¿Para qué sirve el contenedor gris? Esto es lo que puedes tirar y lo que no

Cuando pensamos en el reciclaje, nos suelen venir a la cabeza los clásicos contenedores azul, verde o amarillo que todos conocemos. De forma paralela, también existe el gris, cuyo uso muchas personas desconocen. Si bien es el container en el que debemos tirar toda la basura doméstica en general, existen muchos interrogantes en torno a su función. ¿Para qué sirven? ¿Qué podemos tirar y qué no?

También conocido como el contenedor de los restos o desechos, el gris está destinado a todos aquellos residuos que no pueden ser reciclados ni compostados. Ahí podemos tirar, por ejemplo, pañales, compresas, chupetes, toallitas y cápsulas de café, entre otros objetos.

Diferencias con otros contenedores

El contenedor gris también es conocido como contenedor de residuos no reciclables y es frecuente que tengan una estampa de una R mayúscula en su cuerpo. Este contenedor es, además, uno de los más comunes en todo el Estado, pudiendo encontrarlo fácilmente en muchas localidades.

Para entender su función, hay que saber en qué se diferencia de otro containers como el verde oscuro o el marrón. Este último está destinado a los restos orgánicos, mientras que el gris a los inorgánicos. No obstante, ante la ausencia de contenedores marrones, hay que utilizar el gris para tirar la basura orgánica.

Independientemente del tipo de contenedores que haya, es fundamental saber separar los residuos correctamente, ya que todo lo que se tira al contenedor gris es llevado directamente a un cantón de limpieza. A continuación, se transporta a vertederos o incineradoras, donde se queman para reducir su volumen.

Una fila de contenedores Cedida

¿Qué se puede tirar?

Aunque puede depender en función de algunas normativas municipales u otros factores, los residuos que se pueden tirar al contenedor gris.

Los desechos más frecuentes son los utensilios de cocina viejos o rotos como los mangos de cuchillo, cubiertos, platos rotos, etc, al igual que productos elaborados con materiales orgánicos como tapones de corcho y envases de poliestireno expandido (corcho blanco).

También podemos tirar pequeños restos de tierra, plantas y hojas, o pelo y pluma de animales, arena para mascotas y polvo de la aspiradora o a barrer. Asimismo, colillas, posos de café, chicles, chupetes, biberones, pañales y compresas son más objetos de los que nos podemos deshacer.

Del mismo modo, al contenedor gris irían objetos cerámicos como platos, jarrones, tazas viejas y rotas, etc. y cristales rotos como ventanas y espejos. Y metales no reciclables como latas de aluminio sucias, botes de aerosol, papel de aluminio. Igualmente, bolígrafos, lápices y rotuladores.

Más residuos

Otros de los desechos de los que nos podemos desprender y enviar al contenedor gris son los textiles que no se pueden reciclar (ropa, zapatos, alfombras, etc.) o juguetes viejos, rotos o en mal estado, aunque es mejor llevarlos a un punto limpio. Lo mismo ocurre con las bombillas incandescentes y fluorescentes.

Los objetos de plástico duro como cubos, sillas, juguetes también se pueden tirar a este container. Y lo mismo ocurre con los muebles viejos o en mal estado, y las bolsas de plástico, cartones, papeles de aluminio y demás que estén sucios.

Los textiles no deben tirarse al contenedor gris bajo ningún concepto Henko Living

Qué no depositar en el contenedor gris

Por otro lado, es imprescindible saber qué tipo de basura no se debe depositar bajo ningún concepto en el contenedor gris. Son envases de papel y cartón, de vidrio y de plástico, además de aceite de cocina y podas de gran volumen.

Conviene recordar que tampoco deben depositarse residuos peligrosos, tóxicos o inflamables. Estos deben ser tratados en un punto limpio o entregado a un gestor autorizado. En caso de duda, se pude consultar la normativa especifica del ayuntamiento del municipio correspondiente.