La lista negra de la siniestralidad laboral en Navarra se ha engrosado trágicamente este martes con el fallecimiento de José María Aldabe Recarte, un vecino de Igantzi de 67 años, que perdió la vida tras sufrir un grave accidente ocurrido mientras trabajaba en el campo. Este lamentable suceso subraya la persistente y creciente crisis de seguridad que vive Navarra donde los indicadores de mortalidad en el entorno laboral no logran frenarse.
Fallece un hombre de 62 años tras sufrir un accidente laboral en Iturmendi
El infortunio tuvo lugar este martes alrededor de las 14:08 horas en la zona conocida como Bordako Soroa. La víctima se encontraba operando un pequeño tractor cuando, por causas que aún se investigan, sufrió un percance que lo dejó atrapado bajo la maquinaria agrícola. El accidente le provocó heridas de carácter muy grave, reservado en el momento inicial.
Inmediatamente, se desplegó un amplio dispositivo de emergencia para atender la situación. Acudieron al lugar Bomberos de Oronoz, junto con un equipo médico especializado. Dada la gravedad de las lesiones, se requirió la intervención de una ambulancia medicalizada, complementada con un helicóptero medicalizado.
El personal sanitario brindó atención de urgencia in situ antes de iniciar el traslado. Aunque inicialmente el paciente fue llevado en la ambulancia convencional, se realizó un trasbordo aéreo, siendo el helicóptero medicalizado el encargado de trasladar a José María Aldabe al Hospital Universitario de Navarra (HUN) en Pamplona. Pese a los esfuerzos médicos realizados en el centro hospitalario, el hombre falleció debido a las heridas sufridas. La víctima era padre de Joseba Aldabe, pelotari profesional de la empresa ASPE, que ha manifestado públicamente su apoyo al jugador y a la familia.
Dos accidentes graves en un día
El accidente laboral de Igantzi no fue el único que tuvo lugar este martes. Un hombre de 51 años, trabajador de la construcción, resultó herido en otro siniestro que se ha registrado en Tafalla.
El accidente ha tenido lugar sobre las 15.18 horas. El trabajador se ha caído de una escalera desde aproximadamente dos metros de altura. Ha sido inicialmente trasladado para valoración al centro de salud de Tafalla y posteriormente al Hospital Universitario de Navarra. Su pronóstico es reservado.
Cifras históricas de fallecidos en el trabajo
La tragedia de Igantzi no es un incidente aislado, sino el último eslabón de una cadena que evidencia la grave situación de seguridad en el trabajo en Navarra. Con este fallecimiento, la Comunidad Foral alcanza la cifra de 18 personas trabajadoras muertas hasta el mes de octubre.
Esta alarmante cantidad sitúa a Navarra peligrosamente cerca de los datos totales registrados en 2024, cuando se contabilizaron 22 muertes durante el ejercicio de la actividad laboral. De hecho, la cifra acumulada en los últimos años provoca un "retroceso" a niveles de siniestralidad no vistos desde 2008, año en que estalló la crisis económica global conocida como la crisis del ladrillo.
La elevada mortalidad se refleja también en la tasa de accidentalidad general de la Comunidad Foral. El Ministerio de Trabajo sitúa a Navarra como la segunda comunidad autónoma con mayor siniestralidad laboral en el ámbito estatal. Los datos hasta agosto muestran una tasa de 291,3 accidentes por cada 100.000 empleados (cubriendo accidentes leves, graves y mortales). Este indicador supera con creces la media estatal, que desciende a 209,1 por cada 100.000 trabajadores.
Sectores de Alto Riesgo y Desplazamientos Fatales
Analizando los 18 decesos contabilizados en los primeros diez meses del año, se observa una concentración de muertes en varios sectores críticos. Sobresalen notablemente los cinco transportistas que perdieron la vida en accidentes de carretera. A estos se suman otras tres muertes por la caída de cargas mientras desarrollaban sus tareas laborales, y dos operarios del sector forestal, identificados como leñadores, fallecieron a causa del impacto de ramas. Además, un trabajador de la construcción perdió la vida al precipitarse desde aproximadamente diez metros de altura en una obra. Un caso similar, la caída desde un andamio en la obra de una vivienda, ya había causado el fallecimiento de otro empleado en Aoiz en abril.
Las caídas en altura representan un riesgo constante y grave en la región, pues se estima que uno de cada cinco siniestros laborales graves en Navarra está relacionado con caídas desde diferentes alturas.
In itinere
Además de los accidentes ocurridos en el centro de trabajo, la movilidad también genera riesgos fatales. Dos personas murieron en accidentes in itinere, es decir, mientras una se dirigía a su puesto y la otra regresaba a su domicilio desde su lugar de trabajo. A esto se añade otro fallecimiento clasificado como in mission, ocurrido durante un desplazamiento necesario para cumplir una tarea específica ordenada por la empresa, fuera del entorno laboral habitual.
La realidad diaria en la Comunidad Foral es cruda: se producen alrededor de 68 accidentes laborales cada día.
Una campaña específica
Ante este panorama desolador, la lucha contra la siniestralidad y la reducción de riesgos laborales ha sido definida como un eje estratégico clave en el actual Plan de Empleo de Navarra 2025-2028.
El Gobierno Foral, buscando abordar esta "lacra", lanzó el 3 de noviembre la campaña de sensibilización titulada "Trabajamos para vivir / Bizitzeko lan egiten dugu". El objetivo principal de esta iniciativa es fomentar una cultura preventiva robusta en el ámbito laboral y conseguir una reducción significativa de la accidentalidad.
La campaña utiliza cifras contundentes e impactantes para obligar a la reflexión y, más importante, para instar a la acción inmediata. El Ejecutivo navarro enfatizó que se busca concienciar a que "tanto las personas empleadoras, como las propias trabajadoras consideren la seguridad y la salud laboral una prioridad".
Esta difusión se realiza de manera masiva, incluyendo anuncios en autobuses urbanos, marquesinas y vallas publicitarias ubicadas estratégicamente en diversas vías de circulación y polígonos industriales. Además, se utiliza activamente la difusión a través de distintas redes sociales. La campaña busca recordar que la prevención es la mejor herramienta ante los accidentes laborales y que cada acción individual cuenta para evitar un nuevo siniestro.
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