La elección hoy del presidente de la Cámara de los diputados puede dar una nueva prueba de las divisiones en el seno de la coalición de derechas, ganadora de las elecciones del 25 de septiembre, como ya ocurrió este jueves cuando Forza Italia se desmarcó de votar a Ignazio La Russa en el Senado.
El malestar de Forza Italia y de su líder Silvio Berlusconi es patente debido al veto a Licia Ronzulli para ser ministra que le ha puesto la presidenta de Fratelli d'Italia, Giorgia Meloni, que consiguió el 26 por ciento de los votos en las elecciones y será previsiblemente la encargada de formar gobierno.
Berlusconi tampoco ha digerido cómo Meloni está repartiendo los ministerios del nuevo Ejecutivo y hoy puede que vuelva a demostrar su enfado absteniéndose de votar a Lorenzo Fontana, candidato del tercer socio en la coalición, La Liga, como nuevo presidente de la Cámara de los Diputados.
Meloni prevé asignar el mismo número de ministerios a Liga, que tuvo el 8,9%, y a Forza Italia, que quedó en el 8,6%, dejando la presidencia de una Cámara a la Liga, lo que también ha enfurecido al exmandatario.
La Cámara Baja celebró este jueves las tres primeras votaciones para elegir a su presidente, pero como era de esperar, ningún nombre alcanzó la mayoría de dos tercios del hemiciclo necesaria. Hoy, en la cuarta votación, el quórum desciende a la mayoría absoluta que tiene la coalición de derechas, si finalmente Forza Italia decide votar a favor de Fontana.
Los medios italianos aseguran que ante el desplante de Meloni a Ronzulli, fiel colaboradora de Berlusconi, Forza Italia podría incluso presentarse sin sus aliados a las consultas que abrirá el presidente de la República, Sergio Mattarella, antes de encargar formar gobierno.
El nerviosismo en este inicio de legislatura creció además después de que La Russa, uno de los fundadores de Fratelli d'Italia, fuera elegido a pesar de que Forza Italia no votó, gracias a los votos de algunos miembros de la oposición.
La Russa consiguió 116 votos, de los que solo recibió 99 de la derecha, por lo que ahora se busca a los responsables que votaron a favor del ultraderechista quizá para recibir algún cargo futuro a cambio y que, según los medios, están repartidos entre todos los partidos de la oposición.
El que se prevé puede ser el tercer cargo institucional del Estado, es vicesecretario general de la Liga, tiene 42 años, exeurodiputado y ex ministro de Familia (2018-2019) y de Asuntos Europeos (2019).
Como eurodiputado se mostró siempre contrario a las sanciones a Rusia, no ha escondido en el pasado su admiración por Vladimir Putin, manifestó su rechazo a las uniones civiles entre homosexuales y aboga por la abolición del aborto.