PNV y PSE firman un pacto de largo alcance más allá de cuatro años

PNV y PSE van a protagonizar este miércoles la firma solemne de su acuerdo para gobernar en coalición en la comunidad autónoma vasca, un pacto que conducirá este jueves a la investidura de Imanol Pradales como lehendakari. El propio Pradales estará presente en la rúbrica que van a poner en escena ambos partidos en el Parlamento Vasco a partir de las 11.00 horas, de la mano del presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, y el secretario general del PSE, Eneko Andueza. La semana pasada ya presentaron las bases del preacuerdo, un documento más genérico que suele ser una declaración de principios con los ejes prioritarios, y se espera un mayor grado de concreción este miércoles, aunque no sería descabellado que se reserve para la intervención del propio Pradales en la investidura el detalle de las medidas sobre Osakidetza o la emancipación de los jóvenes y su acceso a la vivienda. 

EH Bildu los ha acusado a ambos de no tener un programa, pero no parece que este marcaje vaya a alterar los usos habituales de los últimos años ni que vaya a ser lo que determine si PNV y PSE deciden adelantar públicamente sus medidas antes de la sesión parlamentaria. Podría ser, además, un gesto baldío, toda vez que Pello Otxandiano deslizaba este martes que ya es demasiado tarde y tendría que haberse presentado hace días ese plan para que le diera tiempo a estudiarlo.

Lo que sí ha aportado en Radio Euskadi el socialista Ekain Rico es que el acuerdo es de largo alcance, y mira “más allá de cuatro años y de una legislatura”. Lo justificó con el argumento de que los retos de la salud, el empleo de calidad y el nuevo modelo de cuidados “necesitan más de una legislatura para desarrollarse”, aunque ahora se puedan sentar las bases. Cuando se le preguntó si esto implica que el PSE tiene clara su apuesta por la alianza con el PNV y quiere darle continuidad, Rico quiso poner límites a estas interpretaciones y aclarar que no se refiere tanto a prorrogar la alianza, sino a que algunos retos se abordan pensando en el largo plazo: “No somos futurólogos, no sabemos lo que decidirán las urnas”, dijo, para añadir que hay problemas que necesitan plantear soluciones más allá de cuatro años.

Pradales, por mayoría absoluta; Otxandiano, solo con el aval de Bildu

Aunque EH Bildu ha presentado a Pello Otxandiano como candidato para visualizar su empate a 27 escaños con el PNV, en realidad la votación se va a saldar con un resultado categórico que no le es favorable. Por un lado, la investidura de Imanol Pradales saldrá adelante con la mayoría absoluta que suman PNV y PSE, que con sus 39 escaños superan por un asiento el número requerido para dejar resuelta la proclamación en la primera votación, sin recurrir a una segunda por mayoría simple. Por otro, Pello Otxandiano solo contará con el respaldo de los 27 escaños de EH Bildu, ya que el único parlamentario de Sumar se va a abstener y va a seguir de ese modo la estela que ya marcó en el pleno de constitución del Parlamento Vasco, donde votó en blanco a la hora de repartir los puestos de la Mesa y no se decantó por ningún bloque.

El parlamentario es Jon Hernández, de IU y líder del PCE de Euskadi. La portavoz de Sumar, Alba García, adelantó este desenlace en Radio Vitoria, aunque también dedicó un dardo a PNV y PSE al dar por sentado que “las políticas de progreso no se van a dar” en esa ecuación. “Nuestra abstención está clara. Ya dijimos en campaña que al señor Pradales no lo íbamos a apoyar como lehendakari, porque nuestros modelos de país son antagónicos, y con Pello Otxandiano nos inclinaremos hacia la abstención”, dijo. Será una abstención para los dos, porque las votaciones de investidura en Euskadi son nominales: solo se puede apostar por el nombre de un candidato o abstenerse, no votar en contra.