La vivienda nueva sube un 6,3% en Euskadi, hasta los 3.112 euros por metro cuadrado

El precio medio de la vivienda nueva se ha situado en 3.112 euros por metro cuadrado (/m2) en Euskadi, tras registrar un incremento interanual del 6,3%, ligeramente por debajo de la media estatal (6,4%), según el Informe de Sociedad de Tasación.

El documento revela un aumento generalizado del precio de la vivienda nueva: en el conjunto del Estado, el precio medio de la vivienda nueva se ha situado en 2.809 /m2, con una subida interanual del 6,4%.

Donostia se mantiene como la capital vasca con el precio medio más elevado (4.185 /m2) y la que más sube, un 7,2%, seguida por Bilbao (3.025 /m2 y un 6,6 % más) y Vitoria- Gasteiz (2.423 /m2 y el 4,6%).

Por municipios, Getxo se sitúa como el tercero con mayor precio medio de la comunidad (2.930 /m2).

Además, Donostia es la tercera capital más cara del Estado, solo superada por Barcelona y Madrid.

Con respecto a otros indicadores, el informe incluye el Índice de Confianza Inmobiliario que elabora Sociedad de Tasación, que recoge la opinión de más de 500 profesionales sobe las perspectivas de mercado.

Este indicador se ha situado en el segundo trimestre de 2023 en 47,9 puntos sobre 100 en Euskadi, lo que supone un descenso de 1,8 puntos en comparación con el trimestre anterior y de 9 puntos en comparación con hace doce meses.

Esta cifra se sitúa ligeramente por encima de la media estatal, establecida en 47,5 puntos.

Por otra parte, el Índice de Accesibilidad, que determina el equilibrio entre el precio medio de la vivienda y la capacidad de endeudamiento adecuada para la adquisición de esta teniendo en cuenta la renta media de los ciudadanos empleados, se ha situado en 72 puntos, ligeramente por debajo de los 78 puntos establecidos de promedio a nivel estatal.

Esto supone un descenso de tres puntos en Euskadi en comparación con el trimestre anterior y de 30 puntos respecto al año anterior.

Como el punto de equilibrio para este indicador es 100, significa que en Euskadi es necesario hacer un esfuerzo económico mayor del que se considera como máximo adecuado para poder acceder a una vivienda.

La evolución negativa de este índice en la CAV, generalizada en todas las autonomías, se debe al aumento de los tipos de interés, así como por el encarecimiento de la financiación, lo que dificulta la capacidad de adquisición de una vivienda por parte de los ciudadanos.