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La banca se resiste a remunerar el ahorro pese a la subida de tipos de interés

Los rendimientos de los depósitos han caído en la última década por el exceso de liquidez en el mercado
Una mujer pasa frente a una sucursa bancaria.
Una mujer pasa frente a una sucursa bancaria.

Desde el pasado verano, el BCE ha ordenado cinco subidas en los tipos de interés, de forma que, en términos porcentuales, el precio del dinero ha pasado del 0% en el que estuvo algo más de seis años al 3% en el que se sitúa ahora. Incrementos con claras consecuencias para todos aquellos que tienen solicitado un crédito hipotecario o al consumo o cualquier tipo de préstamo. Pero, ¿qué ocurre con todos aquellos que tienen contratado un depósito o cualquier otro producto financiero con remuneración al ahorro? Pues que, hasta el momento, en líneas generales, los rendimientos por esas subidas de tipos de interés se están haciendo esperar, una situación que se espera que cambie a mejor para los depositantes en los próximos meses, aunque no de forma particularmente muy llamativa. Lejos aparecen las épocas previas al estallido de la crisis financiera de 2008, en las que los intereses de los depósitos entre 1 y 2 años fluctuaban de forma habitual entre el 3% y el 4%.

“Existe un exceso de liquidez; la banca ha acumulado muchísimo dinero y ya no va a premiar el ahorro como hacía antes”, explica Begoña Alfaro, delegada territorial en Euskadi y Navarra de EFPA España (Asociación Europea de Asesores Financieros). Al ahorro generado durante la pandemia se suma el resultado de las políticas de compra de activos de deuda por parte del Banco Central Europeo, que han conducido a que las entidades tengan a su disposición grandes remanentes y no tengan la misma urgencia en captar capital que en tiempos pasados. El mercado de los depósitos todavía no está experimentando movimientos, ya que los bancos “no tienen incentivo para hacerlo”, ha subrayado recientemente Asufin, la Asociación de Usuarios Financieros. “Las entidades siguen ensanchando su margen de intermediación por financiación en un contexto de mucha liquidez aún en el mercado financiero por las políticas de estímulo que ha aplicado el BCE”, ha explicado Asufin.

El BCE ha empezado a deslizar su incomodidad con la actitud dilatoria de las entidades, ya que entiende que también impacta en la evolución del consumo. Luis de Guindos, ex ministro de Economía con el PP y actual vicepresidente del organismo, ha declarado que “antes o después, más bien antes” esa remuneración crecerá. A su juicio, el BCE ya ha actuado retirando las medidas que estaban causando el exceso de liquidez, por lo que la competencia entre las entidades “irá a más y veremos una subida de la remuneración de los depósitos”. Más cauta se muestra la asesora financiera Begoña Alfaro. “Es cierto que se está empezando a compensar, pero de manera más débil. Los bancos ya no van a ofrecer a partir de ahora lo mismo que antes”, apostilla. Desde el año 2012, la rentabilidad de los depósitos ha caído de forma drástica y generalizada, coincidiendo con el reajuste a la baja en los tipos de interés que dictaba el BCE.

La concentración en el mercado financiero va a reducir las opciones de los ahorradores

Begoña Alfaro - Delegada territorial de EFPA

RESTO DE EUROPA

Al cierre de noviembre de 2022, los bancos ofrecían en el Estado un rendimiento medio del 0,69%, según datos de Eurostat, mientras que en la zona euro ese porcentaje alcanzaba el 1,2% y en países como Italia y Alemania alcanzaban el 1,8% y el 1,4%, respectivamente. Por debajo de España se situaban las entidades de Eslovenia, Irlanda, Portugal, Grecia y Chipre, todas con remuneraciones inferiores al 0,5%. Así las cosas, comienzan a ganar terreno en las ofertas bancarias los depósitos combinados, fórmulas en las que la contratación de un depósito está vinculada a la adquisición de otro producto financiero, como los fondos de inversión, y por lo general con unos réditos para el cliente más limitados que en otras propuestas. La concentración que ha vivido el sector de bancos y cajas en la última década también ha restado competencia, lo que a su vez se reduce en un margen más estrecho de opciones para quienes quieran contratar algún producto de ahorro. Lo reconoció hace unas semanas la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín, en la presentación de los resultados anuales de la entidad. “Por supuesto que en algún momento vamos a remunerar el ahorro y como estamos en un mercado competitivo, dependerá de lo que haga la competencia”, indicó la directiva, que también recordó que durante los períodos cos tipos de interés negativos, el Banco Central Europeo cobraba al sector bancario por el dinero depositado en las entidades, un coste que no se trasladó a los clientes minoristas.

BANCA DIGITAL

Fuera de la banca tradicional han emergido con fuerza en los últimos años los denominados neobancos y las ‘fintech’, la industria financiera que opera en el mundo digital. Su necesidad de hacerse un hueco en el mercado les ha llevado a potenciar unas ofertas basadas en promesas de altos rendimientos como gancho para fidelizar clientes. “Es cierto que hay rendimientos algo más altos y más ofertas, pero no es tanta la diferencia”, explica la delegada territorial en Euskadi y Navarra de EFPA España. Por otra parte, estas entidades tienen más dificultades para hacerse con el segmento más tradicional del ahorrador, que suele optar de forma preferente por la banca clásica y por los depósitos de plazo fijo. Con todo este panorama, “encontramos que por el momento [los depósitos] ni se priorizan ni se publicitan y sólo las entidades pequeñas exhiben productos llamativos. Se detecta algo de movimiento en el segmento de las cuentas nómina, pero con objeto de captación de nuevos clientes, no de pasivo”, recalca Asufin.

2023-02-19T20:00:11+01:00
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