La gratuidad de las haurreskolas triplica las solicitudes de las familias

El 22 de abril se abre el periodo de matrícula en las escuelas infantiles y estará abierto hasta el 10 de mayo. Desde que el servicio del Consorcio Haurreskolak es gratuito se ha triplicado el número de solicitudes. A día de hoy hay ya apuntados 6.754 niños y niñas de 0 a 2 años frente a los 2.233 que hubo en abril de 2022, el último curso antes de que el Gobierno vasco promoviese la gratuidad de las haurreskolas para facilitar la conciliación familiar y, por qué no, darle un empujoncito a la natalidad. El número de escolares apuntados en este periodo es un 16% más que en las mismas fechas de 2023. Además, en junio la matrícula suele crecer un 5%.

Este curso 180 ayuntamientos participan en el Consorcio, con un total de 238 haurreskolas y más de 8.000 plazas. El Gobierno vasco ha acompañado la consolidación de la gratuidad con una financiación cercana a los 77 millones de euros, un 16% más que en 2023. Se ha pasado de los 62,06 millones del inicio de legislatura a los 76,94 millones de euros de 2024, la mayor financiación de la historia del Consorcio. Además, en uno de los últimos Consejos de Gobierno, el Ejecutivo vasco aprobó una partida de 10 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation para financiar reformas para nuevas aulas en edificios que precisen adecuar su espacio o construir nuevas escuelas infantiles. Para optar a esta partida, tienen prioridad aquellos proyectos que afecten a alumnado que esté en zonas con mayor incidencia de riesgo de pobreza o exclusión social, alumnado de zonas rurales o que la ampliación del número de plazas se produzca para las edades de 1 y 2 años.

En el mismo Consejo de Gobierno también se aprobó la orden que regula las ayudas mensuales a la crianza. Se trata de un abono de 200 euros al mes que reciben las familias desde el nacimiento del menor o la menor hasta que cumpla los tres años de edad. Las ayudas se prolongarán con cien euros al mes hasta que el menor o la menor cumpla los siete en el caso de las familias numerosas. El presupuesto previsto por el Ejecutivo para este programa es de 127 millones de euros y hasta ahora más de 57.000 familias han visto aceptada su solicitud desde que se puso en marcha en noviembre del pasado año.

Conciliación

Cabe recordar que la gratuidad de las haurreskolas y el cheque bebé son dos de las medidas promovidas por el Gobierno vasco para afrontar el reto demográfico de la CAV. La crisis de natalidad tiene un impacto directo en las aulas. En la última década ha caído un 25% la matrícula en Infantil. No obstante, Euskadi presenta una evolución positiva desde el 2012 en la tasa de niños escolarizados en el primer ciclo de Infantil (0 y 3 años). En el curso 2019-2020 el 17,2% de la población con menos de un año está escolarizado, con un año el 45,2%, el 92,3% con 2 años y de más del 99% en 3, 4 y 5 años, lo que se conoce como una tasa de escolarización plena. El sistema educativo vasco cumple por lo tanto con una de las metas de la Agenda 2030 referidas a educación, en concreto, la de alcanzar que el 95% de los niños entre 4 años y la edad de escolarización obligatoria participen en educación infantil, y supera la media estatal y la de la mayor parte de países europeos.

Por territorios, las tasas de escolarización en dos años son superiores en Gipuzkoa (94,5%) y similares en Araba (90,6%) y Bizkaia (90,5%). Por redes, es mayor en la pública en los tres territorios, especialmente en Araba. En algunas zonas escolares que acogen alumnado de otras zonas, como Txorierri, Leioa, y Amorebieta, las tasas de escolarización, comparadas con el alumnado nacido en la zona, superan el 100%. En el otro extremo, destaca Lasarte (56%), Getxo (58%) y Araba Occidental (69%), entre un grupo de cinco zonas que no alcanzan el 80%. Si se compara el nivel de ocupación de las aulas, la ratio de alumnos por aula es superior en Bizkaia (13,5) y Araba (13,4) a Gipuzkoa (12,7).

Crisis de natalidad

La educación infantil beneficia a los alumnos. El Informe PISA 2009 ya constató que los alumnos de 15 años de prácticamente todos los países de la OCDE que asistieron a una escuela de educación infantil obtuvieron resultados superiores a aquellos que no lo hicieron. Aunque la mayoría procedían de contextos más favorecidos, la diferencia de rendimiento académico se mantiene incluso cuando se comparan alumnos de orígenes similares. Cuando se tiene en cuenta el contexto socioeconómico,

La crisis demográfica colocará al sistema educativo en una encrucijada. Según el Estudio Prospectivo sobre la Evolución del Alumnado y las Necesidades de la Plantilla del Departamento de Educación elaborado por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación (ISEI-IVEI), la escuela vasca perderá 65.500 alumnos hasta el año 2032 por el descenso de nacimientos. Un contexto, en el que se prevé la jubilación de 10.598 docentes, el 35,6% de profesores que trabajan en las redes pública y concertadas.

Las proyecciones apuntan a que en 2032 las aulas no universitarias de Euskadi (Infantil, Primaria, Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachiller) tendrán cerca de 225.000 alumnos y 13.300 grupos, lo que supone 65.500 estudiantes y 4.200 grupos menos que en 2021. Estas cifras suponen en porcentajes una bajada del 22,4 % del alumnado y del 23,9 % de los grupos en los citados ciclos educativos. Por etapas, en Bachiller se prevén 129 grupos menos (-8,2 %). La bajada en ESO sería de 1.004 grupos (-22,6 %) y del 20,7 % del alumnado, mientras que en Primaria la caída es de un 29,7 % (-2.396 grupos) y de un 28,5 % de estudiantes. En el segundo ciclo de Infantil (3-6 años) se espera un descenso de grupos cercano al 20 % y del 19,6 % del alumnado. En este caso el estudio estima que a partir de 2023 tanto el alumnado como los grupos se mantendrán estables acorde con las proyecciones de población del Eustat. En cuanto al profesorado, con una edad media de 47 años, el documento recoge que en la década analizada se jubilará el 34 % de la plantilla docente, es decir 10.598 profesores. Estas jubilaciones, junto con la reducción de jornada de la que disfrutan los profesores una vez cumplidos los 60 años disminuirán la disponibilidad de horas lectivas impartidas en un 35%, frente al 23% de la bajada prevista para los grupos.