cadena en euskera, ETB-1, e inmediatamente después a la emisora en castellano, ETB-2. Pradales tuvo ocasión para aclarar que “Osakidetza es un buen sistema, pero necesitamos hacer mejoras, especialmente, en atención primaria y en las listas de espera, donde a corto plazo se le debe dar buena respuesta”, conseguir que la ciudadanía tenga cita en el ambulatorio en 48 horas como máximo y que las operaciones se acerquen a los 50 días de espera. Pradales admitió que “no le vamos a dar la vuelta al problema” en cuestión de días y que necesitará “un año para ver los primeros resultados”. Ese es el objetivo a corto plazo, pero a largo plazo tendrá que producirse una transformación para responder al reto del envejecimiento.
Sobre el acuerdo de país que quiere lograr en esta materia, reiteró que están interpelados los partidos, agentes sociales, sindicatos incluidos, colegios de médicos y el mundo universitario, y que su objetivo es lograr “unos mínimos para sacar a Osakidetza de la dialéctica partidista”. Tiene intención de liderarlo. Habrá también una ronda más general, y las primeras reuniones las tendrá en la semana del 8 de julio. La novedad fue la fecha que aportó, porque la existencia de la ronda ya la anunció Lehendakaritza el miércoles. Ese diálogo no solo servirá para hablar de Osakidetza, sino también para compartir su programa con partidos y agentes y para “tenderles la mano” y que lo enriquezcan. En esas conversaciones, planteará las cuestiones relacionadas con el autogobierno.
La conversación con Sánchez
Cuando se le preguntó por la felicitación que el propio Sánchez hizo pública en la red social X, dijo que habló también “por teléfono” con él: “Ha sido una conversación protocolaria en cierta medida, pero lo que yo le pedí es sumergirnos en el trabajo lo antes posible, porque tenemos muchos asuntos entre manos, como cumplir el Estatuto, porque faltan muchas transferencias. Él me dijo que estaba dispuesto, y esta semana le he pedido formalmente una reunión y espero que, si no es en julio, que sea en los primeros días de septiembre”.
El lehendakari recordó que el acuerdo de investidura que firmó el presidente español con el PNV lo compromete a ceder a Euskadi todas las competencias que recoge el Estatuto en dos años. “Por mi parte, haré todos los esfuerzos. Lo que espero es lo mismo del presidente Sánchez. El otro día me mostró su disposición y espero que sea así”, dijo. Alentó la posibilidad de alcanzar "un acuerdo histórico" sobre las transferencias 45 años después.
Sobre las opciones de acuerdo entre PNV y PSE en el pacto estatutario, puso en valor que se han puesto de acuerdo en hablar sobre conceptos clave como la bilateralidad, el reconocimiento nacional de Euskadi, o el blindaje de las competencias. “Por lo menos, esas tres cuestiones están sobre la mesa y tenemos que hablar de ellas”, dijo. Pero fue más allá. El jeltzale reivindicó todos los acuerdos alcanzados en el Parlamento Vasco, citando expresamente las bases de PNV y EH Bildu que tanto reivindica Pello Otxandiano, pero también un segundo pacto, el que forjaron después los juristas designados por PNV, PSE y Elkarrekin Podemos. “La llave es el PNV, con unos y otros, para lograr un acuerdo. Por otro lado, tenemos el acuerdo con el presidente Sánchez para su investidura. En mi opinión hay ingredientes para lograr un acuerdo. Lo que se tiene que hacer es trabajar con discreción”, animó.
La composición de su gobierno
Sobre la composición de su gobierno, justificó la ampliación de departamentos hasta los 15 para dar entidad propia a demandas sociales al alza como la vivienda o a retos del futuro como la innovación; y puso en valor que su gobierno es diferente y va a responder a retos como los que señala el Deustobarómetro, que dice que 7 de cada 10 vascos quieren que el Gobierno cambie su acción política. Pero sí ha mantenido a consejeros como Bingen Zupiria, a quien encomienda seguridad: argumentó que era necesaria una persona con trayectoria, y que practique el diálogo. Mostró su confianza en lograr un acuerdo con la Ertzaintza, pero no solo en el ámbito de las relaciones laborales, sino también sobre su modelo, porque Euskadi necesita una Policía fuerte y de prestigio. No quiso pronunciarse sobre el fichaje del exconsejero del ramo, Josu Erkoreka, como asesor de la Diputación de Bizkaia, y se limitó a decir que solo hablaron de que no iba a continuar en el Gobierno.
Además, explicó la consigna que ha dado para actuar con valentía y no tener miedo a equivocarse. Dijo que la sociedad pide a sus dirigentes “hambre y ganas para cambiar las cosas”, cree que “muchas se han hecho bien” porque de lo contrario sería imposible haber alcanzado estas cotas de bienestar, pero “hay que cambiar cosas, hay que atreverse”. Y añadió que, si se mete la pata, lo que hay que hacer es sacarla, “pedir perdón” y hacerlo mejor.
Consejeros y euskera
Sobre el hecho de que varios de sus consejeros no sepan euskera (dijo que lo hablan 12 de 15), lo interpretó como “un reflejo de la propia sociedad”, donde, “por desgracia”, no todo el mundo es bilingüe.
A Bildu le volvió a pedir que elija entre liderar una oposición destructiva, o ser el principal partido de la oposición que alcance acuerdos con el Gobierno. Le tendió la mano. Apostó igualmente por “trenzar acuerdos” con ELA y tener una relación fructífera, pero aclaró que dos no se juntan si uno no quiere. Confirmó que irá todos los días a Ajuria Enea, pero vivirá en Portugalete para mantener la red familiar.