La nueva tabla de salvación a la deriva que ha encontrado el PP para transmitir que la investidura de Feijóo sigue viva es una ronda de contactos con los presidentes autonómicos. Esos cargos institucionales no tienen escaño ni derecho a voto en el Congreso, pero parece que el PP alberga la expectativa de que planteen a su candidato propuestas de pura gestión y que esas reivindicaciones entren de algún modo en contradicción con el discurso más político de los partidos. Esta propuesta mira sobre todo a Catalunya y a su president Aragonès (el PP quiere contraponer las demandas “partidistas” de amnistía de Junts y ERC, a la gestión sanitaria y económica), aunque de rondón salpica al lehendakari Urkullu. Sobre el lehendakari se ha construido una leyenda en la prensa de la derecha española, por la interlocución que tuvo con Alberto Núñez Feijóo durante su etapa como presidente de la Xunta de Galicia, pero el propio Urkullu ha rebajado esa espuma en público y el rechazo del PNV a una investidura que dependa de Vox es irreversible.
Fuentes del entorno del lehendakari consultadas por este periódico no prevén un cambio de discurso de Urkullu cuando se le pregunte sobre este particular en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de este martes, aunque será el propio lehendakari quien clarifique su opinión con sus propias palabras y su argumentario, sobre esta situación en la que quiere inmiscuirlo la derecha española.
El vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del PP, Borja Sémper, ha anunciado este lunes la ronda tras el Comité de Dirección de los populares, preguntándose si no es “normal” esta iniciativa en un Estado descentralizado y si no es “normal” que Feijóo comunique sus intenciones a los presidentes autonómicos y escuche sus demandas. Lo habitual suele ser una ronda después de la investidura, cuando el candidato ya es presidente y, con el BOE en la mano, puede implantar las medidas que se le piden. No se hace tanto con carácter previo, porque la negociación es competencia de los partidos políticos.
En busca de abstenciones
El PP lleva días apelando a los buenos socialistas para que se abstengan y permitan la investidura de Feijóo, y ahora esta estrategia parece que se quiere extender sin éxito al PNV. Se encuadra dentro de esa estrategia la repentina notoriedad que han brindado medios próximos al PP a las palabras del exdiputado general jeltzale Alberto Pradera, quien considera que el PNV ya ha frenado a Vox porque Feijóo gobernaría en solitario. Lo cierto es que ni siquiera Pradera, muy implicado en el mundo empresarial, ha defendido un apoyo a Feijóo, sino una abstención. La abstención no bastaría al PP y sobre ella no hay debate en el PNV, que día a día insiste en su no.