Política

Andueza: “La pataleta del PNV con los traspasos me huele a oportunismo para ganar protagonismo”

El líder del PSE insiste en que hay compromiso pleno por parte de Sánchez para culminar el Estatuto y resta peso a la petición de Urkullu de una Comisión Permanente
Eneko Andueza.
Eneko Andueza.

Eneko Andueza (Eibar, 1979) va a cumplir este día 30 un año al frente de los socialistas vascos. En estos 12 meses, ha otorgado al partido una impronta más combativa y mordaz que la de su antecesora Idoia Mendia, y no ha dudado incluso en atizar en varias ocasiones a sus socios del PNV. “Parece que cuando critican ellos se tiene que admitir, pero cuando lo hacemos otros sienta mal”, ironiza un Andueza que se explaya sobre el embrollo de las transferencias y justifica su retraso en base a su complejidad técnica, en ningún caso por falta de voluntad del Gobierno español.

Son tiempos turbulentos en todos los sentidos: geopolíticos, militares, sociales, económicos… Sin embargo, la política vasca parece en comparación un remanso de paz, en el Parlamento se respira otro tono. 

No sé si es un remanso de paz, pero sí es un ejemplo de estabilidad. Es un ejemplo de estabilidad porque hay un Gobierno de coalición que tiene una mayoría pero que, sobre todo, tiene un proyecto conjunto de país a pesar de ser un Gobierno entre dos partidos de tradiciones políticas diferentes.

En ese sentido, el Gobierno vasco ha apostado por cinco pactos de país. Y, escuchando a la oposición en el pleno de política general, parece que algunos podrían ser factibles.

Yo espero y deseo que sí. Tenemos que recordar que, como decía, existe una estabilidad que es la que da la mayoría que aportamos los dos grupos que estamos en los gobiernos de coalición. Y eso evidentemente también es gracias a que el PSE se ha querido implicar a todos los niveles en los gobiernos de este país. Más allá de eso, evidentemente, nosotros siempre hemos dicho que somos un partido abierto al acuerdo entre diferentes. 

Ahora empieza el baile de la negociación de Cuentas. ¿Desde el PSE ven posible que se reedite un acuerdo amplio como el del año pasado con Bildu? ¿O la oposición está ya en modo electoral de cara a mayo?

Nosotros estamos abiertos a los acuerdos y a los pactos y, desde luego, veríamos con buenos ojos que otras fuerzas sumaran sus votos al proyecto de Presupuestos. Pero también contamos con esa mayoría absoluta que garantiza tener en todo momento unos Presupuestos, y con una estabilidad no solo política e institucional, sino también económica. 

Las acusaciones de rodillo tampoco le convienen al Gobierno vasco. Imagino que preferirán llegar a un acuerdo más amplio.

Ese discurso del rodillo se cayó ya en los primeros compases de la legislatura. Este Gobierno, si algo ha demostrado, es capacidad de llegar a acuerdos, capacidad de dialogar y de buscar el entendimiento. Y los números están ahí. Cualquiera puede volverse a agarrar a ese discurso, pero si hay algo claro, es que jueves a jueves este Gobierno, y especialmente los socialistas en los departamentos y las cuestiones que nos competen directamente, estamos acostumbrados a llegar a acuerdos más allá de lo que puede ser la mayoría absoluta.

¿Y qué pasa con la futura Ley de Educación? ¿Tienen miedo de que haya algún desmarque?

Miedo ninguno. Serán otros si se desmarcan los que tengan que explicar a la ciudadanía vasca por qué lo hacen.

Si alguien tiene dudas parece que es Elkarrekin Podemos.

Dicen que se han incumplido las bases, pero tampoco ponen argumentos de peso en el centro para justificar su posición; están más preocupados por la foto que por la ley. Yo creo que hay cuestiones que son troncales y que son fundamentales para el futuro de este país, y yo lo que les pido es que actúen con responsabilidad sin importarles tanto la foto. Pero también estamos acostumbrados a ese tipo de actitudes y a ese tipo de vértigos que demuestran que Podemos no es un partido maduro y no es un partido que tenga un proyecto de país para Euskadi.

Otra cuestión que vuelve a ser clave este curso es la relativa a las transferencias. ¿En el PSE siguen viendo una voluntad clara por parte de Moncloa de cumplir el Estatuto durante esta legislatura?

Sin duda. Y ha sido una voluntad que viene extendiéndose a lo largo del tiempo cuando los socialistas estamos en los gobiernos. Yo creo que es innegable el número de transferencias que han venido a Euskadi cuando los socialistas estamos en el Gobierno, en comparación con los gobiernos de otro color. Y además es una voluntad que se ratificó hace escasas dos semanas, cuando desde el propio Gobierno de España se envió una comunicación al Gobierno vasco diciendo que quizá ahora sea un buen momento para abrir un nuevo tiempo dentro de esas negociaciones.

Lo que pasa es que en el calendario apenas queda un año para las elecciones generales. Parece casi imposible completar el Estatuto.

El argumento del calendario de transferencias ya está muy manido, en la medida en que se ha tergiversado el papel de ese calendario. ¿Por qué? Porque es un calendario orientativo y sujeto a las circunstancias o a la coyuntura que estemos viviendo. Por tanto, yo creo que ha habido circunstancias desde que se firmó ese calendario que han podido vulnerar el ritmo porque hemos tenido que estar centrados en otra cosa. Por tanto, no nos agarremos solo al argumento del calendario y profundicemos también en las dificultades fehacientes y reconocidas por el propio Gobierno vasco en la pasada legislatura, por el consejero Erkoreka, en las que ya se ponía de manifiesto que había muchas materias que tenían serias dificultades de encaje jurídico y de encaje administrativo para poderse materializar.

