La falta de vivienda en alquiler en Donostia es un grave problema que afecta también a estudiantes y profesores de la UPV/EHU que, siendo de uno de los municipios del interior de Gipuzkoa o, incluso de otra comunidad autónoma, estudian o trabajan en la capital guipuzcoana. De ahí que el equipo directivo de la universidad pública haya visto la necesidad de construir una nueva residencia en el Campus de Gipuzkoa que, de alguna manera, venga a paliar los perjuicios que provoca esa falta de oferta de viviendas libres y los altos precios del alquiler.
La nueva instalación que plantea la UPV/EHU contaría con unas 200 habitaciones individuales, destinadas durante el curso escolar a estudiantes, docentes y personal investigador de la universidad. Se trataría de habitaciones dotadas con una cama, un escritorio y habilitadas con una cocina y un baño en su interior, "de tal manera que puedan funcionar como pequeños apartamentos" y, además, "se incluye un servicio de limpieza de las habitaciones". Así se recoge en el estudio de viabilidad económico-financiera que publicó ayer el Boletín Oficial de Gipuzkoa y que aparece firmado por el propio rector Joxerramon Bengoetxea. Un estudio en el que se constata que el proyecto cuenta con un presupuesto de más de 21,4 millones de euros.
650 euros al mes
Cada una de las habitaciones se alquilaría, según las primeras estimaciones, a un precio de 650€ al mes durante el curso escolar. En los meses no lectivos, durante el verano, esta residencia universitaria funcionaría como un hotel y, por tanto, alquilaría las habitaciones a precio de libre mercado.
Esta nueva residencia en el Campus de Gipuzkoa estaría situada en el paseo de Berio, junto a la que ya existe actualmente -la residencia Manuel Agud Querol- y que cuenta con 424 plazas que se llenan curso a curso. El solar en el que se levantaría esta nueva instalación supera los 3.400 m2 y actualmente en él hay un pabellón que acoge el Museo de la Educación, que posteriormente quedaría integrado dentro de la nueva construcción.
El modelo de gestión que se contempla para la nueva residencia universitaria es el de la concesión. De hecho, los pliegos de la viabilidad económico-financiera contempla que se realizaría una concesión para 40 años: la empresa adjudicataria debería hacerse cargo de la construcción del edificio (para lo que se prevén los primeros dos años y medio) y, después, de la gestión y mantenimiento de las instalaciones. "El adjudicatario debe hacer frente a todos los gastos operativos de la residencia, como pueden ser los suministros, el personal, el mantenimiento general de la instalación y los servicios externos". En el informe de viabilidad sí se hace constar que, según las previsiones que se realizan, la empresa concesionaria amortizaría los gastos de la obra y de la gestión en 37 años.