Las playas vascas están abarrotadas estos días de bañistas que buscan refrescarse para combatir el imparable aumento de los termómetros. Sin embargo, hay un incómodo visitante que dificulta el baño y que se ha convertido en un problema en los arenales de Euskadi.
La presencia cada vez más frecuente de la carabela portuguesa, una especie de aspecto similar al de las medusas, en el litoral vasco está disuadiendo a muchos bañistas de meter los pies en el agua. Y los que se atreven corren el riesgo de acabar con una dolorosa picadura que, en algunos casos, requiere atención médica.
La carabela portuguesa no es una medusa, aunque lo parezca. Se trata de un hidrozoo colonial: un organismo compuesto por cientos de individuos especializados que actúan de forma coordinada como si fueran un único ser vivo.
Su rasgo más distintivo es un flotador gelatinoso de llamativo color azul-morado con forma de vela, que le permite desplazarse aprovechando las corrientes marinas.
Las altas temperaturas, y el consecuente calentamiento del agua del Cantábrico, es uno de los motivos del aumento de carabelas portuguesas, aunque son las mareas y corrientes las que las arrastran hasta la costa.
Ascenso preocupante
El Departamento de Salud del Gobierno vasco ha registrado un total de 52 casos de picadura de carabela en lo que llevamos de mes de agosto.
El primer día en el que se avistaron carabelas portuguesas en Euskadi fue el martes 5 de agosto y se produjeron un total de 13 picaduras, de los cuales seis sucedieron en playas vizcainas y siete en gipuzcoanas.
Desde entonces y hasta ayer miércoles 13 de agosto, el número ha ascendido hasta más de medio centenar. De ese total, 24 se han dado en las playas de Bizkaia, en concreto, en las de Muskiz-Zierbena, Sukarrieta, Bermeo y La Arena.
En lo que a Gipuzkoa se refiere, han sido algunos más, 28 concretamente, principalmente, en las playas de Orio, Ondarreta y Zarautz. Cabe destacar que, en dos ocasiones, el Departamento de Salud ha avisado de la “falta de la información relativa a las playas de Donostia”, por lo que la cifra puede incluso ser mayor de la registrada.
En algunos casos, la atención sanitaria la realizaron los propios socorristas en el mismo lugar de la incidencia al ser picaduras leves; en otros fue necesario ponerse en contacto con el Servicio de Emergencias de Osakidetza para que los afectados recibieran atención en un centro sanitario.
La picadura se produce por el contacto con los tentáculos del hidrozoo, que liberan toxinas al entrar en contacto con la piel. Aunque no es mortal, puede causar dolor intenso, similar a una quemadura o descarga eléctrica; problemas respiratorios, e incluso reacciones alérgicas graves en algunas personas como urticaria, hinchazón de labios y lengua, y en raras ocasiones, shock anafiláctico.
Ejemplar de carabela portuguesa.
Advertencias y recomendaciones
Salud recuerda que hay que atender las recomendaciones de las autoridades en caso de que se alerte de la presencia de carabelas portuguesas o medusas.