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Kutxabank recurre la tasa a la banca para proteger la obra social

La aplicación del gravamen reduciría los reduciría los recursos de las fundaciones bancarias
Varios jóvenes pasan frente a la sede de Kutxabank.
Varios jóvenes pasan frente a la sede de Kutxabank.

El consejo de administración de Kutxabank ha decidido recurrir el impuesto extraordinario a la banca aprobado por el Gobierno español. Según ha podido saber Grupo de Noticias, el banco vasco se ha sumado a la dinámica de otras firmas financieras y las patronales del sector porque entiende que la tasa genera “incertidumbre” y “desventaja competitiva” frente a otras entidades más pequeñas con las que Kutxabank se mide en el mercado vasco. Además y lo más importante, el impuesto supondría una reducción del dividendo que reciben las tres fundaciones bancarias de la CAV para atender su obra social y promover el desarrollo económico.

El recurso ha sido presentado esta tarde por Cajasur, el banco andaluz del grupo, que sería en su caso el encargado de ingresar en la hacienda estatal el gravámen al operar en territorio común. Una circunstancia que establece la normativa y que contrasta con el reparto territorial de los beneficios, que se generan sobre todo en suelo foral y que, por tanto, tendrían como destino las arcas de las haciendas de las diputaciones.

Kutxabank estima que el hecho de que Cajasur sea la entidad obligada al pago de la totalidad del gravamen del grupo menoscaba la solidez patrimonial de dicha entidad pudiendo esta entrar en pérdidas, lo que obliga a la petición de la paralización o suspensión cautelar.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha marcado como objetivo del impuesto a la banca recaudar cerca de 3.000 millones de euros este año y el próximo para sufragar en parte las medidas sociales que ha puesto en marcha para amortiguar el impacto de la subida de los tipos de interés y la inflación en las familias. Así que la letra de la tasa apunta directamente a las arcas del Estado, aunque posteriormente se producirá un trasvase de recursos a Euskadi. Algo que también ocurrirá con el impuesto a las energéticas. Más allá de cuestiones técnicas, Kutxabank considera que la tasa tiene carácter discriminatorio. Algunos de sus competidores directos –LaboralKutxa y Caja Rural– se han quedado fuera del círculo de actuación del impuesto. Lo mismo ocurre con la banca digital. Tampoco suena bien en Kutxabank que el único impuesto similar que hay en Europa sea el de Hungría.

Entre los argumentos contrarios a la medida del Gobierno central, el banco de las tres antiguas cajas de ahorro de la CAV recuerda su aportación fiscal, que en los últimos tres años ha superado cada ejercicio los 400 millones de euros. Si a esa cifra se suma el dividendo que reparte cada año, Kutxabank tiene un impacto social directo de 500 millones anuales.

Dividendo singular

En su caso, el banco vasco tiene además la singularidad de que sus accionistas –BBK, Kutxa y Caja Vital– destinan el dividendo a su obra social y a incentivar la economía. No reparte beneficios entre inversores y el impuesto supondrá una merma para los recursos de las fundaciones bancarias vascas.

Respecto a la filosofía del impuesto, que grava con un 4,8% el margen de los intereses y comisiones que cobra la banca a sus clientes, Kutxabank afirma que la rentabilidad del sector está por debajo del coste del capital. En su caso, el margen de intermediación es en estos momentos la mitad que la suma de los márgenes de las tres cajas de ahorro en 2009 y un 30% del dato registrado en 2012, el año del nacimiento del banco.

Según cálculos del sector, los bancos tendrán que dedicar una media del 7,4% de sus beneficios al nuevo impuesto. Si se toma como referencia la evolución de los resultados hasta septiembre y su proyección anual, Kutxabank podría tener que abonar cerca de 25 millones de euros. l

2023-02-17T18:54:03+01:00
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