Actualizado hace 2 minutos
La Lotería de Navidad ya no se compra solo en una ventanilla. Cada año crece el número de personas que adquiere sus décimos en internet, los paga por Bizum, los fotografía para enviarlos por WhatsApp o participa en peñas digitales. Ese cambio de hábitos ha traído cambios y ha generado un terreno perfecto para que los estafadores desplieguen nuevos métodos.
La estafa del “décimo imposible”
Una de las trampas más comunes es ofrecer a través de redes sociales décimos de números muy demandados, los terminados en 7, en 13, fechas señaladas o combinaciones que se han viralizado. El gancho en estas estafas suele ser que esos que están a la venta son los “últimos décimos disponibles”.
El problema es que muchos de esos números nunca han sido emitidos, están agotados o se venden solo en una administración concreta. Los estafadores publican una foto robada de internet, piden un pago por Bizum a un número desconocido, y una vez enviado el dinero, desaparecen.
Ningún particular puede revender décimos digitales sin certificar la procedencia y estos solo deben comprarse en webs oficiales certificadas por Loterías, donde el dominio tiene que empezar siempre por https y debe figurar el sello de empresa autorizada.
Ojo con los grupos de WhatsApp
Otro fraude muy extendido en los grupos de WhatsApp en los que un amigo o conocido reenvía un enlace “porque alguien está vendiendo participaciones para su equipo, colegio o asociación”. A veces el origen es real, pero en muchos casos los estafadores crean grupos espejo, copian el mensaje original y sustituyen el número de Bizum por el suyo.
Un hombre realiza un pago a través del móvil con una tarjeta bancaria.
El engaño se completa con capturas de pantalla falsificadas, donde aparentemente aparece el justificante de la compra del décimo. Pero la realidad es que no existe ni participación legal, ni depósito del décimo, ni responsable.
Suplantación de administraciones famosas
Las administraciones más populares sufren cada campaña la suplantación de identidad. Los estafadores crean páginas web casi idénticas visualmente, cambian apenas una letra del dominio y lanzan promociones falsas del estilo “quedan 20 décimos”.
Cuando el usuario rellena los datos de tarjeta, el dinero se cobra pero el décimo nunca llega. En ocasiones incluso envían un “resguardo” manipulado para que la víctima tarde días en sospechar de su compra.
El falso aviso de Hacienda
Este fraude se repite muchísimo justo después del Sorteo. La víctima recibe un SMS o correo que asegura que uno de sus décimos ha sido premiado y que debe pagar una “tasa de liberación”, “gastos administrativos” o “tributos previos”. La estafa es vieja, pero cada año vuelve a producirse.
Hacienda jamás envía estos mensajes. La agencia tributaria no pide pagos para liberar premios y, además, los premios de Lotería de Navidad tributan automáticamente.