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Iñaki Urdangarin ha asegurado que ha abierto una nueva etapa en su vida tras su paso por la cárcel, aunque ha recalcado que "salir de prisión no es fácil tampoco". En una entrevista en 'La2 Cat', ha explicado que su paso por prisión le ha servido para conocerse mejor, para ganar equilibrio, para estudiar y para preparar esta nueva etapa de su vida, pero ha admitido que sufrió mucho.
De hecho, ha concretado que lloró "muchísimo" durante los primeros tres meses y que no está orgulloso de como lo gestionó emocionalmente porque preocupó a muchas personas, le costó reaccionar y empezar a cuidarse.
Prisión
Además de su entrada en prisión, ha señalado el sufrimiento que le generó los años de instrucción del caso: "Materialmente perdí casi todo lo que tenía, y luego hay una pérdida más grande, uno de los amores de mi vida, Cristina", ha dicho, en referencia a su exmujer, la infanta Cristina.
"Fue un periodo muy duro, lo pasamos muy mal durante todo este periodo y tuvo consecuencias. Me sabe mal porque es una mujer a la que amo mucho", ha destacado Urdangarin, que ha reconocido que se sintió señalado y estigmatizado tras salir de la cárcel, pero que se ha ido diluyendo y ahora goza de mucha normalidad en la calle.
Tras manifestar que tiene ganas de explicarse para mostrar "el Iñaki persona", ha explicado que está emprendiendo un nuevo proyecto con el que quiere ayudar a superar baches a otras personas, y que está acompañado de sus hijos.
Apoyos y deporte
Sobre su estancia en prisión, ha señalado su relación con los funcionarios y sus rutinas y que, una vez pasados los tres primeros meses, aprovechó para leer, escribir, estudiar para reinventarse y para hacer deporte: "El deporte fue mi medicina. Sin deporte no hubiera podido salir de este sitio porque te abandonas".
También ha agradecido las cartas que le enviaban y las visitas que recibía, y ha recordado los primeros permisos que le permitieron ir a dormir a casa de su madre en Vitoria, a la que no tuvo que dar muchas explicaciones porque ha sido siempre su "primer apoyo", como sus hijos. En su opinión, sus hijos son un ejemplo de resiliencia ante lo que les tocó vivir y, tras recordar que era un padre muy controlador y rígido, ha asegurado que su paso por prisión le ha servido para entender que "es mejor aflojar". Durante la entrevista, Urdangarin ha llamado a uno de sus hijos, Pablo, destacando que tiene "más talento" que él como jugador de balonmano.