Por tanto, su interpretación es que es un tema solo de dificultades técnicas y no de falta de voluntad.

Efectivamente, yo lo he circunscrito a ese ámbito y, desde luego, no me cabe ninguna duda de que, desde el PSE, desde del PSOE y desde el Gobierno de España, hay plena voluntad política, como la ha habido siempre, para cumplir con todo lo que establece el Estatuto de Gernika.

El lehendakari ha pedido a Sánchez una respuesta a su propuesta de Comisión Permanente antes del aniversario del Estatuto. ¿Qué opinión le merece?

Pues a mí me parece que en la Comisión Mixta que ya está establecida no se ha dejado de trabajar en ningún momento. Por tanto, podremos llamarla como queramos, pero capacidad de trabajo y voluntad de trabajo ha habido en todo momento. 

En cualquier caso, no quedaría muy lucido este aniversario del Estatuto si no hay una respuesta de Moncloa a la petición del lehendakari.

Pero es que no tiene por qué haber siempre una una respuesta de Moncloa. Yo creo que la respuesta de Moncloa ya se ha dado. El lehendakari envió una comunicación o dijo que envió una comunicación. Pero es que previamente el Gobierno de España, a través de la ministra de Política Territorial, ya había enviado otra comunicación al Gobierno vasco expresando esa voluntad de abrir un nuevo tiempo en las negociaciones.

Sin embargo, en la pata del Gobierno vasco del PNV el enfado es evidente. En el caso de que se plantee una declaración institucional de denuncia de los incumplimientos desde el Gobierno vasco, ¿se sumaría a ella el PSE?

Yo al respecto de todo esto tengo que decir dos cosas. La primera, que me sorprenden mucho determinadas pataletas cuando en otros momentos de la historia de este país algunos han abandonado la vía autonomista para apostar por otras vías, como el Plan Ibarretxe, el Pacto de Lizarra o el nuevo Estatuto, que no tiene nada que ver con la reforma del Estatuto. Me sorprenden porque me huele a un oportunismo político que probablemente en estos momentos sea el producto de tener que intentar sacar la cabeza porque no hay mucho más con lo que ganar protagonismo. Y por otro lado, estamos hablando de cumplir con el Estatuto de Gernika. Este país, a lo largo de su historia y a lo largo de los últimos tiempos, ha tenido oportunidades para poder tener un nuevo Estatuto acorde a los nuevos tiempos. Y desde luego, si no lo hay, no es por culpa del PSE, sino precisamente por aquellos que en algún momento decidieron emprender otros viajes. 

Más allá de las transferencias, sí que se están haciendo habituales sus roces con el PNV. Hay voces jeltzales que le acusan de estar siempre metiendo cizaña.

Es que hay personas que no toleran bien la sinceridad y la discrepancia. Cuando lo hacen ellos, se tiene que admitir como un ejercicio democrático dentro del juego político. Cuando lo hacemos otros con ellos parece que sienta mal. A mí lo que no me gusta es determinado tono descalificativo que utilizan algunas de esas voces. Yo todas las declaraciones que hago las hago con absoluta sinceridad, entendiendo que somos dos partidos, que pertenecemos a dos tradiciones políticas distintas y que, aun teniendo un acuerdo de Gobierno, es lógico que discrepemos.

¿Qué tal es la relación actual del PSE con EH Bildu? ¿Podemos decir que está completamente normalizada?

Sí, podríamos decir que nuestra relación es normalizada, entre otras cosas porque, si ha habido un partido que exigió en su momento a la izquierda abertzale que abandonara la vía de la violencia para apostar por vías políticas, somos nosotros. Por tanto, sería incoherente que ahora que han apostado por esas vías no tengamos una relación de normalidad.

Poniéndonos ya en las elecciones de mayo, ¿cómo las encara el PSE? ¿Con qué objetivos?

Siempre hemos dicho que nuestro objetivo es liderar este país y ese liderazgo empieza por los ayuntamientos. Lo afrontamos con ilusión y con expectativas de crecimiento.

La candidatura de Odón Elorza en Donostia (para las primarias que se dirimen hoy) no habrá hecho mucha gracia en su Ejecutiva.

Es que a la Ejecutiva no le tiene que hacer gracia ni no hacer gracia. Odón Elorza es un militante de este partido y tiene todo el derecho del mundo a presentarse a un proceso de primarias, y ahora es la militancia la que tiene que decidir quién va a liderar el proyecto en Donostia. Por tanto, Odón Elorza lo que merece es el respeto más absoluto por parte de la dirección.

Sin embargo, había una candidatura apadrinada por la Ejecutiva del PSE que ahora corre peligro.

No. Ha habido una candidata que expresó su deseo de presentarse a las primarias, al igual que lo hizo Odón Elorza. Aquí no hay apadrinamientos. Aquí lo que hay es un ejercicio ejemplar de democracia interna, que desde luego sería muy positivo que lo aplicaran otros partidos que efectivamente sí apadrinan a algunos candidatos. Otros tienen en sus elecciones un procedimiento digital, no por herramientas informáticas, sino porque están elegidos a dedo.

2022-10-09T18:29:04+02:00
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