Actualidad

María José Sanz, directora científica del BC3: "Debemos cambiar el modelo de consumo y replantearnos lo que significa vivir mejor"

El Basque Centre for Climate Change evita lanzar mensajes catastrofistas porque pueden llevarnos a la parálisis. "Los cambios suponen nuevas oportunidades"
María José Sanz, directora científica del BC3: "Debemos cambiar el modelo de consumo y replantearnos lo que significa vivir mejor"
Escuchar
01:21

El clima es variable, eso no es noticia pero la huella del ser humano sobre el planeta está suponiendo que los episodios extremos vayan a más debido a que la temperatura media de la Tierra sigue subiendo. De ahí que sea necesario un cambio, tomar medidas. No significa que todos los veranos vayan a estar plagados de olas de calor pero sí pueden ser más frecuentes. 

La directora científica del Basque Centre for Climate Change, María José Sanz recuerda que el incremento medio de la temperatura está provocado en gran medida por la emisión de gases de efecto invernadero. Gases que, matiza, siempre han estado ahí. "La humanidad ha usado combustibles fósiles que liberan estos gases en mayor medida que los procesos naturales, por lo tanto aceleramos las emisiones y el calentamiento se produce", afirma. 

Somos, por tanto, nosotros los que aceleramos el proceso climático natural. Los episodios extremos siempre tienen consecuencias sociales ya que, recuerda, nuestra sociedad funciona en unos "rangos de tolerancia climática". El problema es que estamos empezando a salir de ellos. "Tenemos que adaptarnos porque nos están afectando en nuestra salud, en nuestras infraestructuras. Va a ser perjudicial para nosotros. Lo lógico es detener las causas que están en nuestras manos", destaca. 

Cambiar el modelo energético y de consumo

¿Cómo lo hacemos? En realidad la respuesta es simple si bien no será fácil llevarlo a la práctica o al menos no va a ser inmediato. Lo primero es usar otras energías, señalan desde el BC3 y en ese cambio estamos. En definitiva se trata de cambiar el modelo energético y no emitir más gases con los recursos fósiles que hemos usado hasta ahora, Sustituirlos por otros, es decir, por la energía renovable.

"Con lo que sabemos podemos minimizar o reducir las causas que están en nuestras manos. Es un cambio de modelo de consumo, de lo que consideramos bienestar. Nuestra sensación de bienestar está basada en el consumo. A lo mejor debemos replantearnos lo que significa vivir mejor", señala María José Sanz. 

Un ejemplo es el uso del aire acondicionado que se ha agotado en muchas tiendas en la pasada ola de calor. "Todos somos conscientes de que hay un abuso del aire. No es bueno para la salud. Las temperaturas de confort son las que hay que mantener, los rangos en los que estamos confortables y no es estar a 15 grados en una habitación en verano. Tenemos que reflexionar sobre cómo vivimos y qué es lo razonable", afirma. 

Esfuerzo colectivo

Lo que sí debemos tener en cuenta es que todo que hagamos en este sentido será beneficiosa. "El hecho de tener la sensación de que no hacemos lo suficiente no nos debe paralizar. Lo que hay que hacer es lo máximo que podamos pero insisto, todos debemos aportar e ir en esa dirección"

En este sentido destaca que el esfuerzo debe ser colectivo y en todos los ámbitos. Y añade un mensaje en positivo. "Va a haber más veranos así pero no todos van a ser así. Los mensajes catastrofistas no son buenos porque llevan a las paralisis. Los cambios que hagamos nos van a generar oportunidades y modelos de vida mucho mejores para todos", destaca esta directora científica del BC3. 

¿Y si no hacemos nada?

Hay un compromiso de todos los países a nivel mundial para reducir las emisiones un 50% en 2030 y llegar a la descarbonización total en 2050 y los países y las diferentes administraciones están tomando medidas para lograrlo. Y no es opcional. 

"Lo que nos puede esperar si no hacemos nada y seguimos igual es que realmente en el año 2100 tengamos 4 grados de temperatura media de incremento con una decena de grados más en algunas regiones del mundo que genera efecto cascada. Efectos en cascada que nos generan eventos. Esto que es extraordinario sería lo normal si no hacemos nada", advierte. 

Insiste por tanto en ese compromiso global. "La dificultad es cómo se distribuye ese esfuerzo. Después del acuerdo de París hay un convencimiento claro. Antes solo estaban los países desarrollados, ahora todos. Estamos avanzando globalmente. Ahora lo que tenemos que hacer es que los esfuerzos de país y de ciudad sean lo más coordinados posible para no superar el aumento de 1,5 grados", destaca.

No hay duda de que en medio de todo esto ha llegado la guerra de Ucrania que ha demostrado el riesgo de la dependencia energética. Es el caso de Alemania que generó una dependencia del 100% del gas ruso y ahora está "cautivo". "España hizo mejor los deberes. Espero que Alemania haya aprendido la lección. Debemos pensar con cabeza y aprender de cara al futuro", concluye. 

2022-07-28T11:08:22+02:00
En directo
Onda Vasca En Directo