Celebro, como no podía ser de otra manera, que Elkarrekin Podemos se sume a la Ley Vasca de Memoria Histórica. Del mismo modo, espero que la próxima incorporación sea la de EH Bildu. No se me ocurre un solo motivo para que la coalición soberanista no respalde una iniciativa que es coherente con la ley que aprobó en Madrid.

Obviamente, no pierdo ni un segundo en fantasear con que PP-Ciudadanos y menos Vox entren al consenso, Por desgracia, la tri-derecha española, o lo que quede de ella, no ha mostrado jamás ninguna intención de aprobar una asignatura que le es muy incómoda.

Con las cuatro grandes formaciones bastaría y sobraría para revestir de legitimidad un texto legal que, por otro lado, no parte de cero. Si de algo podemos presumir en los tres territorios, y últimamente también en Navarra, es de la cobertura institucional a las iniciativas de las asociaciones memorialistas o, directamente, del liderazgo de la administración a la hora de acometer las iniciativas necesarias para encontrar la verdad y el reconocimiento que merecen las víctimas del franquismo y el post-franquismo.

Así que, en lo básico, se trataría de seguir por la senda trazada, incorporando las medidas que se estimen necesarias y, me atrevo a recomendar, intentando aprender también de algunos errores,

Cito, específicamente, porque me pareció que ayer el portavoz de Elkarrekin Podemos hacía excesivo hincapié, el de las indemnizaciones. Por supuesto que se tiene que contemplar la reparación económica, pero como el asunto se centre ahí, nos vamos a llevar más de un sinsabor,

Y lo inmediato, abordar la recuperación de la otra memoria, que también tenemos pendiente.