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Para no olvidar | Previa Real Sociedad - Mallorca Copa del Rey

La Real tiene esta noche la oportunidad de clasificarse a una final de Copa cuatro años después

Lunes, 8:45 de la mañana. Salgo de casa camino a la radio dirección al TOPO. La estación más cercana a mi casa es la que está delante del estadio de Anoeta, y por tanto mi obligación es atravesar la marabunta de niños que a esa hora están entrando al colegio Amara Berri, justo delante de la estación. Toda una ilusión para empezar un lunes.

Al pasar por la puerta la estampa solo reflejaba una multitud de paraguas y decenas de pequeños abrigos envolviendo a diminutos terremotos hechos personas. Todos los lunes son difíciles. Más cuando en el campo que está a 70 metros de ese colegio, tres días antes, te habías ido con un mazazo tremendo. Sin embargo, de entre los pequeñajos, me salta a la vista que uno llevaba la camiseta de la Real debajo. Algo normal, si no fuera por la alerta amarilla en la que estábamos. Pero no solo eso. Lo miro de arriba a abajo y me doy cuenta que no es únicamente la camiseta, que el tío se había plantado en el colegio con la equipación entera. En pleno temporal. Siendo lunes. Y con una sonrisa.

Hoy me siento ese niño. Hoy nos identificamos con ese chaval que con este tiempo desagradable llora a sus padres por ir vestido de la Real. Lo hemos sido todos, lo seguimos siendo en el interior. Con el sueño de algún día vestir esa camiseta en el césped. Luego creces, y te das cuenta de dos cosas: la primera, que para llegar a eso hay que ser muy bueno y apenas levanto un balón del suelo. Pero la segunda es más profunda. Cuando uno crece se da cuenta que el partido también lo puedes jugar en la grada. Y al llevar la camiseta, te lo crees. Porque es verdad.

Esta última semana la afición de la Real no ha vivido su mejor momento. El partido del viernes ha abierto una pequeña brecha entre las distintas formas de percibir el fútbol en nuestro feudo, y como resultado Anoeta terminó el viernes desangelada y, de alguna forma, abandonada. El partido ante el Villarreal fue duro, pero la Real no pierde con el 1-3 de Sorloth. Fue derrotada cuando dejamos de levantar los brazos. El equipo marca el gol, y el equipo pierde. Pero la afición, la gente, es quien marca la diferencia.

Quizás es que nos hemos acostumbrado a lo bueno. O que hemos perdido parte del norte. Ya sabemos que eso de soñar a veces nos crea pérdidas de la percepción. Pero hoy estamos en el sito y en el lugar donde siempre hemos querido estar. El partido perfecto. Que jugar una final o no dependa de tu equipo y que el determinante sea tu casa. Tu gente. Tú. Nosotros. El famoso "hoy jugamos todos". Sí, pero más allá. Hoy luchamos todos.

"Serenamente, será dormido", decía Calamaro en la canción que pone nombre a esta previa. Y es que a veces tenemos los sueños tan lúcidos que ni nos damos cuenta. La temporada que está viviendo nuestro equipo solo nos hemos atrevido a vivirla en nuestras mejores siestas. Hoy la Real Sociedad juega unas semifinales de Copa. Hoy nosotros jugamos una semifinal de Copa. Y todos juntos nos preparamos para vivir una noche lúcida... Para no olvidar.

27/02/2024