Citius, altius, fortius (en latín, más rápido, más alto, más fuerte) es el lema de los Juegos Olímpicos desde el inicio de su era moderna en 1896. El ir más allá, el subir un peldaño más, refleja el espíritu del deporte, pero es una filosofía aplicable a cualquier ámbito de la vida. También a la economía, campo en el que, en muchas ocasiones, esa búsqueda constante de la mejora es la única forma de no retroceder. Algo así ocurre con Euskadi. Al menos, es lo que refleja el Informe de Competitividad del País Vasco 2025 presentado este lunes en Bilbao por Orkestra. Bajo el título La conexión internacional, impulsora de la industria, en él se constata que Euskadi parte de una posición sólida en competitividad para abordar el nuevo e incierto contexto geopolítico. Pero también se incide en que, para seguir generando bienestar, debe pasar de un modelo basado en la apertura comercial tradicional a otro de “internacionalización estratégica”, según lo define el Instituto Vasco de Competitividad.
En base al diagnóstico de esta entidad, la clave reside en “diversificar riesgos geográficos y tecnológicos, atraer e integrar inversión extranjera de calidad sin perder el arraigo de las empresas tractoras vascas, desarrollar flujos de conocimiento y talento internacional y reforzar la capacidad de inteligencia estratégica y cooperación europea”. En palabras del presidente de Orkestra, Iván Martén, “debemos reformular nuestras conexiones globales con inteligencia estratégica, colaboración y visión de largo plazo, solo así lograremos reforzar la resiliencia de la industria vasca”.
El documento identifica tres vías principales de conexión internacional que afectan a la competitividad de la industria vasca: las interdependencias comerciales, los flujos de inversión y la movilidad de personas y conocimiento. En el primer apartado, Orkestra destaca que, si bien Euskadi destaca a nivel estatal por la sofisticación y amplia variedad de sus exportaciones, sufre una alta dependencia de las mismas, cercana al 80% en la cadena de valor de sectores tractores como la automoción, la metalurgia o la fabricación avanzada. Mantiene como principal socio comercial a la Unión Europea (UE), pero exporta bienes de mayor nivel tecnológico a Reino Unido, China, Estados Unidos y el resto de América. En este sentido, insta a una diversificación de los mercados internacionales, con nuevas relaciones comerciales y el refuerzo de su presencia física en otros países. Respecto a la dependencia de las importaciones de la que también advierte, especialmente en el caso de la energía y las materias primas críticas, Orkestra recomienda diversificar riesgos comerciales mediante una mayor diversidad de proveedores.
En cuanto a las inversiones, el informe señala que las realizadas por las empresas vascas en el exterior superan al capital extranjero presente en el territorio, aunque este último creció entre 2019 y 2023 un 12,6% anual, con especial incidencia en las industrias manufactureras (38,3%) y energéticas (37,6%). Ante ello, Orkestra remarca la necesidad de acompañar la atracción de inversión extranjera con estrategias de arraigo, fomentando la participación en los clústeres y priorizando la inversión vinculada a proyectos transformadores.
Atraer personas
Entre los retos más importantes a los que se enfrenta el tejido industrial vasco para optimizar su competitividad está el de atraer personas con formación profesional y universitaria e integrarlas en puestos acordes a su cualificación. Menos de la mitad de las personas inmigrantes residentes en Euskadi desempeñan empleos en consonancia con su formación y únicamente el 6,8% del alumnado universitario vasco es extranjero. Frente a esta situación, Orkestra aboga por aprovechar todo el potencial de las estructuras institucionales vascas en el exterior y aumentar los flujos de alumnado internacional a través de las universidades y centros de FP.
En el lado favorable se hallan los flujos internacionales de conocimiento, que experimentan una evolución positiva. Así, Euskadi participa en un mayor número de proyectos europeos, el volumen de publicaciones científicas supera la media europea y aumentan las patentes de colaboración internacional, sobre todo con Alemania, EE. UU. y Canadá.
Oficina en Bruselas
Lo detectado en estas vías de conexión internacional refuerza la necesidad de impulsar la cooperación europea y la inteligencia estratégica para anticipar cambios globales. En este sentido, hay ya acciones en marcha como la creación en 2026 de una Oficina Avanzada de Inteligencia Europea en Bruselas, concebida para mejorar la conexión con iniciativas industriales europeas.
“La internacionalización del futuro no será solo cuestión de abrir mercados, sino de tejer conexiones estratégicas que generen valor compartido”, decía el director general de Orkestra, James Wilson, en la presentación del informe, acto en el que también han participado la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, y el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, Mikel Jauregi. Este último hacía hincapié en la “necesidad de internacionalizar nuestra industria con implantaciones productivas en mercados clave, así como crear nuevas alianzas con socios locales. En el nuevo contexto comercial, seguiremos con nuestra vocación exportadora, pero hecha de otra manera”.
Empleo de calidad y vivienda, los retos
En su diagnóstico anual, el informe de Orkestra, elaborado en colaboración con el grupo SPRI, muestra una evolución positiva en los principales indicadores de competitividad, salvo en las exportaciones, que han descendido. Los resultados de bienestar también son buenos, pero se identifican retos en la generación de empleo de calidad y en el acceso a la vivienda.