Podemos mete prisa a Díaz ante un posible adelanto electoral

Dentro de la presión que Podemos viene ejerciendo sobre la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para que desvele si será candidata a las elecciones generales por Sumar y si esta marca integrará a la formación morada, el exlíder podemita Pablo Iglesias introdujo ayer un nuevo factor: la posibilidad de que Pedro Sánchez adelante los comicios a abril, antes de las municipales y forales de mayo. Las prisas para que Díaz acabe de deshojar la margarita devienen, por tanto, en auténtica urgencia para una de las patas fundamentales de esa eventual confluencia de partidos de izquierda.

El argumento de base para el adelanto de la apertura de los colegios electorales es que un mal resultado del PSOE en los comicios de mayo podría lastrar sus posibilidades de cara a las generales, que toca celebrar en diciembre. Es verdad que a España le corresponde ejercer la presidencia del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre del año, un caramelo muy goloso para Sánchez por la proyección internacional que supondrá. Pero eso no supone un factor definitivo para dejar el calendario electoral incólume, a juicio de Iglesias.

Según él, la teoría de que el líder del PSOE intentará rentabilizar dicha presidencia europea no serviría “si los equipos demoscópicos de Moncloa le dicen: mira, pintan mal las municipales y autonómicas” y le advierten de que su partido puede “no recuperar ningún territorio y perder unos cuantos”.

Si esos asesores le avisan, además, de que “después de eso se va a instalar el relato de que el PSOE tiene perdidas las generales y va a haber mucho ruido interno dentro del partido”, pensar que Sánchez “no va a considerar la posibilidad de un adelanto electoral, teniendo en cuenta además lo que ocurrió en 2019”, sería a juicio de Iglesias “imprudente”. Ese año, unas elecciones generales “que no tenían que adelantarse tanto” tuvieron lugar en abril.

“¿Eso quiere decir que va a adelantar las elecciones al cien por cien? No, pero ahora mismo ninguna encuesta vale nada si las elecciones generales van a ser después de las municipales y autonómicas”, aseguró en Radio Euskadi. Toda vez que el 28 de mayo se celebrarán elecciones autonómicas en muchos feudos socialistas –habrá autonómicas en todas las comunidades menos Andalucía, Catalunya, Galicia, Euskadi y Castilla y León–, este partido es el que más tiene que perder.

En previsión de que se precipiten los acontecimientos, Pablo Iglesias expuso la fórmula que defiende el partido que lideró en el pasado y sobre el que todavía ejerce una notable influencia: unidad, unidad y unidad. Una posición que interpela a su vez directamente a Sumar, la marca encabezada por Yolanda Díaz. “Podemos va a buscar la unidad por encima de cualquier consideración, es evidente que sería una tragedia que Sumar quisiera presentarse por su cuenta a las elecciones sin contar con un partido político como Podemos”, advirtió Iglesias en su intervención radiofónica.

“Es una evidencia que ir separados sería un error, tiene que haber un entendimiento. Podemos ha dicho que la fórmula de la coalición es la más sensata y habrá que dejar que las bases de los partidos se posicionen”, reiteró. Concluyó que su formación “lleva diciendo mucho tiempo” que este es un asunto “urgente, que la cuestión electoral ya está ahí, que Yolanda debe aclarar si quiere ser la candidata de todos y que habrá que operar mecanismos para ponerse de acuerdo”.

Tira y afloja

La actual líder de Podemos, Ione Belarra, ha venido insistiendo a Díaz para que aclare su posición, e incluso le ha pedido que se implique en los comicios de mayo y que haga campaña por los morados. La vicepresidenta respondió poniendo tierra de por medio, alegando que aún no están convocadas las generales. A este respecto, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, dijo ayer que la ministra “tendrá que decir en sus tiempos si ella quiere ser la candidata de un espacio de unidad, la candidata de Podemos, la candidata de todos”. Coincidió en abogar por la unidad y calificó de “error grave” concurrir por separado.