Alavés

Llegó el día de la trompeta a Vitoria

Asier Villalibre es el gran reclamo de la afición en la fiesta del Deportivo Alavés celebrando el ascenso
Llegó el día de la trompeta a Vitoria
Escuchar
04:39

Sonó, y con mucha fuerza, en enero de 2021 en el sevillano estadio de La Cartuja. El Athletic tenía algo que celebrar, nada menos que el título de la Supercopa tras deshacerse del Barcelona, y previamente del Real Madrid en Málaga. Asier Villalibre tuvo un importante protagonismo tras el reciente aterrizaje de Marcelino García Toral. Hoy le toca de nuevo aparecer a su trompeta y ser objeto de las miradas de todos los aficionados del Deportivo Alavés, que van a festejar por todo lo alto su sexto ascenso a lo largo de la historia, y consiguiente regreso a Primera División por la vía rápida, con solo doce meses de peregrinaje, eso sí, por la tortuosa y traicionera categoría de plata.

Fueron 129 minutos de angustia y zozobra. El gol no llegaba pese a intentarlo por tierra y aire, mientras el Ciutat de Valéncia asistía a los lanzamientos de su equipo al travesaño de Sivera. El Levante no sentenció y siguió habiendo vida hasta el último gramo de aliento y fuerza. Hasta que llegó esa mano y el penalti, VAR mediante. Se estaba consumando el cuarto partido, de cuatro jugados, en el que tampoco era posible hacerle un solo gol al cuadro granota, y después de que llegara la gran ocasión marrada en la bota de Mamadou Sylla, otro delantero albiazul, el integrante de la banda 'Orsai' cogió la riendas del balón, el disparo, el triunfo, el ascenso y la gloria para el glorioso.

El búfalo, decisivo desde su llegada

El búfalo de Gernika tuvo claro que había llegado su momento para inscribir su nombre con letras de oro en el alavesismo. Tuvo que padecer una tensa espera, cerca de ocho minutos, para resolver algo que no muchos más habrían sido capaces de atreverse por la gran responsabilidad que entrañaba, y no solo deportivamente. Su certero remate ha traído consigo al menos 50 millones de euros.

Con pasmosa serenidad, con una sangre fría pocas veces vista sobre el verde, era capaz de solventar el trance engañando a su rival y llevando el delirio a la grada donde estaban presentes los seguidores desplazados, y por extensión, a toda una ciudad que explotaba de júbilo cuando el sábado llevaba camino de dejar su sitio en el calendario al domingo.

Villalibre va a ser uno de los más aclamados. Todas las miradas se van a centrar en él. Cayó de pie y en estado de gracia nada más recalar en Gasteiz con motivo del mercado invernal. Suyos fueron sus dos goles para derrotar al Eibar en Mendizorroza, claves para haber llegado hasta aquí. Firmó e incluso asistió alguno más, pasó por cierta sequía en lo que es lo suyo, y ha acabado por proporcionar la más inmensa alegría a una afición que le idolatra y que, quién sabe, podría seguir contando con sus goles y su trompeta cuando eche a rodar el próximo curso. De Ernesto Valverde y el Athletic depende. En la 'Green Capital' están dispuestos a seguir teniendo los brazos abiertos de par en par para volver a acogerle.

García Plaza, determinante

Capítulo especial merece el míster que ha catapultado al Deportivo Alavés de nuevo a lo más alto. El más indicado, el mejor que podía haber tenido en esta histórica temporada. Más de dos décadas por los banquillos le han dado para mucho, como, por ejemplo, para haber firmado, con este, su cuarto ascenso, tras los conseguidos con el Levante, el Mallorca y en la liga china, en las filas del Beijing Renhe.

Luis García Plaza también se ha hecho ya un hueco por méritos propios en la centenaria historia de la entidad. Sus toneladas de ciega confianza en su grupo y el trabajo realizado durante once meses y medio han propiciado que el objetivo se haya visto cumplido. Y no se ha tratado solamente de un esfuerzo profesional. "Ha sido un año muy duro, ha sido la primera vez sin ver a mis hijos durante un año".

El técnico madrileño no cabe de gozo durante las últimas horas, eso sí, imbuido en una sinfonía de contrastes emocionales al dejar desolada a una de sus entrañables casas. "¿cuántas veces llevo diciendo todo el año que, entre una gran temporada y el éxito, la línea es muy fina? Lo merecemos como el Levante, el Eibar, Las Palmas y el Granada. Muy contento por todos los empleados del club porque los entrenadores pasamos y los jugadores pasan", subraya García Plaza, quien recalcaba el sufrimiento padecido al frente de la nave gasteiztarra en este último episodio vivido. "Sabíamos que iban a salir fuertes y les hemos controlado muy bien. Han podido marcar algún gol, pero hemos tenido el tempo del partido como en Las Palmas. Decíamos "les vamos a ganar pero no la metíamos, y ha llegado de la manera más rocambolesca, más dura para el Levante y más contenta para nosotros. Ahora a hacer una fiesta increíble".

"Estoy feliz. Hay una fiesta a disfrutar en Vitoria, la van a 'liar' y después a casa, porque mentalmente estoy agotado. He hecho una de mis mejores temporadas, hemos rendido y este grupo de jugadores es un grandísimo vestuario. Son chavales que se merecen lo mejor, han dado todo lo que tenían, tras la hostia de Las Palmas se han recuperado", ha subrayado el entrenador del Deportivo Alavés, que aguarda noticias de cara al futuro. La madre de todas las fiestas está servida.

19/06/2023