PepsiCo invierte 21 millones de euros en su fábrica de Álava para potenciar las exportaciones y la sostenibilidad

Actualizado hace 2 horas

La compañía PepsiCo ha reafirmado su compromiso con el territorio alavés mediante el anuncio de una inversión de 21 millones de euros que se ejecutará durante los próximos dos años. Esta importante inyección económica está destinada a la puesta en marcha de una nueva línea de producción en sus instalaciones de Etxabarri-Ibiña, situadas muy cerca de Vitoria-Gasteiz. El objetivo principal de este movimiento estratégico es dotar a la factoría de la capacidad necesaria para fabricar bebidas sin gas y, de este modo, ganar competitividad en los mercados internacionales. Con esta mejora técnica, la firma espera incrementar significativamente sus exportaciones, teniendo como destino preferente el mercado de Francia, que ya se consolida como su principal cliente en el extranjero.

Una apuesta millonaria por el mercado exterior

El anuncio de esta inversión se ha realizado en un marco de celebración institucional, contando con la presencia del ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, y diversos representantes del Gobierno Vasco. La planta alavesa, que cuenta con una trayectoria de 52 años de actividad, dispone actualmente de una plantilla de 200 trabajadores y opera con seis líneas de producción diferentes.

En estas instalaciones se elaboran productos de gran reconocimiento como KAS, Bitter KAS, Pepsi, 7UP y Lipton, alcanzando un volumen anual que ronda los 475 millones de litros. Actualmente, el 25% de ese volumen total ya se envía a otros países, una cifra que la multinacional pretende elevar gracias a la nueva infraestructura tecnológica.

Fondos Next Generation

Para financiar parte de este proceso de transformación, la compañía ha contado con el respaldo público a través de las ayudas del PERTE de descarbonización industrial, nutridas con los fondos europeos Next Generation. En concreto, la planta ha recibido un montante cercano a los dos millones de euros para apoyar sus iniciativas de mejora. Según los responsables de la firma, esta nueva etapa no solo busca el crecimiento económico, sino que se integra en la visión global de la empresa para el horizonte 2030, donde la transformación de la cadena de valor y el impacto positivo son pilares fundamentales.

Descarbonización industrial

Más allá de la expansión comercial, el hito más relevante compartido por la dirección es que la factoría de Álava se ha convertido en la primera fábrica de PepsiCo a nivel mundial en alcanzar las emisiones netas cero. Este logro es el resultado de un plan de trabajo que se ha extendido durante tres años y que ha requerido una inversión específica de 4 millones de euros en proyectos de electrificación. Desde el año 2015, la planta ya utilizaba electricidad de origen renovable, pero el paso definitivo ha sido la sustitución total del gas natural por energía eléctrica en todos sus procesos.

Entre las medidas técnicas ejecutadas para alcanzar este estado de neutralidad destaca la instalación de una cubierta fotovoltaica de 2,5 megavatios para autoconsumo y la renovación completa de la flota de carretillas por modelos eléctricos. Asimismo, se ha optimizado la distribución térmica y se ha sustituido la antigua caldera de gas por una de tecnología eléctrica. Gracias a estas modificaciones, se estima que la planta dejará de emitir más de 1.800 toneladas de dióxido de carbono cada año, contribuyendo de forma directa a la lucha contra el cambio climático. En este proceso han colaborado más de 30 profesionales y diversos proveedores de carácter local.

Arraigo en el territorio alavés

La fábrica de Etxabarri-Ibiña no es ajena a la innovación, ya que en años anteriores fue la encargada de liderar proyectos pioneros en el Estado, como el lanzamiento de botellas fabricadas íntegramente con plástico reciclado en la gama Pepsi. También fue centro de pruebas para nuevas soluciones de embalaje, como la agrupación de latas con cartón en lugar de plástico y la introducción de tapones adheridos a los envases para facilitar su reciclaje. Estas acciones demuestran que la sostenibilidad y la eficiencia industrial pueden avanzar de la mano, reforzando la posición de la planta como un referente dentro del grupo empresarial.

El impacto de la compañía en la región también se extiende a la conservación de la biodiversidad local a través de la iniciativa denominada Bosque de KAS en el municipio de Zigoitia. En colaboración con entidades especializadas, se han plantado 3.500 ejemplares de árboles y arbustos autóctonos con el fin de compensar las emisiones residuales o fugitivas que son difíciles de eliminar por medios técnicos. Este enfoque integral combina la excelencia en la producción industrial con un respeto profundo por el entorno natural de Álava, consolidando un modelo que las autoridades han calificado como un ejemplo de arraigo y competitividad para el futuro.