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Mikel Jauregizar se convirtió anoche en el gran protagonista bajo el diluvio gallego. El héroe de la clasificación del Athletic para que pueda estar en la segunda ronda copera. Apareció a tiempo al rescate del equipo rojiblanco sobre el enfangado terreno de O Couto cuando se empezaba a oler la opción final de los penaltis. Primero dotó de brújula a un colectivo que andaba algo desnortado en medio del aguacero, para después pegarle con el interior y la sutileza suficiente a la vez un balón que no llegó a capturar Alberto Sánchez, que tuvo escaso trabajo porque, más bien, las ocasiones brillaron por su ausencia.
Fue partido de buzo de trabajo en vez de destapar el tarro de las esencias. La noche en Ourense estaba para eso, y Ernesto Valverde vio la necesidad, con el devenir de los minutos, de incluir al todoterreno de Bermeo en la pelea ante los de Dani Llácer, y fue el desatascador de la eliminatoria, el ser decisivo en el tiempo suplementario después de que, en el reglamentario, Gorka Guruzeta y su testarazo tuvieron muy cerca el pase a los octavos de final sin tener que pasar por la prórroga, pero el larguero impidió que el sufrimiento no fuera tanto.
"Lo mejor, obviamente, el resultado, con el golazo de Mikel Jauregizar, que estaba superfeliz y muy satisfecho en la zona mixta", ha comenzado en su análisis pospartido, y en este día después, José Manuel Monje en 'La Movida Deportiva'. "El partido es fácil y difícil de ver. Lo podemos volcar todo a que el campo estaba muy mal y que el Athletic pasa, pero también estaba mal para el Ourense".
"La actitud del equipo fue muy buena, permanentemente alerta, no se desconecta"
El jefe de deportes de ONDA VASCA subraya "la actitud del equipo fue muy buena en todo momento. Sabían que estaban en riesgo permanente. Permanentemente alerta, no se desconecta. No tiene gol arriba, está seco, y hay una cosa que me preocupa: el partido cambia para bien cuando sale Jauregizar. Es un momento valle, en que es mejor que el Ourense, pero no tiene chispa ni nervio, y el Ourense empieza a tener balón y casi a jugarle de tú a tu. Entra Jauregizar y no es que se empiece a jugar muy bien, pero mete ese nervio necesario porque mete mucha energía. Vivian lo había hecho desde la defensa pero les dice "¡vamos!" y encima mete un gol".
Y sentencia Monje: "El Athletic empieza a tener Jauredependencia y es un problema, porque es uno de los jugadores pero no tiene que ser el jugador determinante. Hay otros que tienen que ser mucho más determinantes". En este sentido, titulares anoche, como Iñaki Williams u Oihan Sancet no tuvieron su día, mientras Urko Izeta, muy incisivo, sí supo aprovechar su oportunidad en una demarcación que bien poco tiene que ver con la suya.