Actualizado hace 7 minutos
Las voces vuelven a elevarse entre las piedras de la iglesia parroquial de Binissalem, donde la acústica histórica del templo mallorquín pondrá a prueba la sensibilidad y la precisión de las agrupaciones corales que este fin de semana cobrarán un protagonismo especial. Allí, la siempre dinámica Ganbara Abesbatza de Oñati representará a Euskadi en el IV Certamen Coral que acoge esta localidad; una cita que año tras año reúne excelencia, diversidad y pasión por el canto colectivo.
Organizado por el Grupo Coral 3×4 y la Escuela de Música de Binissalem, el concurso desplegará su programa a lo largo de tres días, desde este viernes hasta el domingo. La inauguración tendrá lugar hoy, mientras que las fases competitivas se celebrarán mañana y el domingo; esta última con la deliberación del jurado y reparto de premios.
Ocho coros, un mismo escenario
En esta edición participarán ocho coros procedentes de diferentes puntos del Estado: Ars Nova de Xàbia, Pequeñas Voces de La Alhambra, Coro de Mujeres de la Universitat de les Illes Balears, Coro Sonidos del Conservatorio Municipal de Música de Manresa, Coro de Cámara Oriol Martorell, Color Encontrado, Coro Sinfonía (Escuela Coral de Torrevieja) y Ganbara Abesbatza.
La formación oñatiarra será la única representante vasca y viaja con la intención de mostrar su solidez, su carácter y su sello propio, ejerciendo, además, como una excelente embajadora del coralismo vasco.
Un viaje musical entre siglos
Bajo la batuta de Aitor Biain, presentará dos programas: uno obligatorio para la semifinal y otro de libre elección para el último asalto. “Las obras elegidas tejen un puente entre la polifonía renacentista, el dramatismo romántico y la creación contemporánea”, explica el director.
En la primera ronda, Ganbara arrancará con: 'Hodie nobis coelorum' Rex (J. Gallus), 'Iam hiems transit' (B. Bibiloni), 'Christus factus est' (A. Bruckner) y 'Jubilate Deo' (K. Matsushita).
Para la final, interpretará nuevamente 'Iam hiems transit', junto a 'Laudibus' (W. Byrd) y 'Sagastipean' (J. Busto), esta última una pieza profundamente arraigada en la sensibilidad del repertorio vasco, reconocida por su magnetismo emocional y su ritmo característico.
Los concursos son todo un clásico de la actividad del coro oñatiarra. Un capítulo de su fructífera trayectoria que engordan un buen puñado de premios.