Osakidetza reactiva el cribado del cáncer con 645 mamografías al día

El cáncer de mama es, con gran diferencia, el tumor que más golpea a las mujeres, con una tasa de 8,2 casos por 10.000. Por eso es fundamental la detección precoz y programas de cribado como el que lleva a cabo Osakidetza que ha logrado recuperar el ritmo previo a la pandemia. De hecho, ha invitado a participar durante el primer semestre del año a 116.131 mujeres, un 15% más que en el mismo periodo de 2019. Es decir, alrededor de 645 mamografías realizadas cada día.

Gracias a este screening, buscar enfermedades cuando aún no se tienen síntomas, se ha conseguido detectar 423 tumores malignos, frente a los 330 que se diagnosticaron en el mismo periodo de 2019. Hay que señalar que la detección temprana del cáncer de mama es un factor determinante para llevar a cabo tratamientos más eficaces y menos agresivos, disfrutar de una mayor calidad de vida y mayores tasas de supervivencia.

Por ese motivo, Osakidetza puso en marcha hace ya 29 años el Programa de Detección Precoz, que cuenta que una gran aceptación entre las mujeres de Euskadi, con tasas de participación que rondan el 80%. Sin embargo y debido a la pandemia, el ritmo de las exploraciones se ralentizó ya que se tuvieron que adoptar medidas extraordinarias para frenar los contagios, como los aforos limitados en salas de espera y la limpieza de mamógrafos, por lo que se generaron pequeños cuellos de botella en alguna OSI.

El 80% acude a la mamografía

No obstante, la recuperación es un hecho y los datos de actividad recogidos entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2024 reflejan que se ha recuperado el ritmo previo a la crisis sanitaria. También a lo largo del pasado año el número de mujeres invitadas a participar en el programa fue un 10% superior a 2019, con 187.004 invitaciones lanzadas y un nivel de participación del 79,4%, una vez completadas las dos invitaciones que recibe cada fémina.

Entre las 124.174 mujeres exploradas, se detectaron 715 tumores malignos, casi un 20% más que si se compara con los diagnosticadas a lo largo de 2019, la mayor parte de ellos en estadios precoces.

Actualmente, la invitación a participar, con la realización de mamografías en ambos senos, se realiza a las mujeres de entre 50 y 69 años, así como a aquellas entre los 40 y 49 años con antecedes familiares de cáncer de mama de primer grado (madre, hija, hermana).

Según los datos recogidos hasta el 31 de diciembre de 2023, el tiempo medio que transcurre desde que se realiza la mamografía hasta que se recibe la carta con el resultado es de 6,3 días, y de 4,1 días desde que se realiza la valoración hasta que se deriva al hospital de referencia, en caso de ser necesario. En estos casos, y tras las pruebas diagnósticas hospitalarias pertinentes, el tratamiento se inicia en un mes.

Renovación de equipos

El Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama cuenta con una unidad de gestión, once unidades de cribado, siete unidades de valoración y cinco hospitales de referencia cuyos comités establecen las pautas diagnóstico-terapéuticas y el seguimiento de las lesiones sospechosas.

Además, Osakidetza ha renovado en los dos últimos años gran parte de sus mamógrafos y actualmente todas las unidades cuentan con equipos (un total de 15) con tecnología de tomosíntesis, una forma avanzada en 3D de la mamografía digital, que permite obtener una imagen más precisa, incrementando la detección de tumores. Asimismo desde el Servicio Vasco de Salud se recalca que la tasa de supervivencia es mayor en mujeres diagnosticadas en edad de cribado (50-69 años), presentando una tasa del 92,7% a los cinco años del diagnóstico. l