La economía vasca continúa comportándose razonablemente bien en medio de la falta de certezas a corto y medio plazo. Es la lectura general que ofrecen los datos de las Cuentas Económicas Trimestrales que ofreció hoy el Eustat, que proclaman un apreciable crecimiento del PIB del 2,3% en tasa interanual, y un más estable 0,6% en la variación intertrimestral. Además, respecto al mismo período del año pasado, la variación positiva en el empleo ha sido del 1,4%, lo que se traduce en la creación neta de 13.450 empleos.
La subida del Producto Interior Bruto consignada por el Eustat supone una mejora de las estimaciones del PIB emitidas en el avance de las cuentas del pasado 16 de octubre. En concreto, representa dos décimas de mejora respecto al crecimiento intertrimestral previsto en esa comunicación y en una décima en los concerniente al crecimiento interanual. Esa mejora del PIB del 2,3% supera con holgura el porcentaje de subida de la economía de la Unión Europea (1,6%), pero es inferior a la del conjunto del Estado, que es del 2,8%, según el último Avance de Contabilidad Nacional.
En todo caso, el detalle de las estadísticas de Eustat revela que la actividad del sector servicios, unida al consumo privado y el gasto público, sustentan, como en trimestres precedentes, el incremento del PIB. En sí mismo, no es un dato negativo, pero refleja que la industria sigue instalada en una atonía que, afortunadamente, no está teniendo impactos graves en materia de empleo, aunque sí en la aportación del sector exterior, con un menor empuje de una vertiente fundamental para la economía vasca como son las exportaciones. Por otra parte, el crecimiento en sectores como la hostelería, el comercio y el turismo consolidan también una vía de empleo para colectivos como los jóvenes y la población migrante.
La mejor fotografía la ofrece la evolución por sectores. Así, en el sector industrial, que representa casi un tercio de la economía vasca, el valor añadido en términos interanuales ascende un 0,2%, siendo en el caso de la rama manufacturera el ascenso de un 0,3%. En relación con el segundo trimestre de 2025, tanto el conjunto de la industria como el subsector manufacturero han crecido un 0,4%. No obstante, si se aprecian los crecimientos precedentes, los datos de este trimestre ratifican una evolución que va a la baja: así, aunque la variación interanual en el segundo trimestre fue del 0,1%, en el primero lo fue del 0,4%, mientras que en el tercer y último trimestre del año pasado fue del 1,8% y el 0,7%, respectivamente.
Por su parte, el primario ha registrado un descenso en su valor añadido en términos reales del 1,5% con respecto al mismo trimestre del año anterior y de un 0,9% respecto al trimestre precedente. Otro sector con un fuerte repunte y que está consolidando su actividad es el de la construcción, puesto que presenta en el tercer trimestre de 2025 un incremento interanual del valor añadido del 5%, tras un avance con respecto al trimestre precedente de un 2,3%. Por último, la actividad global en el sector servicios ha aumentado un 2,9% respecto al mismo trimestre de 2024, lo que supone un aumento en su valor añadido de un 0,6% en relación con el segundo trimestre del año.
El comportamiento de los servicios en este último trimestre ha sido positivo en todas las ramas. La de comercio, hostelería y transporte ha registrado un ascenso de su valor añadido del 3,5% sobre el tercer trimestre del año anterior, tras un aumento del 0,7% en relación con el trimestre precedente.
Más allá de esto, es importante subrayar también el crecimiento interanual en la rama que agrupa actividades como inmobiliarias, profesionales, científicas y técnicas, así como financieras y de seguros, con una tasa de crecimiento del 2,9% en términos interanuales y, en relación con el trimestre anterior, de un 0,7%. El hecho de que estos últimos apartados del sector servicios crezcan ilustra que existe una demanda de los mismos, vinculada al crecimiento de profesiones con salarios generalmente altos. Por último, en la rama de Administración pública, educación, sanidad y servicios sociales, tras avanzar un 0,3% en relación con el trimestre precedente, el crecimiento del valor añadido respecto al observado el tercer trimestre del año 2024 se ha situado en el 2,1%.
La bonanza en la situación del mercado de trabajo, con los acuerdos salariales en el marco de la negociación colectiva, tienen su reflejo positivo en el consumo privado y la demanda interna, que explican también la mejora en el PIB. El gasto en consumo final de los hogares presenta un incremento interanual del 2,8%, tras un ascenso con respecto al trimestre precedente de un 0,4%. Asimismo, el gasto en consumo final de las administraciones públicas aumentó en relación con el mismo trimestre del pasado año un 2,2%, situándose un 2,7% por encima del estimado para el trimestre precedente.
Otro de los aspectos relevantes de las cuentas trimestrales es el que tiene que con la inversión, esencial para que una economía continúe avanzando. En este sentido, la expansión interanual se situó en un 4,9%, tras un avance del 1,8% en relación con el trimestre anterior. Un factor relevantes es que la inversión en bienes de equipo ha registrado un ascenso del 4,8% con respecto al mismo trimestre del año anterior, lo que supone un ascenso en términos intertrimestrales de un 1,7% y una prueba de que la industria, pese a las dificultades, mantiene su hoja de ruta para cuando la situación se aclare.
Respecto al mercado laboral, el conjunto del empleo ha crecido un 1,4% en relación con el tercer trimestre del año 2024, tras un ascenso del 0,2% con respecto al trimestre precedente, y gracias a la creación de 13.450 puestos de trabajo netos más que el tercer trimestre del año anterior. En la industria, la creación interanual de puestos de trabajo se sitúa en un escaso 0,2%, lo que supone un nivel de empleo prácticamente igual que en el trimestre precedente. Por contra, la evolución del empleo ha sido positiva en la construcción -ascenso interanual del 2%-, mientras que en los servicios el empleo ha aumentado un 1,7% en términos interanuales.